(CNN) – Gurvan Le Meur estaba conduciendo el barco petrolero Atria, de 37.500 toneladas, hacia el puerto ruso de Novorossiysk cuando sucedió algo extraño.
Su barco desapareció.
“Primero, tuvimos varias alarmas, alarmas de pérdida de señal”, dice el capitán del barco sobre el incidente, ocurrido en junio. “Rápidamente, descubrimos que la posición dada por el GPS estaba compensada por unas 20 millas naúticas”.
Las alarmas estaban sonando porque el sistema de navegación del barco, que está basado en el Sistema de Posicionamiento Global (GPS), mostraba que el petrolero estaba ubicado tierra adentro, en un aeropuerto regional cerca de la ciudad turística de Gelendzhik. El sistema mostraba otros buques en la misma posición.
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Le Meur revisó sus sistemas y reportó el incidente a la Guardia Costera de Estados Unidos. La Administración Marítima de EE.UU. emitiría más tarde un aviso sobre el incidente, confirmando que más de 20 barcos en el área habían reportado el mismo tipo de interferencia.
Expertos dicen que el episodio fue probablemente el resultado de una interferencia con el GPS, un sistema de navegación desarrollado por la Fuerza Aérea de EE.UU. que ahora es usado en todo el mundo y en un amplio abanico de aplicaciones civiles. Dicen que es muy probable que la señal del sistema haya sido “falsificada” o sobrecargada con una gran cantidad de datos falsos.
“Claramente, hacer que los receptores en una ubicación crean que están en otra ubicación es deliberado”, dice Dana Goward, presidente de la Resilient Navigation and Timing Foundation.
Pero, ¿quién estuvo detrás de esa interferencia? Los expertos señalan a Rusia.
En los últimos años, se ha producido un importante aumento de la interferencia del GPS en Rusia y en sus aguas territoriales, En 2017, la compañía de análisis marítimo Windward rastreó cerca de 450 casos de barcos que estando en el agua, tenían ubicaciones que de manera errónea aparecían en aeropuertos de Sochi, San Petersburgo y Gelendzhik.
En 2016, los usuarios de teléfonos inteligentes que trataban de acceder a Uber y a Google Maps cerca del Kremlin reportaron que las aplicaciones mostraban su posición a unos 32 kilómetros de distancia, en el Aeropuerto Vnukovo. Un equipo de CNN en Moscú pudo replicar el error en ese momento.
“¿Que si pienso que es una señal de que la falsificación está respaldada por el gobierno o es patrocinada por el Estado?”, se preguntó Todd Humphreys, profesor asistente de la Universidad de Texas, en Austin. “Tendría que decir que la evidencia apunta a que sí”.
Funcionarios rusos no respondieron los múltiples llamados para comentar al respecto.
El vocero del Kremlin Dmitry Peskov le dijo a la agencia rusa de noticias TASS, en octubre del 2016, que también había experimentado un problema con la señal mientras conducía. En ese momento, remitió todas las preguntas al Servicio Federal de Protección de Rusia, que se encarga de proteger al Kremlin. Esa agencia no quiso hablar del tema.
Algunos expertos creen que es una táctica de defensa y que busca proteger los movimientos del presidente Vladimir Putin.
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¿Un sistema vulnerable?
El GPS sostiene una enorme cantidad de sistemas modernos: se usa para rastrear entregas, así como para crear mapas. Entrega mediciones precisas de ubicación en climas extremos y las instituciones financieras usan sus funciones de reloj para marcar el tiempo de las transacciones.
Hay reportes de interferencia que plantean preocupaciones de que el sistema podría ser vulnerable a alteraciones que podrían resultar en grave daños económicos. Un informe publicado este año por London Economics calcula que una interrupción de los sistemas de navegación le costaría a la economía británica cerca de 1.000 millones de libras esterlinas por día, unos 1.300 millones de dólares.
“Es posible atacar a las instituciones financieras de esa manera”, dice David Last, expresidente del Real Instituto de Navegación.
Para Humphreys, esa investigación muestra que “somos peligrosamente vulnerables a la falsificación”.
“Dependemos profundamente de las señales de GPS para el tiempo y la ubicación a lo largo de toda nuestra infraestructura y realmente nunca hemos sido probados en nuestra vulnerabilidad. Ahora solo estamos experimentando algo de eso… en la costa este del Mar Negro”, agrega.
Los grandes buques y los aviones tienen sistemas de respaldo que reducen el impacto de una suplantación del GPS. También hay otras soluciones disponibles, pero son costosas y hasta ahora, la falsificación de ese sistema no ha sido considerada como una amenaza.