(CNN Español) – Esta semana en el Estadio Nacional de Lima, después de 35 años del último Mundial en el que Perú clasificó, después de unas semanas de tensión marcadas por la sanción a Paolo Guerrero, después de un partido de ida de 90 minutos insufribles sin gol y después de 27 minutos en el partido en casa en que los blanquirrojos presionaban pero no marcaban, todo cambió. Y la tierra tembló.
Un remate certero de Jefferson Farfán, la adorada ‘Foquita’, el goleador histórico de las eliminatorias para Perú, hizo sacudir la ciudad.
Claro, después de 35 años, semanas de angustia, un partido sin goles y 27 minutos de ansiedad no era para menos.
Así lo registraron los acelerómetros del Instituto Geofísico del Perú (IGP) ubicados en los distritos de San Borja, El Agustino, El Rímac y San Luis. Ese miércoles 15 de noviembre durante 60 segundos hubo un “sacudimiento del suelo en torno al Estadio Nacional”, dijo el IGP. La razón: “la reacción de los espectadores ante el gol marcado por Jefferson Farfán y que permitió la clasificación de Perú al Mundial de Rusia 2018”.
Un gol para recordar toda la vida, el tembló más feliz de la historia del Perú.
Según explicó el Instituto Geofísico, “en las estaciones acelerométricas del IGP de San Borja y El Agustino (ver gráficos 1 y 2), se observan dos trenes de onda que corresponden a los primeros segundos después de que Farfán marcara el primer gol peruano y 30 segundos después, la segunda etapa del festejo de todos los asistentes al estadio Nacional”.
Los expertos lo llaman un sacudimiento equivalente a un “microsismo”, de magnitud aproximada de 1 en la escala de Richter, imperceptible para las personas.
Fue “una vibración propagada por el suelo provocada por los saltos eufóricos al unísono de unas cincuenta mil personas que asistieron al Estadio Nacional”, explicó el Dr. Hernando Tavera, presidente ejecutivo del IGP.