San Francisco (CNN) – José Inés García Zárate, un ciudadano mexicano e inmigrante indocumentado acusado del asesinato de la joven Kate Steinle en San Francisco, en 2015, fue declarado inocente por la justicia. El caso se convirtió en un caballo de batalla político en el debate sobre la política de inmigración.
Tras el veredicto, el secretario de Justicia Jeff Sessions condenó la política de ciudad santuario de San Francisco. El subdirector de la Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos dice que deportará a García Zárate.
García Zárate, de 45 años, enfrentaba una acusación de asesinato en segundo grado, pero también se les permitió a los jurados considerar el asesinato en primer grado y las condenas por homicidio involuntario.
García Zárate fue acusado de dispararle fatalmente a Steinle, de 32 años, con una pistola Sig Sauer de calibre 40, mientras ella y su padre caminaban en el Muelle 14 de San Francisco.
Los miembros del jurado tuvieron que decidir si García Zarate le disparó a Steinle involuntariamente o cometió un asesinato.}
Los hechos
Steinle, su padre y un amigo estaban en el muelle de San Francisco cuando una bala golpeó la parte inferior de la espalda de Steinle y le atravesó la aorta abdominal, dijeron las autoridades.
El video de vigilancia mostró a García Zárate huyendo. Después de su arresto, los investigadores encontraron residuos de pólvora en su mano derecha, dijo la fiscal Diana García a los miembros del jurado.
Por su parte, los fiscales aseguraron que García Zarate estaba jugando su propia “versión secreta de la ruleta rusa” cuando disparó contra una multitud desprevenida en el muelle, matando a Steinle.
El abogado defensor Matt Gonzalez dijo que García Zarate encontró el arma en el muelle. Detalló que estaba envuelta en una tela, y cuando García Zarate la desenvolvió, la pistola se descargó accidentalmente.
Pero en un interrogatorio policial, García Zarate admitió haber disparado el arma, diciendo que apuntaba a un sello.
También le dijo a la policía que pisó el arma, lo que provocó que disparara.
Los fiscales dijeron que García Zarate inmediatamente trató de tapar sus huellas arrojando la pistola a la bahía de San Francisco, y luego huyendo de la escena.
García Zarate era conocido anteriormente como Juan Francisco López-Sánchez, uno de los varios alias que se sabe que usó. CNN y otros medios lo identificaron previamente con ese nombre.
Ciudades santuario y ‘Ley de Kate’
El estatus de indocumentado de García Zárate y el estado de San Francisco como una “ciudad santuario” provocaron un amplio debate sobre las políticas de inmigración.
García Zarate había sido deportado de los Estados Unidos a México cinco veces. Antes del tiroteo, los oficiales en San Francisco lo liberaron de la custodia en lugar de entregarlo a las autoridades de inmigración.
La muerte de Steinle se convirtió en un grito de guerra para el presidente Donald Trump y otros, que han invocado el caso para acabar con las ciudades santuario y promover la construcción de un muro fronterizo entre Estados Unidos y México.
“Este acto de violencia sin sentido y totalmente evitable cometido por un inmigrante ilegal es otro ejemplo de por qué debemos asegurar nuestra frontera de inmediato”, dijo Trump en julio de 2015. “Esta es una situación absolutamente vergonzosa y yo soy el único que puede arreglarla, nadie más tiene las agallas para siquiera hablar de eso. Eso no sucederá si me convierto en presidente”, expresó Trupm cuando aún era candidato.
Trump también mencionó a Steinle en su discurso de aceptación en la Convención Nacional Republicana después de ganar la nominación presidencial republicana.
En junio, la Cámara de Representantes aprobó la “Ley de Kate”, un proyecto de ley que crearía penas más duras para quienes reincidan en ingresar de forma ilegal a Estados Unidos. El proyecto de ley también incluiría la ley a las ciudades locales, para que cooperen a con las autoridades federales de inmigración.
Este verano, la Cámara de Representantes aprobó la HR 3004, conocida como “Ley de Kate”, una medida con el nombre de Steinle. La legislación aumentaría las penas máximas de prisión para los inmigrantes atrapados en repetidas ocasiones por entrar ilegalmente a Estados Unidos.
La medida fue presentada en el Senado, pero no logró obtener los 60 votos necesarios para aprobar.