(CNN Español) – A más de 72 horas del cierre de las mesas de votación en Honduras, el país todavía no conoce quién es su nuevo presidente.
La reñida contienda se concentra en los candidatos Juan Orlando Hernández del Partido Nacional y actual presidente de Honduras, en busca de la reelección, y Salvador Nasralla, abanderado de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura.
Desde el domingo, ambos candidatos se declararon ganadores. Sin embargo, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) dijo que no será hasta este jueves cuando se publiquen los resultados oficiales.
Ellos aseguran que parte de esta lentitud se debe a que las actas físicas de cada centro de votación viajan por carretera hasta la capital hondureña donde son escrutadas y analizadas una por una.
Este retraso, además de polémico, es inusual. Sobre todo en un país que ha vivido al menos nueve procesos presidenciales en los últimos 32 años, publicando resultados casi instantáneos.
Las elecciones del 2013, donde resultó electo Juan Orlando Hernández, son un buen ejemplo. Las mesas de votación cerraron a las 5:00 pm (hora local) y las 8:30 pm ya se habían anunciado los resultados.
También a esa hora al menos 10 países ya habían felicitado al ganador.
Los cuestionamientos en este proceso aumentan porque el domingo, horas después del cierre de las mesas, los resultados preliminares del TSE daban una ventaja aproximada de cinco puntos porcentuales al candidato Salvador Nasralla.
Cabe destacar, sin embargo, que en ese momento solo se habían escrutado un poco más del 50 % de los votos. Además, Ramiro Lobo, uno de los magistrados del tribunal electoral, alimentó la polémica al decir a los periodistas que la tendencia favorable a Nasralla, ya era “irreversible”.
Pero los números ahora dicen otra cosa. La ventaja de Salvador Nasralla sobre Juan Orlando Hernández comenzó a reducirse drásticamente este martes en horas de la tarde y, según el último boletín publicado, el candidato oficialista ya supera al opositor por unos 20.000 votos. Así están los números:
- Juan Orlando Hernández, 42,88 %
- Salvador Nasralla, 41,46 %
Nasralla denuncia un supuesto fraude en su contra y hace un llamado a las comisiones observadoras electorales a levantar una investigación.
“Solicito a la Organización de Estados Americanos, a la Unión Europea, a la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea en Honduras, a Naciones Unidas que nombre comisiones de investigación, ya no de observación para que investiguen que está tramando el Tribunal [Supremo Electoral],” dijo vía twitter.
El presidente Juan Orlando Hernández no se ha pronunciado sobre estos señalamientos.
CNN hizo varias solicitudes de entrevista, pero el equipo del mandatario aseguró que no harían pronunciamiento alguno hasta que el TSE publique los resultados oficiales.
Nasralla también presentó a la prensa evidencia del supuesto fraude donde registra copias de actas de votación sin firmas, copias de supuestas actas retenidas, actas no clarificadas y presunta manipulación del sistema de transmisión de votos. CNN no puede verificar estos datos de manera independiente.
Nasralla anunció también que firmó un documento de compromiso con la OEA para esperar y respetar los resultados oficiales, pero dijo que tras una caída repentina del sistema de votación este miércoles, ese compromiso quedó nulo y que, por ello, solo reconocerá los resultados que surjan de las actas que su partido posee.
“Yo le reitero, yo firmé un documento hoy a las 3:00 pm sin pensar que firmar ese documento representaría que se callera el sistema. Y el acuerdo que hay con el señor [Jorge] Quiroga y el señor [Álvaro] Colón, presidentes de Bolivia y Guatemala respectivamente, el acuerdo es que solamente respetaré el resultado de estas actas físicas. Yo no voy a aceptar el resultado de actas del Tribunal Electoral que está metiendo sin firma y está alterando la voluntad popular. Por eso informo que no tiene ninguna validez el documento que firmé hoy con la OEA porque fui objeto de una trampa y yo no caigo en las trampas”, aseveró.
La OEA lamentó vía Twitter la decisión del candidato Nasralla.
“Lamentamos que @SalvadorAlianza se retracte de ‘Declaración por la Democracia’, un compromiso con el pueblo, que facilitó OEA de buena fe para que en calma e imparcialidad se cuenten todos los votos de forma transparente. OEA seguirá trabajando a favor de la justicia, en elecciones en Honduras”.
La OEA, por el otro lado, también publicó un comunicado pidiendo celeridad en el proceso electoral.
“…La Misión insta al Tribunal Supremo Electoral a agilizar el procesamiento y divulgación de resultados y a dar a conocer a la ciudadanía la información de que disponen lo antes posible. Es importante que esta etapa sea resuelta con la máxima precisión, celeridad, transparencia y legalidad, a fin de dar certeza tanto a la ciudadanía como a los partidos políticos. De esto depende la credibilidad de las autoridades electorales y la legitimidad del futuro presidente”.
La preocupación entre los observadores internacionales es palpable y analistas políticos consultados por CNN anticipan que podría haber confrontación en las calles de Honduras en los próximos días porque se espera que ambos candidatos convoquen protestas para reclamar la presidencia.
A esto se une el hecho de que hay profunda historia de rivalidad entre los candidatos. La palabra clave del conflicto es la “reelección”.
Rumbo a la reelección
El presidente Manuel Zelaya fue derrocado mediante un golpe de Estado en 2009 tras anunciar que presentaría un referéndum para tratar de habilitar la reelección presidencial, prohibida por la constitución hondureña.
Pese a este récord —y para molestia de Zelaya y de muchos hondureños— en mayo de 2015 el presidente Juan Orlando Hernández fue amparado por la Corte Constitucional de Honduras a favor de su reelección, esto sin pasar por una consulta popular como lo pedía Zelaya.
Este fallo fue considerado ilegal por los sectores opositores y es a partir de este polémico hecho que se forma la Alianza Opositora Contra la Dictadura, el partido que hoy se disputa la presidencia con Juan Orlando Hernández, dirigido por el expresidente Zelaya y el abanderado Salvador Nasralla.
Dos años después la tensión solo se agudiza.
Ahora, el señalamiento que hacen Zelaya y Nasralla es que el presidente Juan Orlando Hernández y su partido, el Partido Nacional, ejercen un gran control sobre las instituciones del Estado incluyendo el poder electoral.
Hernández y su partido lo niegan.
Sin embargo, Nasralla dice tener pruebas en mano. En septiembre viajó a Estados Unidos a reunirse con legisladores y compartir las supuestas pruebas de las trampas que se preparaban para estas elecciones. El expresidente Zelaya también denunció alteraciones en el padrón electoral.
Ambas acusaciones fueron desestimadas por el TSE.
Una de las quejas específicas es el presunto voto fantasma utilizando los datos de personas que ya habrían fallecido o que emigraron del país. CNN no puede confirmar esta acusación de manera independiente, pero un reporte de la Misión de Observadores Electorales de la Unión Europea tras los comicios presidenciales del 2013 advirtió sobre este problema.
La Misión dijo en un reporte que basado en el registro civil detectaron fallas significativas que debilitan el marco electoral, entre ellas el hecho de que no se hizo una limpieza del registro y que existe un consenso generalizado de que, en 2013, un 30% de las entradas del censo eran de personas fallecidas o emigrantes.