(CNN Español) – El presidente de Bolivia Evo Morales —que cumplió 12 años en el poder el 22 de enero— celebró que en su país los niveles de analfabetismo estén en 2,7% en la actualidad, luego de que en 1995 estuvieran en el 23%, según dijo en su cuenta de Twitter el 9 de enero.
Morales citó cifras del Banco Mundial para hablar sobre analfabetismo y esperanza de vida, que según desde 1995 a la fecha han tenido una reducción importante en su país.
Aumenta el nivel de alfabetización
El Banco Mundial no reporta cifras de alfabetización en 1995 para Bolivia, sino en 1992, y los datos más recientes corresponden a 2015.
En 1992, la tasa de alfabetización de Bolivia era del 80% (un 20% de analfabetismo), según el Banco Mundial, y para 2015 la cifra de alfabetización era del 92,45%, es decir que el 7,6% de la población era analfabeta en Bolivia. La reducción en casi 20 años fue de 12,4 puntos porcentuales.
El 2,7% que reportó Morales coincide con la tasa de analfabetismo para población urbana reportada en el Censo Nacional de Población y Vivienda 2012 de Bolivia (publicado en 2014), que bajó del 6,4% en 2001. Y, en 1992, la tasa de analfabetismo que reportó Bolivia fue de 19,69%. En 2012, el índice general de analfabetismo para Bolivia era del 5,5%.
2017 cerró con una tasa de analfabetismo de 2,52%, según le dijo a CNN en Español Ramiro Tolaba, director del Programa de Alfabetización y Post Alfabetización del Ministerio de Educación.
Según el Gobierno de Bolivia, el éxito se lo debe la implementación de un Programa Nacional de Alfabetización cuando Evo Morales llegó al poder en 2006.
“Cuando él entra al gobierno, encuentra el analfabetismo como uno de los temas más álgidos del país y lo plantea como una de las acciones que había que resolver”, le dijo Tolaba a CNN en Español.
Según él, la implementación del programa ‘Yo Sí Puedo’ permitió que entre 2006 y 2008 las tasas de analfabetismo en Bolivia pasaran del 13,28% al 4,7%.
La herramienta cubana
El programa ‘Yo Sí Puedo’ tiene sus raíces la Cuba de Fidel Castro y fue elaborado en el año 2000 por la pedagoga Leonela Relys. Son 17 cintas previamente grabadas en Cuba, con 65 lecciones que para 2006 ya estaban presentes en 15 países para alfabetizar a miles de personas, según la Unesco.
“El Programa Nacional de Alfabetización empezó con una metodología cubana que fue contextualizada a la realidad boliviana”, dijo Tolaba a CNN en Español.
El objetivo es que las personas aprendieran a leer, escribir, y aprendan aritmética básica, en siete semanas a través de videocasetes, recibiendo los cursos de lunes a viernes dos horas al día.
Durante 11 años de programa se alfabetizó a más de un millón de personas (en un país de más de 11 millones de habitantes) a través de sus programas de alfabetización y posalfabetización (Yo Sí Puedo y Yo Sí Puedo Seguir, respectivamente).
En un informe de 2006, la Unesco resaltó los beneficios de este programa por su “enfoque conceptual de la alfabetización, el aprendizaje, las competencias para la vida diaria y la movilización social” y le otorgó el Premio de Alfabetización “Rey Sejong” ese año.
Tolaba dice que los programas de alfabetización y posalfabetización han sido implementados en lenguas indígenas bolivianas como aimara, quechua y guaraní y que muchos de los beneficiados han seguido los estudios de primaria, secundaria y hasta estudios de nivel superior.
Y justamente esa educación “intra e intercultural” en el lenguaje materno de los indígenas es lo que resalta Adán Pari, experto en educación de Unicef en Bolivia.
“Es importante considerar que Bolivia siendo un país con un alto porcentaje de pueblos indígenas considera necesariamente la educación intra e intercultural y plurilingüe”, le dijo Pari a CNN en Español.
Pero en un informe de 2017 sobre Conocimiento Indígena y Políticas Educativas Educativas en América Latina, la Unesco dice que aunque a nivel nacional la tasa de alfabetismo sea de 92,3%, esta se reduce a 81,07% entre la población cuyo idioma materno es indígena.
“Esta brecha se debe ante todo al bajo nivel de alfabetismo entre las mujeres que hablan un idioma nativo, tanto en el área rural como urbana”, dice el reporte. “Así, si la tasa de alfabetismo entre los hombres que hablan un idioma nativo es relativamente alta (88,96% rural y 92,62% urbano) entre las mujeres indígenas, es muy por debajo del promedio nacional (64,37% rural a 70,69% urbano)”.
¿Y la calidad de la educación?
Los críticos de este programa dicen que más que las cifras, lo que debe analizarse es la calidad de la educación.
“Los procesos de alfabetización [deben tener] el desarrollo de una consciencia crítica, es decir, no una alfabetización mecánica”, le dijo a CNN en Español Orlando Huanca, director de la Carrera Ciencias de la Educación de la Universidad Mayor San Andrés. “Si bien podemos hablar de números y porcentajes, no podemos garantizar lo que es el desarrollo de una calidad educativa en los procesos de alfabetización tal como lo manifiesta el Gobierno”.
A esta preocupación también se le suma Gonzalo Chávez, analista económico de Bolivia, que se refirió a los datos publicados por el presidente Morales.
“Nunca se hizo una evaluación de la calidad de la escritura y lectura de los nuevos no analfabetos”, le dijo Chávez a Gloria Carrasco de CNN en Español. “Este dato surge sobre todo de programas de analfabetismo que alcanzaron a una determinada cantidad de gente, pero no sabemos nada sobre si los resultados fueron los más adecuados”.
En el informe de 2006 sobre ‘Yo Sí Puedo’, una de las críticas de la Unesco al programa es que este no prestaba “mucha atención… a la aritmética y a la reflexión crítica” y que daba prioridad a los procesos de aprendizaje “un tanto mecánicos”.
En un reporte sobre la educación de los niños en Bolivia elaborado por Unicef —que apoya en programas de educación al Gobierno— la organización dijo que la calidad de la educación es una de las “principales preocupaciones” en el país.
“Es muy frecuente que el maestro no cuente con las capacidades necesarias para enseñar a todos los grados juntos e, incluso, enseñe solo en español, y no en la lengua local, ya que muchos maestros no pertenecen a la zona en la que trabajan”, dice el reporte.
Para Tolaba, lo importante de la alfabetización es que la gente pueda desarrollar habilidades básicas para el día a día.
“Nosotros consideramos que más bien lo que el programa les da son las herramientas para que el participante pueda tomar las vías que él requiere para su vida diaria”, dice Tolaba. “El hecho de que la persona aprenda a leer y a escribir, eso le permite tener la posibilidad de mejorar sus decisiones de vida y mejorar sus ingresos y participar activamente en las decisiones de la familia”.
Pero para Huanca, más allá de las cifras de alfabetización —que dice, son un “avance”—, los esfuerzos deben ponerse en volver la educación de Bolivia más competitiva respecto a otros países, pues por ejemplo, el hecho de que el país no participe en pruebas de calidad de la educación como la PISA, los deja rezagados.
“La actual propuesta de la ley 070 ha priorizado lo que es el desarrollo interno, el desarrollo de valores culturales internos, el rescate de valores culturales y se ha descuidado el avance de materias que tenemos en conjunto en general y que debemos avanzar hacia las competencias generales. Entonces hemos quedado rezagados”, agrega.
Y para Chávez, aunque el nivel educativo del país “ha aumentado a un promedio de seis o más años de escolaridad”, solamente se está hablando de cantidad y no de calidad.
“Sabemos que son seis años en un sistema educativo obsoleto y no es lo mismo un año en un sistema educativo de calidad”, le dijo Chávez a CNN en Español.
Bolivia, al igual que Argentina, Ecuador, Panamá, Paraguay y Venezuela, no participó en la evaluación del programa para la evaluación internacional de los alumnos, PISA de 2015, que reveló la baja calidad de la educación en Latinoamérica y el Caribe.