(CNN Español) – Miguel Mejía Castro es un fotoperiodista nacido en Lima que, entre 2013 y 2016, siguió el trabajo de un equipo forense del Estado peruano. Exhumar fosas masivas con víctimas de la lucha antiterrorista que hubo en el Perú entre los años 1980 y 2000 era una de las principales funciones de este equipo.
Fruto de este trabajo es el libro El Dolor del Retorno-Exhumación y entrega de víctima de la violencia política en Perú, una publicación compuesta por textos y fotografías de Miguel Mejía, quien también la editó.
“Tienes que sensibilizarte con lo que está pasando, con lo que ves. Entender a ese familiar detrás del forense que hurga entre los restos de las víctimas”, cuenta el fotógrafo peruano sobre lo que lo mueve a tratar este tipo de temas.
Durante las dos semanas que duraron las exhumaciones en que se tomaron estas imágenes se hallaron 56 cuerpos.
“Había niños y madres fusilados, cuerpos con casquillos de bala”, describe Mejía a CNN en Español. “Mi estilo de trabajo es periodístico”, dice Mejía. “Es decir, yo no modifico nada, trato de retratar lo que veo sin maquillaje, no pido a nadie que se mueva o se ubique a tal o cual lugar”, agrega.
De acuerdo a la Comisión de la Verdad y Reconciliación de Perú (CVR), entre 1980 y 2000 “constituyó el episodio de violencia más intenso, más extenso y más prolongado de toda la historia de la República”.
“Tuve mucho respeto por el espacio de trabajo de los forenses, respetaba las reglas que nos daban. Prefiero que todo fluya e inmiscuirme lo menos posible entre el personaje, de esa realidad dura, dramática y triste. La idea no es ser un elemento que incomode más”, concluye Mejía.
Alrededor de 69.280 personas murieron asesinadas por organizaciones terroristas y el Estados peruano entre 1980 y 2000, según el informe de la CVR, publicado en 2003. “Estas cifras superan el número de pérdidas humanas sufridas por el Perú en todas las guerras externas y guerras civiles ocurridas” desde 1821, cuando Perú se convirtió en una república.
“Me cuesta describir en palabras lo que este trabajo significa para mí. Tomé este tema con tanta seriedad y pasión que me llevó a una rutina de trabajo obsesiva”, comenta Miguel Mejía.
Durante esta exhumación se intervinieron 19 fosas clandestinas que datan de hace 30 años, aproximadamente.
“Yo hacía las fotos de día y por las noches entrevistaba a los testigos, a los forenses, a los familiares”, cuenta Miguel Mejía sobre su método de trabajo de campo.
“Muchos dicen que hay que olvidar el tema de la violencia en el Perú, que es algo que ya pasó, pero yo me pregunto: ¿qué hay que olvidar si esto no ha pasado aún? Todavía hay peruanos que buscan a sus familiares asesinados en los cerros”, reflexiona el autor de las imágenes.
“Las décadas de violencia en el Perú no es historia, es presente, es coyuntural, aún existe, es noticia, está pasando”, agrega Mejía.
“Me he esforzado en la edición para que sea un libro que sea entendido por cualquier persona, he pensado mucho en el lector, el objetivo del periodista sumado a las buenas imágenes”, asegura Mejía Castro sobre su libro.