(CNNMoney) – Los mercados bursátiles alrededor del mundo son un mar de cifras rojas. Pero los inversionistas no deberían entrar en pánico. Al menos por ahora.
La caída histórica del índice Dow Jones este lunes estuvo seguida por ventas más fuertes en Asia y Europa al otro día. Los desplomes repentinos se producen después de un fuerte repunte en las acciones mundiales durante 2017, lo que la pregunta sobre si la fiesta ha terminado.
Muchos expertos señalan que el declive de esta semana probablemente sea un incidente a corto plazo y no provoque mayores preocupaciones. Aquí están las razones:
Desarrollando toda su potencia
La economía global está en buen estado.
“Mientras la recesión sea poco probable en Estados Unidos y globalmente, es posible que esto solo sea una corrección”, indicó Shane Oliver, jefe de estrategia para inversiones en la firma AMP Capital.
Y los economistas no están hablando de recesión.
En Estados Unidos, el desempleo llegó a un mínimo de 17 años. Además, los salarios promedio por hora aumentaron el mes pasado a su mayor pico en ocho años. La confianza de los consumidores y las empresas están cerca de niveles récord.
Eso suma mucho más que unos pocos días de pérdidas en Wall Street.
“Las empresas con cotizaciones no son muy importantes económicamente”, sostuvo Paul Donovan, economista en jefe de UBS Wealth Management, agregando que estas compañías representan “una minoría del empleo y la actividad económica”.
La caída de los mercados puede generar una lectura poco alegre de tu portafolio de acciones o de jubilación, pero el desplome a corto plazo no debería ser una razón para enloquecer.
“El efecto riqueza en los consumidores es importante, aunque los mercados laborales pueden superar eso”, insistió Donovan. “La mayoría de los estadounidenses tienen un trabajo. Y casi la mitad de los estadounidenses no poseen acciones”, añadió.
Pero no se trata únicamente de que EE.UU. lo esté haciendo bien. Europa también ha desarrollando toda su potencia. Y tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional plantearon recientemente perspectivas optimistas para la economía global durante este año.
Entonces, ¿de qué estar pendientes?
Las señales de futuros problemas incluirían una alta inflación, un rápido aumento en las tasas de interés y precios desenfrenados en las propiedades.
“Hasta el momento no estamos viendo nada de eso”, explicó Oliver. Y mientras eso no ocurra, él cree que los precios de las acciones deberían seguir aumentando.
Ric Spooner, analista jefe de mercados en la corredora de bolsa CMC Markets, sostuvo que está vigilando la “economía real” para descifrar hacia dónde se dirigen las acciones. Eso implica industrias como la producción y la construcción.
Con el objetivo de lograrlo, él explica que observa el precio del cobro. Ese metal se usa en todo: desde casas nuevas hasta productos electrónicos y generación de energía. “Si empezamos a ver que está cayendo significativamente, eso sería una mala señal”, aseguró Spooner.
Por ahora, el precio del cobre ha subido caso un 20% durante el año pasado. Y desde el comienzo de 2018, ha caído alrededor de un 3%.
¿Temores excesivos de la Reserva Federal?
Una de las mayores cosas que ha espantado a los inversionistas esta semana es la posibilidad de que las tasas de interés aumenten más rápido de lo previsto. Pero, en teoría, eso no debería ser motivo de alarma.
“El incremento en las tasas de interés es el resultado de un crecimiento económico sano”, escribió este martes Larry Adam, estratega jefe de inversiones globales en Deutsche Bank Wealth Management, en una nota para sus clientes.
Unas tasa de interés más altas pueden impactar las ganancias corporativas y ralentizar el crecimiento económico, si las compañías y los consumidores están menos dispuestos a pedir dinero prestado para gastarlo o invertirlo.
Los inversionistas están esperando que la Reserva Federal de Estados Unidos aumente las tasas varias veces durante este año. Pero, incluso si eso ocurre, las tasas se mantendrían bastante cerca de los mínimos históricos registrados en los últimos años.
Es poco probable que el nuevo presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, cometa un “error de principiante” y se mueva demasiado rápido, anticipó Adam.
Según él, otra señal de alarma podría ser que el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años aumente a 3,25%. Actualmente está en 2,72%.
Algunos dicen que es el momento de comprar
Para los inversionistas más atrevidos, el desplome de esta semana podría ser una oportunidad de irse de compras en el mercado bursátil.
Rob Carnell, jefe de investigación para Asia-Pacífico en ING, señaló que los inversores todavía tienen mucho efectivo extra que están buscando poner en los mercados.
Si lo hacen –y cuándo lo decidan– los mercados podrían ponerse al día de nuevo.
“Si no eres rápido, te perderás de lo que probablemente será el mayor movimiento del mercado este año”, concluyó.