(CNN Español) – Fueron menos de 10 minutos en el campo de juego, pero es quizá el inicio de una etapa gloriosa. Yerry Mina ya es oficialmente el primer colombiano en jugar un partido con el FC Barcelona.
Lo hizo en la victoria 0-2 del equipo culé sobre el Valencia que le dio el paso a la final de la Copa del Rey. Sustituyó en el encuentro Gerard Piqué (pareja, por cierto, de la colombiana Shakira) al minuto 83.
“La verdad que muy feliz por este momento que estoy viviendo”, dijo el colombiano al canal oficial del Barcelona. “Fue emocionante, porque no había salido ni a calentar entonces para mí fue espectacular. Estos momentos nunca se olvidan. Cuando el profe me llama sentí felicidad y cuando entré al terreno de juego, que toqué la primera bola tenía esa confianza por lo que mis compañeros me han arropado muy bien”.
Además, en declaraciones a DirecTV Sports, Mina envió un saludo muy especial para sus compatriotas: “Mis sueños se van cumpliendo. Un saludo para toda la gente de Colombia y Guachené con papa y yuca”.
La reacción fue igual de emocionante para los colombianos: los medios y usuarios en redes sociales registraron el momento con entusiasmo.
El próximo domingo Mina podría empezar el partido de Liga como titular por la ausencia de Umtiti por acumulación de amarillas.
Mina llegó al Barça proveniente del Palmeiras por un costo de 11,8 millones de euros. Llegó tras la salida al fútbol chino de Javier Mascherano.
Mina es el primer colombiano que jugará partidos oficiales con el Barcelona.
“Lauro Mosquera disputó un partido amistoso contra el Sabadell el 24 de junio de 1964, pero no se quedó finalmente en el Club”, indicó el equipo haciendo referencia al otro colombiano que jugó con la alineación.
Mina, nacido en 1994, debutó con la Selección Colombia en octubre de 2016.
Otros datos curiosos que compartió el Barcelona sobre Mina:
- Es el jugador más alto del equipo (1,95 metros), seguido de Piqué (1,94 metros).
- Es el décimo colombiano en militar en La Liga
- Tiene una fundación solidaria a unos 30 kilómetros de la ciudad de Cali, en el suroccidente colombiano, que ayuda a unas 2.000 personas