CNNE 491873 - colombia frontera venezuela
Colombia refuerza controles inmigratorios por éxodo masivo de venezolanos
02:39 - Fuente: CNN

(CNNMoney) – Colombia fue alguna vez la estrella económica en ascenso de América Latina. Ahora, tiene una larga lista de desafíos y la más reciente de ellas es una crisis de refugiados sin precedentes.

Los venezolanos están llegando a Colombia para huir del desastre humanitario que hay en su país natal.

Colombia ya estaba lidiando con escándalos de corrupción, una producción de cocaína récord, recortes propuestos en la ayuda económica por parte de Estados Unidos, dolores de cabeza por petróleo y un costoso acuerdo de paz para terminar una guerra civil de 50 años.

Otro golpe llegó en diciembre, cuando Standard & Poor cortó el índice de crédito de Colombia a un nivel por encima del estatus basura. Y además de esto, el país está ad portas de una elección presidencial en mayo.

Imagen de archivo. Cientos de inmigrantes venezolanos cruzan el puente internacional Simón Bolívar en San Antonio del Táchira en Venezuela, hacia el departamento de Norte de Santander, el 10 de febrero de 2018.

La economía de Colombia solo creció en un 1,8% el año pasado, el ritmo más lento desde la crisis financiera global de hace una década. En 2011, creció a un ritmo del 6%.

“De hecho ya no es la estrella que fue hace cuatro o cinco años”, dice Richard Francis, director de deuda soberana de América Latina en Fitch Raitings.

‘Números de personas que representarían un desafío para cualquier país’

Los venezolanos están sufriendo por la severa escasez de comida y medicinas, una moneda sin valor y un régimen político que muchos gobiernos, incluyendo el de Estados Unidos, consideran es una dictadura.

Esas crisis están haciendo que mucha gente llegue a Colombia en grandes cantidades. Más de medio millón de venezolanos vivían en Colombia el año pasado, un aumento del 62% más respecto a mediados de 2017. Improvisados campos de refugiados están apareciendo en estacionamientos y parques en la ciudad fronteriza de Cúcuta, en el departamento de Norte de Santander en Colombia.

Colombia es tanto un lugar para quedarse como un punto de tránsito. El número de venezolanos que cruzaron Colombia en ruta hacia otro país aumentó en un 600% el año pasado, a 231.000.

El presidente de Colombia Juan Manuel Santos recientemente aumentó los controles a los refugiados y ordenó que más de 3.000 agentes de la fuerza pública resguardaran la frontera.

La Agencia para los Refugiados de las Naciones Unidas, ACNUR, abrió recientemente una tercera oficina en la frontera colombovenezolana para complementar los esfuerzos humanitarios del gobierno de Colombia.

Josef Merkx, representante en Colombia de ACNUR, le dijo a CNN que las autoridades colombianas y las comunidades que viven en la frontera hacen su mejor esfuerzo, pero están “tensos”.

América Latina “está enfrentando una de las mayores salidas de población de su historia”, le dijo a CNN Merkx en un correo electrónico. “Colombia no ha sido un país anfitrión para un gran número de migrantes y refugiados, y están recibiendo números de personas que representarían un desafío para cualquier país”.

Otros problemas

La costosa crisis de refugiados llega en un momento particularmente difícil. Los líderes colombianos han impuesto ajustes de cinturón para disminuir los gastos, como impuestos más altos y recorte de costos en la compañía estatal petrolera.

Como muchos otros países, Colombia ha sufrido principalmente por una caída en los precios del petróleo que empezó a finales de 2014. El petróleo es el principal producto de exportación de Colombia y la economía del país depende fuertemente de los productos básicos para su crecimiento.

La caída del petróleo puso a Colombia en un hueco del que aún está cavando para salir y el país enfrenta otras complicaciones que muchos países no tienen: los colombianos están legalmente autorizados a detener o prevenir los proyectos de perforación, exploración y extracción debido a preocupaciones ambientales o de salud.

Hasta diciembre, hubo 45 peticiones de estas, según una agencia del gobierno. Expertos dicen que las compañías extranjeras están perdiendo su apetito para perforar allí.

Otros problemas que han enredado la economía son el escándalo de corrupción que sacudió América Latina en el que el gobierno de santos se vio involucrado, pues esto ha retrasado o detenido algunos proyectos de infraestructura, según expertos.

También está el tema de la producción cocaína que ha hecho que el gobierno de Trump propusiera un recorte del 35% de la económica a  Colombia.

Además implementar el acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC es una carga financiera más, pues integrar a miles de exguerrilleros a la sociedad es costoso. Santos aumentó los impuestos el año pasado en parte para pagar los costos de la paz.

‘Una economía saludable’

Algunos economistas dicen que los desafíos son leves en el panorama general. Colombia no ha tenido una recesión desde 1999, y a pesar de la caída económica, el desempleo se ha mantenido en un 9%.

Sus problemas son nada comparados con los de Venezuela y no enfrenta tantas amenazas del gobierno de Trump como México. Su economía no colapsó con los precios del petróleo y los escándalos de corrupción como lo hizo Brasil, que sí sufrió una recesión más larga.

Y las tasas de homicidios y crímenes de Colombia, que alguna vez fueron infamemente altas, se han desplomado en los últimos 15 años. En casi todas las medidas, ha progresado significativamente desde los días oscuros de Pablo Escobar.

Santos recibió el Premio Nobel de Paz el año pasado por terminar una guerra civil.

Y se prevé que el crecimiento también repuntará un poco este año. El vaso está medio lleno, dicen algunos.

“Siempre habrá desafíos”, dice says Marc Hofstetter, economista de la Universidad de los Andes de Bogotá, “pero sobre todo la economía colombiana es saludable”.