(CNN) – El sexting o sexteo es una práctica común entre los jóvenes y ha aumentado en la última década, algo que plantea un creciente desafío para educadores y padres de familia, según un nuevo estudio.
Uno de cada cuatro jóvenes dijo que ha recibido sexteo, mensajes de texto o imágenes de contenido sexual explícito a través del teléfono móvil o de otros dispositivos electrónicos. Y uno de cada siete lo ha enviado, según un estudio publicado este lunes en el diario JAMA Pediatrics. La investigación incluía información de 39 proyectos de investigación separados realizados entre enero de 1990 y junio de 2016, con un total de 110.380 participantes, todos ellos menores de 18 años y algunos hasta de 11 años.
Los investigadores se enfocaron en información desde 2008 y hallaron un aumento en el sexteo entre los jóvenes.
El aumento del número de jóvenes involucrados en enviar o recibir mensajes o fotografías sexualmente explícitos coinciden con una rápida expansión al acceso a los teléfonos celulares.
Con esa tendencia en mente, los autores del estudio sugieren que “la información específica sobre la edad en el sexteo y sus potenciales consecuencias deberían proporcionarse regularmente como un componente de la educación sexual”.
¿Por qué se sextea?
Los investigadores encontraron que los jóvenes participan en el sexteo lo hacen en gran parte como una manera de comenzar a explorar la atracción hacia otras personas.
“A medida que los adolescentes crecen, vamos viendo que aumentan las cifras de quienes hacen sexteo. Tal como lo vemos con el comportamiento sexual real”, dice el coautor del estudio Jeff Temple, profesor de siquiatría en del Centro Médico de la Universidad de Texas.
“No es extremadamente sorprendente teniendo en cuenta que mientras los adolescentes crecen, sus intereses en la sexualidad se intensifican. Tratan de descubrir quienes son”, agrega Temple.
El estudio predice una tendencia al alza similar en el sexteo entre jóvenes adolescentes y preadolescentes. Junto a una falta de consciencia de los riesgos que esto conlleva, especialmente entre los más jóvenes, es una preocupación, dijeron los investigadores.
Los preadolescentes pueden ser particularmente vulnerables a las dificultades del sexteo. Las relaciones entre preadolescentes (niños de 10 a 12 años) a menudo son efímeras y esto hace que los individuos sean más vulnerables a que los ‘sexts’ se envíen sin consentimiento o estén sujetos a ‘sextorsión’: el uso de imágenes o videos de desnudos como una forma de amenaza o chantaje.
Según el estudio, el 12,5% de los jóvenes —o uno de cada ocho— reportaron que se les ha enviado un mensaje sin el consentimiento del remitente y/o el destinatario.
“Por esto es porque el concepto de seguridad digital es tan importante: porque sabemos que esto está pasando”, dice Sheri Madigan, profesor asistente del Departamento de Sicología de la Universidad de Calgary. “Sabemos que el ‘sexting’ está siendo enviado sin consentimiento, así que si los padres están teniendo conversaciones con sus hijos sobre esto, pueden hablar sobre los riesgos potenciales”.