(CNN) – La aseveración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que está listo para irse en la mitad de la cumbre con Corea del Norte revela los altos riesgos que hay en la reunión sin precedentes con Kim Jong Un que está planeada para las próximas semanas.
Trump les dijo a los reporteros en Mar-a-Lago este miércoles, que “si la reunión, cuando esté allá, no es fructífera, respetuosamente me iré”.
La idea de una partida abrupta en la mitad de la reunión fue del nuevo asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, según una persona familiar con las conversaciones. Salirse en la mitad de la reunión podría proporcionar un nivel trumpiano de teatralidad a un evento ya dramático, dijo la fuente.
Pero esto podría ofender profundamente a un líder con capacidades nucleares que ha hecho amenazas contra Estados Unidos, y provocar un corto circuito en la diplomacia, dicen analistas.
Trump está asumiendo que puede lograr un progreso genuino —algo muy improbable más allá de un gesto preestablecido como el de liberar a ciudadanos estadounidenses que han estado presos en Corea del Norte— especialmente dado que el gobierno está aunando esfuerzos para lograr una reunión en cuestión de semanas, algo que usualmente tomaría años de preparación.
Muchas oportunidades y un gran riesgo
“La cumbre en sí misma trae una gran oportunidad y un gran riesgo al mismo tiempo”, dijo Lisa Collins, experta en Corea del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “El que Trump diga ‘solo me pararé y me iré’, solo demuestra los riesgos que se han venido acumulando. Él podría salir con un tratado de paz o venir y decir ‘No obtuvimos nada de esto, vamos a regresar para tener un enfoque más duro’”.
Trump, quien les ha dicho a sus consejeros que confía en su habilidad para influir en Kim, asombró a los observadores con el anuncio que hizo el mes pasado de que se reuniría con el líder de Corea del Norte a pesar de las preocupaciones de aliados como Japón.
El gobierno dio otra sorpresa esta semana con la noticia de que el director de la CIA y nominado para secretario de Estado, Mike Pompeo, se había reunido con Kim Jong Un en Pyongyang para preparar el terreno previo a la cumbre.
El excomandante supremo aliado de la OTAN, James Stavridis, dijo que la noticia del viaje de Pompeo lo dejó “honestamente incrédulo”, en parte porque pasó mucho tiempo antes de que se diera a conocer.
Hablando en el conservador programa de radio presentado por Hugh Hewtitt, Stavridis dijo que creía que hay “cerca del 70% de posibilidades de salir de esto diplomáticamente. Pero la mala noticia es que creo que hay un 30% de posibilidades de volver a los viejos malos tiempos, y estaremos en una peligrosa zona con Kim Jong Un”.
Corea del Norte hizo un gesto significativo al abandonar su histórica demanda de que Estados Unidos retirara sus fuerzas de Corea del Sur a cambio de su desnuclearización, según dijo el presidente de Corea del Sur Moon Jae In este jueves, lo que fue algo inesperado y le da un giro a la situación.
“Estamos en aguas inexploradas”, dijo Bruce Kilingner, exsubdirector de la división para Corea en la CIA y actual socio senior en la Heritage Foundation. El viaje de Pompeo fue “una sorpresa en un año lleno de sorpresas, especialmente cuando piensas dónde estábamos hace dos meses, hablando sobre ataques preventivos”, dijo Klingner.
El hecho de que Pompeo haya estado involucrado desde el principio y que al parecer esté actuando como el diplomático más alto de Estados Unidos, “hace que sea más posible que la cumbre entre Estados Unidos y Corea del Norte ocurra”, dijo Klingner. “Tal vez haya mayores perspectivas de progreso de lo que ninguno de nosotros se había dado cuenta”.
Pero el viaje de Pompeo, ocurrido hacia el fin de semana de Pascua, ha generado tanto elogios y críticas de legisladores mientras enfrenta una lucha de confirmación en el cargo.
Con la preocupación de que su nominación pueda estar en problemas, el gobierno y sus aliados han dicho que la visita de Pompeo es evidencia de su calificación y —para contrarrestar las críticas frecuentes de que el exlegislador de Kansas tiende a ser beligerante— sus tácticas diplomáticas.
Trump tuiteó este jueves que “Mike Pompeo es destacado. Fue el primero en su clase en West Point. Un estudiante top en la Escuela de Leyes de Harvard. Un éxito en todo lo que ha hecho. Necesitamos que el Senado apruebe a Mike tan pronto como sea posible. Él será un gran secretario de Estado”.
El senador republicano de Arkansas, Tom Cotton, un amigo cercano de Pompeo, dijo este miércoles en una sesión informativa con reporteros que “ahora que de hecho él está sentado con Kim Jong Un, esa es la mejor evidencia imaginable de que está comprometido con la diplomacia”.
Y muchos demócratas parecen positivos o neutrales sobre el viaje.
Por ejemplo, el senador de Viriginia Mark Warner, el demócrata en el cargo más alto en la Comisión de Inteligencia del Senado, le dijo a CNN que Pompeo lo mantuvo “adecuadamente informado”, después de su regreso y antes de que la noticia se diera a conocer.
Los demócratas moderados que están indecisos sobre la nominación de Pompeo, dicen que su viaje secreto no es una grave preocupación mientras deciden si apoyarlo o no. “Podría ser algo positivo, de hecho”, dijo el senador demócrata de Montana, Jon Tester.
– Sophie Jeong y Seo Yoonjung en Seúl, Corea del Norte, contribuyeron con este reporte.