Retrato de Francia Márquez distribuido por Goldman Prize.

(CNN Español) – “Una formidable líder de la comunidad afrocolombiana”. Así describió el jurado del Goldmand Prize a Francia Márquez, la colombiana que acaba de ganar este premio, considerado un ‘Nobel’ de medio ambiente.

El anuncio del premio se dio a conocer este 23 de abril, siendo la gala de entrega el mismo día por la noche en San Francisco, Estados Unidos. Goldmand Prize destacó a la colombiana por “organizar a las mujeres de La Toma”, una pequeña localidad al oeste del país, y “parar la minería ilegal de oro en su tierra ancestral” que estaba contaminando con mercurio el río en el que pescaba toda su comunidad.

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“Ella ejerció una presión constante sobre el gobierno colombiano y encabezó una marcha de 10 días y 560 kilómetros de 80 mujeres a la capital de la nación, lo que resultó en la eliminación de todos los mineros y equipos ilegales de su comunidad”, escribe el jurado del premio, que también fue otorgado a Makoma Lekalakala y Liz McDaid, de Sudáfrica; Khanh Nguy Thi, de Vietnam; Claire Nouvian, de Francia; Manny Calonzo, de Filipinas y LeeAnne Walters, de Estados Unidos.

Goldmand Prize destacó la historia de la activista afrocolombiana, que empezó a luchar por el medio ambiente desde adolescente y decidió estudiar leyes para poder defender su territorio. “Cuando hablo, hablo por un lugar de justicia, no solo para negros, también para indígenas, mujeres”, contó la propia Márquez en un video proyectado a modo de presentación de la ganadora.

El discurso de la colombiana fue emocionante, con la propia Márquez parando en ciertos momentos de tensión y recordando a Berta Cáceres, activista medioambiental de Honduras ganadora en 2015 del mismo premio y asesinada en 2016. “Este premio no es un reconocimiento exclusivo a Francia Márquez, sino a todas y a todos los que resisten por defender el medio ambiente y la vida. Gracias a Berta Cáceres, que nos sigue acompañando”, dijo Márquez.

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Antes, palabras de recuerdo de su historia: “Crecí en un territorio ancestral que data desde 1936”, dijo. “Desde pequeños nos enseñaron el valor de la tierra”, continuó. “Sabemos que los territorios donde hemos construido nuestra comunidad y recreado nuestra cultura no fueron un regalo. Le costó a nuestros mayores muchos años de trabajo y sufrimiento en minas y haciendas esclavistas”.

“La crianza en mi comunidad se basa en valores como la solidaridad, el respeto y la honestidad. Se nos enseña que la dignidad no tiene precio, que resistir no es aguantar”, contó la activista, que aseguró que en su comunidad la enseñanza pone énfasis en “amar y valorar el territorio como espacio de vida”. Que les enseñan “a luchar por este, incluso poniendo en riesgo nuestra propia vida”. Algo que le pasó a ella misma pues, según Goldmand Prize, su defensa del medio ambiente en su territorio la obliga a viajar con guardaespaldas por las amenazas recibidas contra ella y su familia.

Márquez se describió como “parte de la lucha contra el racismo estructural, parte de quienes luchan por seguir pariendo la libertad y la justicia. De quienes conservan la esperanza por un mejor vivir”. Por supuesto, recordó la lucha de las mujeres, que ella misma lideró: “[soy parte] de aquellas mujeres que usan el amor maternal para cuidar su territorio como espacio de vida. De quienes alzan la voz para parar la destrucción de los ríos, los bosques y los páramos”.

“En el nombre del desarrollo la mayor parte del río en el territorio está siendo contaminado con mercurio”, decía Márquez en el video de presentación proyectado en la gala. Ya en su discurso, retomó esta idea: “[soy parte] de aquellos que sueñan en que un día los seres humanos vamos a cambiar el modelo económico de muerte para darnos paso a construir un modelo económico que garantice la vida”, dijo, arrancando aplausos de los presentes.

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Para concluir, la activista lanzó un mensaje claro: “Ustedes pueden quedarse tranquilos y pensar que nada está sucediendo mientras el planeta, la casa común, se destruye”, dijo. “O podemos juntarnos para realizar acciones que frenen el cambio climático”, apostilló. “Enfriar el planea es nuestra responsabilidad”, sentenció.