(CNNMoney) – La primavera en Japón hace florecer las famosas flores de cerezo, pero también causa ataques generalizados de fiebre del heno que afectan a las empresas en todo el país.
Japón perderá unos 1.800 millones de dólares este año por culpa de las alergias al polen, según la firma de investigación de Tokyo Dai-Ichi Life Research Institute.
El daño se presenta de muchas formas, según el economista jefe de la institución, Toshihiro Nagahama. Menos personas quieren salir a la calle, lo que afecta al consumo, y los trabajadores que sufren fiebre del heno se toman más días por enfermedad. O, si van al trabajo, son menos productivos.
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Y 2018 parece ser uno de los peores años en lo que a fiebre de heno se refiere. La cantidad de polen en algunas partes del país es más del doble si se compara con las cifras del año pasado.
En Tokio, el efecto está siendo especialmente duro. Una encuesta del gobierno local de este año mostró que la mitad de la población de la ciudad sufre de fiebre del heno, comparado con menos de un tercio en 2008.
En el corazón del problema está el esfuerzo de reforestación de Japón después de la Segunda Guerra Mundial.
Por desgracia para los sufridores de la fiebre del heno, muchos de los árboles plantados eran cedros y cipreses, que ahora han madurado y están llegando a su pico de producción de polen en años.
La ciudad gasta unos siete millones de dólares cada año para reducir los árboles que inducen alergias y reemplazarlos con variedades de polen más bajas.
Las autoridades han estado replantando unas 60 hectáreas cada año desde 2006, pero arrancar tantos árboles tan rápido podría desencadenar deslizamientos de tierra e inundaciones de las colinas alrededor de Tokyo.
“No es suficiente”, dijo Mamoru Ishigaki, quien está a cargo de los bosques de Tokio. La ciudad tiene unas 30.000 hectáreas de árboles que producen polen, añadió.
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“Me gustaría ampliar la cantidad que trasplantamos, pero incluso así eso tardará entre 100 y 200 años en completarse”, dijo Ishigaki. El coste del programa de replantación sumará miles de millones de dólares.
Pero no todo el mundo pierde dinero por la fiebre de heno: la demanda de máscaras quirúrgicas y medicamentos ha aumentado, dando a las compañías farmacéuticas y tiendas de medicinas un estímulo.
Las ventas de medicamentos contra la fiebre del heno superaron los 184 millones de dólares en marzo, según la firma japonesa de investigación médica Anterio, el nivel más alto en 10 años y un aumento del 50% respecto al mismo mes del año anterior.
– Yoko Wakatsuki y Junko Ogura contribuyeron a esta nota.