CNNE 527281 - imagen de archivo de un hospital

(CNN Español) – “México se encuentra al borde de una crisis de salud pública”. Esta fue la conclusión de un estudio publicado este martes 22 de mayo por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

El instituto alerta que durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto el presupuesto de la Secretaría de Salud se ha reducido en un 20%, medido frente a la inflación. 

En otras palabras, este descenso en el presupuesto que señala IMCO obedece al cambio en el valor del dinero, que va variando a lo largo de los años. Según los datos de IMCO, si se miran los presupuestos de México para la salud y se equiparan a lo que valía el peso mexicano en 2012, es cuando se observa esa bajada del 20% en el presupuesto actual, de acuerdo a los datos extraídos de Hacienda por IMCO.

En 2018 el presupuesto fue de 90.558 millones de pesos (con su valor de 2012, que equivaldría a 4.608 millones de dólares con la tasa de cambio actual), mientras que en 2012 fue de 113.480 millones (el equivalente a 5.774 millones de dólares con el cambio actual).

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La Secretaría de Salud de México dijo a CNN en Español que no se pronunciaría sobre estos datos hasta después de las elecciones presidenciales, previstas para el 1 de julio.

Fátima Masse, consultora de IMCO, le aseguró a CNN en Español que el presupuesto es “insuficiente” para la “realidad” del país. Así, Masse aseguró que, como resultado de ese descenso en la inversión en salud, está habiendo un “desabastecimiento de medicamentos” y un aumento en los tiempos de espera para las consultas.

Por este motivo, argumenta IMCO, muchos mexicanos se están yendo a la salud privada, con el coste económico que esto conlleva. “Es un doble gravamen”, se quejó Masse, que indicó que “lo preocupante” es que ese dinero se saca del hogar y podría usarse para otras cosas (como educación). Asímismo, dijo que el problema que ellos ven radica en que México es ahora el segundo país de la OCDE con mayor porcentaje de gasto de bolsillo en salud y que un aumento de este gasto “puede condicionar a una familia a caer en la pobreza”.

Esto ocurre, indica el informe, especialmente en el caso de los tratamientos de enfermedades crónicas, que se alargan mucho en el tiempo. Esta clase de dolencias son, además, siete de las 10 principales causas de muerte en México en el año 2016, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) usados por IMCO.

IMCO alertó de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya había advertido a México sobre el riesgo de una “epidemia de obesidad” que es, de acuerdo al instituto, “el principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades crónicas”.

“El derecho a la salud no debe estar condicionado al nivel de ingreso”, escribe el informe, que alerta también de una inflación en los precios de la salud, tanto de los aparatos médicos (como gafas), como de los medicamentos y servicios médicos como consultas u hospitalizaciones. Esto está ocurriendo, dice IMCO, desde 2014, y sigue “una tendencia global”, explicó la consultora. Para ella, el problema con esto es que es otra presión más al gasto de bolsillo de las familias mexicanas.

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¿Una cobertura médica universal?

En una charla dada el 23 de mayo en un foro de salud organizado por la revista Forbes, el secretario de Salud, José Narro, admitió que México “tiene que invertir en salud para prevenir enfermedades y atender a la población que lo necesite”. En este sentido, coincidió en los datos aportados por IMCO el día anterior y dijo que el sobrepeso y la obesidad “son los principales problemas de salud que enfrenta la sociedad mexicana”.

El propio Narro mencionó que el número de defunciones por enfermedades crónicas no transmisibles se incrementó “más de siete veces” si se comparaba con los datos de hace 36 años. También dijo que, si estas enfermedades no se detectan a tiempo “generan pérdidas en la productividad y afectan al sistema económico”.

De hecho, el informe del IMCO dice que las pérdidas de ingresos de los hogares derivadas del aumento del gasto por esta clase de enfermedades “podrían alcanzar el 1% del PIB”. “Si el gobierno no actúa, estas pérdidas podrían crecer a más de 302.000 millones como mínimo” en 2030, dice el reporte basándose en datos propios.

Ante esta situación, el Instituto Mexicano para la Competitividad llamó al gobierno a lograr una cobertura médica universal. Eso sí, la propia Masse reconoció a CNN en Español que se trata de un objetivo que “no es fácil”. Es más, lo calificó como “políticamente inviable en el corto plazo” ya que requeriría una reforma “muy fuerte” que consolidara los sistemas de salud de la nación, que en la actualidad están “muy fragmentados” y que también habría que valorar cómo se podría financiar algo así.

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“En el contexto actual no se puede lograr”, aceptó la consultora, quien, aún así, defendió que “hay pequeños pasos que se pueden dar en el sentido correcto”. En este sentido, IMCO aboga por tener “servicios de salud más inclusivos, eficientes y transparentes”.

En concreto, pide “crear métricas de calidad en los servicios de salud” y tomar acciones para que los servicios de salud estén más centrados en el paciente que, en la actualidad y según IMCO, se encuentra “desamparado como consumidor”.