(CNN) – Para los miembros de la tribu chugach en Alaska, los objetos antiguos son todo lo que les queda. Los restos invaluables son testimonio de su rica historia, su sentido de pertenencia, su cultura.
Pero cientos de años de exploradores rasgando sus tierras y robando su historia han dejado estos artículos esparcidos por todo el mundo.
Afortunadamente, esto está comenzando a cambiar.
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Nueve objetos sagrados que un explorador saqueó de la tribu en el siglo XIX, incluidas máscaras funerarias y una cuna, finalmente vuelven a casa tras haber estado almacenados en un museo en Alemania.
“Es muy importante mantener nuestra cultura viva y vibrante”, dijo John Johnson, de la Corporación Chugach Alaska, a CNN. La corporación posee parte de los activos de la tribu y trabaja para mantener la independencia financiera de los nativos de Alaska. “Muchos de nuestros objetos están diseminados por todo el mundo”, aseguró.
Pero recuperar elementos como estos no se da de la noche a la mañana.
Artefactos con significado espiritual
La tribu chugach ha ocupado el área alrededor de Prince William Sound en Alaska durante miles de años. La tribu actualmente tiene más de 4.000 personas. Las historias de sus orígenes se han transmitido de generación en generación.
Los miembros de la tribu dicen que el nombre Chugach originalmente provenía de cazadores nativos que exploraban el área que ocupan hasta ahora. Para ellos, parecía que las montañas salían del hielo glacial y cubrían la bahía. Los cazadores se dirigieron hacia allí gritando “Chu-ga, chu-ga”, que significa “apúrate, apúrate”. Cuando se establecieron en el área, llamaron a la tribu chugach.
Historias como estas pueden transmitirse a través de palabras. Pero no los objetos, que también muestran las formas de vida de los ancestros tribales.
“Muchos de estos objetos tienen un fuerte significado religioso y espiritual… y esto ayudará a enseñar a la generación más joven y a ayudar a mantener nuestra cultura viva e intacta”, dijo Johnson.
Los ancianos de la tribu son muy especiales en cuanto a los objetos sagrados. Y cuando la tribu no tiene control sobre sus artefactos, no están siendo tratados con el respeto que la tribu cree que merece, dijo.
Entre los artículos que acabamos de devolver están una cuna que alguna vez tuvo un bebé momificado y máscaras funerarias tradicionales. Un explorador los robó de las tierras de la tribu chugach, en la década de 1880. Habían estado en el Museo Etnográfico de Berlín.
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Los museos también se benefician
En Estados Unidos hay leyes para proteger artefactos nativos. No hay leyes similares en Europa.
Usulamente, los museos odian renunciar a partes de sus colecciones. Es por ello que Johnson dice estar está emocionado de que el Museo Etnográfico de Berlín lo haya hecho.
Johnson cree que los museos obtienen “100% más de conocimiento” al devolver estos artefactos y comprometerse con las tribus en lugar de dejar los objetos en cajas.
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“Si los museos hacen todo lo posible para ser honorables y trabajar con las tribus… tienen las oportunidades de intercambio cultural más increíbles que puedan suceder”, asegura Johnson.
Una vez que los objetos lleguen a Estados Unidos, la corporación trabajará con las aldeas locales de nativos americanos para decidir qué hacer con ellos. Él cree que las aldeas desarrollarán centros culturales para mostrar lo ahora repatriado y otros objetos que esperan obtener pronto de otras áreas del mundo.