(CNN Español) – ¿Está en crisis el espectáculo del fútbol en Argentina? Incidentes entre hinchas y la policía, trabajos ilegales de las barras bravas en las canchas de fútbol, venta de drogas, narcotráfico y asesinatos son algunos de los delitos cometidos en nombre del deporte a lo largo de la historia en Argentina.
Desde 1922 han muerto 317 personas a raíz de la violencia en ese deporte, de acuerdo con las estadísticas de la organización Salvemos al Fútbol.
En respuesta a esa crisis, desde 2013 el Gobierno y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) han tratado de resolver el problema con medidas tales como la prohibición de la asistencia del público visitante. Sin embargo, pese a que la violencia entre barras bravas ahora exhibe una menor escala, continúa siendo un problema en el país. Y para algunos no hay solución.
¿Cómo lograr que la pasión por el fútbol no degenere en hinchas violentos?
Un problema de raíz
Daniel Ferreiro, vocero de la AFA, no cree que el problema de la violencia en las canchas de fútbol se vaya resolver pronto.
“El que diga que tiene solución está mintiendo porque hace 100 años venimos hablando de lo mismo”, dijo Ferreiro en una entrevista telefónica con CNN.
Ferreiro, quien también fue dirigente del club Nueva Chicago y durante su presidencia denunció ante la justicia a un grupo de violentos en los estadios, dijo que uno de los problemas mayores que tiene Argentina son las leyes anticuadas que protegen a grupos violentos como las barras bravas.
Ferreiro aseguró que a raíz de las “leyes anticuadas” los violentos entran por una puerta y salen por otra, como una “puerta giratoria”. Explicó que la justicia argentina no logra imponer leyes severas a los barrabravas (hinchas violentos) para que cumplan su condena.
“Con las leyes actuales es un problema sin solución y cuando los problemas no tienen solución hay que aprender a convivir con ellos”, dijo el vocero de la AFA.
Ferreiro explicó a CNN que la AFA trata de colaborar con los clubes y con las fuerzas de seguridad para mitigar la violencia, pero que entonces existe el problema de la justicia, por cuenta que las “leyes anticuadas que se superponen entre sí”.
Además, señala que hay también un problema cultural. Según Ferreiro, por la falta de cultura del trabajo, hijos de desocupados terminan siendo utilizados por los poderes políticos como fuerza de choque. Ferreiro aseguró que también hay un negocio detrás de la violencia que beneficia a algunas de las fuerzas de seguridad.
https://soundcloud.com/cnnee/ferreiro-con-las-leyes-actuales-es-un-problema-sin-solucion/s-jeBNi
CNN habló con un barrabrava al que llamaremos Felipe (quien pidió que se proteja su identidad por temor a represalias) y varios expertos comprometidos en reducir la violencia en las canchas de fútbol argentinas para entender el problema que enfrenta el fútbol argentino.
Entre los entrevistados están el exjuez Mariano Bergés, titular de la organización Salvemos al Fútbol, Alberto García, miembro fundador de la entidad Familiares de Víctimas de la Violencia en el Fútbol (Favifa) y cuyo hermano fue asesinado en una trifulca por la barra brava Deportivo Morón —a la que pertenece Felipe— y Juan Manuel Lugones, director del APreVide (Agencia de Prevención de la Violencia), una entidad del gobierno de la provincia de Buenos Aires. Lugones fue designado por la actual gobernadora, María Eugenia Vidal.
¿Cómo se configura esta diversidad de opiniones de cara a la erradicación de la violencia en el fútbol argentino?
La imagen con que estos participantes describen el estado del fútbol argentino es desoladora.
Tanto Ferreiro, el vocero de la AFA, como Lugones, el director de APreVide, el barrabrava “Felipe” y los otros actores describen la violencia en el fútbol como un problema casi inmanejable y a las barras bravas argentinas como mafias, grupos de poder sostenidos por sus vínculos políticos y donde suelen mezclarse el narcotráfico y los asesinatos.
El sector más blando de los barrabravas rechaza la idea del Gobierno de que son mafia, ya que se ven como fanáticos de club dispuestos a dar su vida por su escudo, según explicó Felipe a CNN.
La política, los barrabravas y la lucha “solitaria” contra la violencia en el fútbol
Según el exjuez Bergés, las barras bravas están directamente involucradas con dirigentes políticos. Una de las formas en que los políticos las utilizan es durante actos de campañas: las barras bravas reciben dinero a cambio de su participación.
Las entidades que buscan frenar la violencia, como la ONG Salvemos al Futbol y Favifa, se sienten en una lucha solitaria, sin respaldo y sin los recursos necesarios para ser eficientes en la erradicación de la violencia.
Pese a los obstáculos que dicen enfrentar estas dos organizaciones, Lugones asegura que el gobierno del presidente Mauricio Macri ha dado batalla y buscado en forma agresiva la reducción de la violencia. Lugones viajó a Rusia para reunirse con dirigentes locales para prevenir que las barras bravas argentinas con prohibición ingresen a ese país durante el Mundial 2018.
https://soundcloud.com/cnnee/lugonesabarrabrava/s-T3Jpl
En 2015, según reportó la agencia Télam, durante su campaña presidencial Mauricio Macri alertaba sobre el problema cuando sostenía que “el fútbol es muy complejo” porque incluye la problemática del involucramiento de “la dirigencia, la política y la sociedad”.
Esta batalla que el Gobierno dice estar llevando a cabo con los barrabravas es de hecho un desafío. Desde que es presidente, Macri ha sido atacado verbalmente por las barras bravas. En las canchas lo insultan con cánticos, una burla casi picaresca si se tiene en cuenta que entre 1995 y 2007 Macri fue presidente de Boca Juniors, un club tiene también una barra brava violenta, llamada La 12. CNN se comunicó con el Club Atlético Boca Juniors, pero no recibió respuesta a la solicitud para conocer las medidas que se toman para frenar la violencia de las barras bravas.
La pelota no se mancha
“La pelota no se mancha”. Esta vez no es el astro del fútbol Diego Maradona quien repite el famoso eslogan de que el fútbol es sagrado y no hay que ensuciarlo. El que lo dice es un barrabrava, ese grupo de fanáticos del fútbol dentro de un club que en Argentina se inicia en los años 1950 vinculados a los intereses de los dirigentes del fútbol para apoyar a sus jugadores y amedrentar a los rivales.
Este barrabrava dice que accedió a conversar con CNN porque, pese a estar con la hinchada “pesada” del club, asegura que le gustaría que su club no reciba mala publicidad. Es del Deportivo Morón, un club argentino de segunda división.
“Yo soy hincha de Morón y primero está mi club”, dice hincha a quien llamamos Felipe.
Felipe, quien desde chico frecuentaba las canchas de fútbol, dice tener el honor de ser la segunda generación de barrabravas de su familia. Dice que los cantos populares en la cancha insultando al presidente Macri reflejan el descontento de las masas hacia sus políticas.
“No estamos de acuerdo con las políticas de este presidente porque gobierna para una parte de la Argentina, que ya de por sí tiene plata. No gobierna para gente como nosotros que estamos en situaciones críticas y a veces no llegamos a fin de mes con la comida o los servicios que tenemos que pagar”, dice Felipe.
Pero estos cánticos contra al presidente no son el mayor de los problemas para la Argentina, ya que la violencia en el fútbol no parece estar dispuesta a desaparecer, como bien explican Felipe y los otros expertos consultados por CNN.
ONG asegura que no hay estadísticas oficiales sobre la violencia en el fútbol
Según el exjuez Bergés, en Argentina no hay cifras oficiales para ayudar a resolver el problema de la violencia en el fútbol. De acuerdo con las estimaciones de Salvemos al Fútbol, desde 1922 la violencia en el fútbol se ha cobrado 317 vidas. Desde 2007, 90 personas fallecieron en conexión con esa violencia. Esa cifra, según la organización, está basada en artículos periodísticos y provinciales.
“No hay ningún otro organismo que haga este tipo de estadísticas, porque no le importan a la gente ni al Estado”, dice Bergés, que explica que su organización hace un trabajo —que describe como artesanal— de actualizar las estadísticas e informes para despertar la conciencia y lograr que el Gobierno se interese en el tema y ayude a las víctimas.
Y aunque parezca sorprendente que en un país donde el fútbol es rey no haya más estadísticas que puedan explicar mejor lo que pasa con el fenómeno de la violencia, para el exjuez Bergés no es extraño porque hay muchos intereses de por medio.
Bergés sostiene que el problema de la violencia en el fútbol no es solo de este gobierno sino de todos los gobiernos que no han podido, por ejemplo, terminar con los vínculos entre los barrabravas y los políticos.
“La llamada barra brava tiene una formación con vínculos con la política, con los presidentes y los directivos de los clubes y con lo que llaman los punteros políticos que conforman una estructura de poder”, dice. “Muchos de los políticos han sido presidentes de clubes, directivos y eso es un dato que hay que tener en cuenta”, señala Bergés.
Según Bergés, la diferencia entre Argentina y otros países es que en estos no existe el vínculo entre barras bravas y dirigentes.
“Es distinto, es un fenómeno marginal por eso nosotros no podemos comparar a los barrabravas argentinos con los hooligans ingleses. Es otra cuestión. Nosotros tenemos una cuestión muy nuestra, muy vernácula y este vínculo existe en casi todos los clubes, y cuando algún dirigente quiso poner un párate, ese dirigente siempre terminó expulsado por el sistema”, dice Bergés.
¿Son las barras bravas la nueva “mafia” de la Argentina? ¿Hay que “extirparlas” como un cáncer?
Lugones define a las barras bravas como mafias y sostiene que es esa la visión del Gobierno.
Según el director de APreVide, “la gestión del presidente Macri y de la gobernadora Vidal toma a los barrabravas como sectores mafiosos”. Para Lugones, “no son solamente grupos de hinchas de fútbol” sino “grupos que están insertados en el fútbol, sectores mafiosos que viven del delito”.
“Siempre ha sido nuestra preocupación, al menos de nuestra gestión desde diciembre de 2015, combatirlos”, dice Lugones.
“Si no somos fuertes, si no trabajamos en equipo con las autoridades rusas, vamos a tener inconvenientes con las barras bravas argentinas”, dijo, refiriéndose al Mundial 2018. “Creemos que enviando los listados y hablando con las autoridades rusas podemos hacer un trabajo cooperativo”, agrega Lugones.
El funcionario ha ido más allá en su batalla verbal, sosteniendo además que las barras bravas son “el cáncer del futbol y que hay que extirparlos con cirugía mayor hasta el hueso”.
Alberto García, de Favifa, lo sabe muy bien porque ese cáncer que según Lugones representan las barras bravas causaron la muerte de su hermano Daniel.
Daniel García fue asesinado en 1995, a los 19 años, después de un partido entre Argentina y Chile por la Copa América en Uruguay.
Daniel había ido al partido como espectador y tuvo, según Alberto García, la mala suerte de que, al finalizar el encuentro, cuando volvía en una combi quedó en medio de un feroz enfrentamiento entre dos barras bravas, la de Deportivo Morón (la de Felipe) y la del Club Atlético Tigre.
Las dos hinchadas atacaron la combi en la que viajaba Daniel con palos y cuchillos y le clavaron varias puñaladas. Daniel murió desangrado.
A pesar de los reclamos de la familia a la justicia uruguaya para que investigue el caso, la causa prescribió y los responsables nunca fueron enjuiciados.
CNN se comunicó con el Deportivo Morón para conocer la reacción del club sobre el caso Daniel y las declaraciones de Felipe, pero no obtuvo respuesta.
Consultado sobre la muerte de Daniel, Felipe dice no conocer el caso pero que sí está al tanto de otros crímenes que ocurrieron en el Club Deportivo Morón. Asegura que él está contra la violencia, los asesinatos y los ajustes de cuenta.
Una de las razones por las que Felipe decidió hablar con CNN es porque no le gusta que su club esté manchado en sangre con los vínculos de los barrabravas a crímenes como asesinatos y narcotráfico, aunque reconoció que cuando un crimen ocurre hay un silencio hermético en el club y que, aunque uno puede saber quien cometió el acto, nadie de la barra brava sale hablar con las autoridades por más terrible que sea.
En cuanto actos menores que ocurren dentro de la cancha, Felipe dice que eso es parte de la vida de un barrabrava, pero resiente el hecho de que el gobierno llame mafias a las barras bravas, dice que son fanáticos.
Una víctima del fútbol asegura que la policía es cómplice de la violencia en las canchas
Liliana García, la madre de Daniel, creó la organización Favifa para ayudar a las víctimas de la violencia del fútbol. Alberto, el hermano, continúa esta tarea, dando charlas en escuelas para educar a los jóvenes y explicarles que la violencia no es el camino al éxito.
García cree que desde 1998 hasta el presente la violencia en el fútbol se ha agravado y sostiene, además, que hay menor cantidad de efectivos policiales en las canchas y que existe complicidad policial donde se dan zonas liberadas.
Alberto García alega también que no hay solo complicidad policial sino también política y judicial. CNN se comunicó con el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, pero hasta el momento no ha recibido respuesta.
El barrabrava Felipe aseguró que la violencia en el fútbol es peor de lo que se cree y que los barrabravas tienen sus propias reglas. Felipe se refirió a la venta de drogas y al porte de armas en las canchas como cuestiones normales y dice haber visto armas en los estadios “millones de veces”. Explica que dentro de las hinchadas hay bandas que son más complicadas que otras. “Se ven situaciones bastante oscuras, como la venta de drogas y asesinatos”.
“Los borrachos de Morón –dice Felipe– siempre estamos en las instalaciones del club. Siempre hay un trabajito. Nos mantenemos de eso. Cobramos el estacionamiento del partido, cobramos algunas otras cosas, los puestos de comida durante las actividades. Las barras bravas son una sociedad de por así decirlo dentro del ámbito futbolero. En algunos casos como en equipos de primera división ser barra brava es como tener un trabajo prácticamente. Es más, a veces se gana más plata que en trabajos legales en blanco”.
CNN se comunicó con el club Deportivo Morón, pero no obtuvo respuesta sobre las declaraciones de Felipe.
En las hinchadas de Argentina hay droga y armas, dice un barrabrava
De acuerdo con García y el exjuez Bergés, el movimiento de dinero dentro de las canchas es un problema que preocupa a las autoridades, pero ningún gobierno ha podido lograr poner fin a todo un arco de trabajos manejados por las barras bravas: desde reventas de boletos, seguridad, indumentaria, drogas, acceso a los estadios, visitas turísticas y hasta dinero para campañas políticas.
Como explicó Bergés a CNN, el problema de la violencia en el fútbol como los actos vandálicos de las barras bravas no es de un partido político sino de todos los gobiernos que no han podido resolverlo.
Felipe explicó que él ha recibido dinero por varios servicios dentro del estadio de Deportivo Morón y dijo que ha sido testigo de la vinculación que existe en Argentina entre políticos y las barras bravas: “Todo el tema de las barras bravas está politizado. Se usan mucho en actos políticos o gremiales y si hay diferencias entre dos cabecillas uno puede llamar una barra brava y otro puede llamar a otro, hay enfrentamientos, hay armas de por medio y es bastante complicado pero la política está metida”.
Felipe dice haber trabajado como guardaespaldas de un político bastante famoso y que ha ayudado a los gremios; dice que es muy común hacer esos trabajos.
El dinero o botín, como lo llama Felipe, es parte esencial del financiamiento de los barrabravas. Admite que lo que lo mueve es su lealtad hacia el club y explica por ejemplo lo que puede suceder si alguien aparece en las inmediaciones del club vestido con la camisa de otro equipo.
“La primera cosa que dicen es ‘flaco, qué hacés con esa remera. ¡Sacatela! Te lo digo una sola vez’. Y si no entiende se procede a quitársela por medio de la violencia. Si ofrece resistencia puede llegar a cosas peores. Hay determinados territorios que no se puede pasar con determinada camiseta”, de otro equipo, explica.
Los “quemados”
Los grupos de barrabravas más violentos Felipe los llama “quemados”. Son personas que están dispuestas a actuar de la forma más violenta por el llamado amor a su equipo.
“Hay algunas personas que están totalmente quemadas de la cabeza que pueden llegar a matar una persona por un escudo”, dice Felipe. Estos “quemados”, asegura, pueden movilizar al resto de la hinchada ya que se pierde toda lógica en un momento apasionado. “Somos todo un grupo. Somos todo lo mismo… estamos todos juntos”, dice Felipe.
Felipe asegura que ahora trata de no estar con la parte más violenta de las barras bravas, los “quemados”, pero que su vida entera está totalmente ligada con su club el Deportivo Morón.
“Yo me quedo acá. No me voy a ningún lado. El hombre puede cambiar de mujer, puede cambiar de trabajo puede cambiar de todo, pero lo menos que va cambiar es la pasión por el fútbol. Nunca”, dice Felipe.
Lo más importante para él es el club, aun si hay violencia en las canchas. La violencia que el Gobierno, la AFA y organizaciones civiles buscan erradicar. Ese es el desafío: separar la pasión por el deporte del lado oscuro de las hinchadas.