McAllen, Texas (CNN) – La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, aterrizó a McAllen, Texas, este jueves, haciendo un viaje sin previo aviso para conocer de primera mano la crisis que afecta a las familias de inmigrantes en la frontera sur de Estados Unidos.
“Quiero agradecerles por su duro trabajo, su compasión y amabilidad”, dijo la primera dama en una mesa redonda en Upbring New Hope, donde se reunió con personal médico, trabajadores sociales y otros expertos que estaban allí.
Melania Trump se volvió el primer miembro de la familia Trump en atestiguar personalmente la situación que ha capturado la atención de todo el país en las últimas semanas.
“Ella quería ver lo que es real”, le dijo a CNN la portavoz de la primera dama, Stephanie Grisham, durante una conferencia de prensa de diez minutos camino a Texas. “Ella quería ver de cerca lo que ha visto en la televisión. Ella quería tener una visión realista de lo que está pasando”.
La visita de la primera dama llega un día después de que el presidente Donald Trump firmara un decreto para cesar la separación que produjeron las mismas políticas de su administración, y que causaron grandes críticas y consternación. Anteriormente el presidente había insistido que el Congreso necesitaba actuar para detener esa práctica, pero luego echó para atrás esa declaración
La primera parada de Trump en Texas es en el Centro de Niños en Upbring New Hope, que hace parte de los Servicios Sociales Luteranos del Sur, también en McAllen, Texas, que es supervisado por el departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS por sus siglas en inglés).
Durante la mesa redonda, Trump hizo varias preguntas, incluyendo cuántas veces los niños hablan con sus familias, a lo que le respondieron que dos veces por semana, pero un funcionario aseguró que hay un proceso de verificación para establecer que las personas con las que hablan son sus familias.
La primera dama también preguntó qué tipo de salud física y psicológicas reciben los niños en ese centro. A esto le respondieron que los niños están “generalmente angustiados” cuando llegan, pero “cuando ven el ambiente empiezan a relajarse”.
A su llegada se atienden las necesidades básicas como duchas, prendas de vestir y alimentación.
“Las primeras 24 horas son cruciales”, le dijeron a la primera dama.
Un funcionario de gobierno informó a la prensa antes de la visita de Melania Trump que la mayoría de los niños que están en centros financiados y regulados por el HHS, permanecen allí durante aproximadamente 58 días, reciben cuidado médico, dental, de visión y psicológico, así mismo lo que el funcionario describió como la capacidad de estar en lo que según el funcionario es un “ambiente seguro y feliz”.
El funcionario enfatizó que la misión predominante en esta etapa del proceso para los niños que no tienen compañía es ubicarlos con cuidadores apropiados. Esos cuidadores pueden ser sus padres, si no están involucrados en procesos criminales, o pueden ser otros familiares aprobados que ya viven dentro de Estados Unidos.