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Así es Croacia, el equipo que jugará por primera vez una final del Mundial
01:55 - Fuente: CNN

En la mañana después de la noche de la fiesta, con los ojos aún nublados e intentado enfocarse tras la alegre celebración por la victoria de Croacia que le permitió alcanzar su primera final de la Copa Mundo, Anita Sambol tomó su auto y condujo 60 kilómetros hacia Zagreb.

Necesitaba un pasaporte. Urgentemente. Ella, como los futbolistas de su país, iba de camino a Moscú para el final de la Copa Mundo, para ser testigo de un momento trascendental en la historia de su país.

“Ha sido realmente loco, loco, loco aquí durante la Copa Mundo”, le dijo Sambol a Deportes CNN desde su casa en Croacia. “El miércoles todo pasó a un nivel completamente diferente. Todo era pura felicidad, puras celebraciones”.

Fue en la iluminada noche del miércoles en la capital rusa, por supuesto, que los futbolistas croatas usaron sus reservas infinitas de energía para vencer los sueños de Inglaterra en la apasionante semifinal de la Copa Mundo.

Al derrotar a los jóvenes ingleses 2-1 en el extratiempo, Croacia había respondido con empatía a aquellos que dudaban de su poder de permanencia después de partidos consecutivos de 120 minutos y penales en octavos y cuartos de final.

Su victorioso equipo cantó en el autobús del equipo, cantó fuera de su hotel, mientras que en Zagreb, la capital croata, miles se reunieron en el centro de la ciudad, llenando el cielo con columnas de humo rojo. Al día siguiente, todo el gobierno de Croacia llevó la camiseta del equipo de fútbol a su reunión semanal.

“Esta es la primera vez que nos ha ocurrido esto. No mucha gente tenía altas expectativas para esta Copa Mundo, algunos ni siquiera estaban seguros de que pasaría la fase de grupos porque el grupo no estaba fácil”, dijo Sambol.

“Ha habido fiestas en cada lugar de Croacia, ya sea viendo el partido reunidos en las plazas de la ciudad o en pubs, y después de que el partido terminara como terminó hubo fuegos artificiales, petardos, autos tocando la bocina todo el tiempo, el tráfico se detuvo. Fue impresionante”, dijo ella.

El país de cuatro millones de habitantes —una decimatercera parte del tamaño de Inglaterra— había superado las probabilidades demográficas y económicas para alcanzar la cúspide del fútbol.

Si Croacia vence a Francia en Moscú este domingo, no solo sería una victoria sensacional sobre un peso pesado del fútbol, sino que este país balcánico se convertiría en el país más pequeño en ganar el premio mayor del fútbol desde que Uruguay lo hizo en 1950.

Los fanáticos croatas celebraron en Zagreb.

Un país futbolero, un mediocampista superestrella

¿Cuál es el secreto de Croacia en este Mundial? Primero, debe señalarse que este país no solo sobresale en fútbol, lo que sugiere que hay algo en la constitución del país, en su carácter, en su actitud hacia el deporte.

Los hombres de Croacia tienen el reinado del campeonato de waterpolo y en el campeonato mundial de balonmano masculino de 2017 los croatas quedaron cuartos, mientras que en los Juegos Olímpicos de Río Croacia ocupó el lugar 17 de la tabla de medallas, terminando por delante de países como Canadá (que tiene 36 millones de habitantes), Argentina (cuya población es de 43 millones de habitantes) y Sudáfrica (que tiene 56 millones de habitantes).

Pero a pesar de todo el éxito del país en balonmano, voleibol y waterpolo, Croacia es un país futbolero, tanto como Brasil, Inglaterra, Argentina y Francia, y el prospecto de criar brillantes futbolistas aumenta cuando el país está enamorado del hermoso juego.

Modric marcó un gol maravilloso en la victoria de Croacia 3-0 sobre Argentina.

Los equipos no alcanzan finales mundiales sin jugadores estrella y, en Luka Modric, Croacia tiene un mediocampista dotado que es ampliamente visto como el mejor del mundo en su posición.

La inteligencia del futbolista de 32 años se ha destacado en Rusia y hasta el momento, a pesar de un talento superior de muchos alrededor de él, el capitán también está dispuesto a sufrir por su equipo. Ningún jugador ha cubierto tanto terreno en Rusia como los 63 kilómetros de Modric (22,7 kilómetros sin posesión del balón). También ha anotado dos veces en el torneo.

Derrotados en la primera parte del juego por Inglaterra, fueron los 1,65 metros de altura de Modric —sus pases, su hostilidad, su falta de voluntad para ceder— los que le concedieron la victoria a Croacia.

Junto a Modric en el mediocampo está Ivan Rakitic, un jugador que ha cubierto solo 200 metros menos que la estrella del Real Madrid y pasó la mayoría de sus semanas con los colores del Barcelona, abasteciendo al gran Lio Messi. Dos mediocampistas de clase mundial son una bendición para cualquier equipo.

También hay otros: Mario Mandzukic del Juventus; Ivan Perisic del Inter de Milán, y Dejan Lovren del Liverpool, quien según el mismo jugador, demostró ser uno de los mejores defensores del mundo con su actuación contra Inglaterra.

“Los croatas son naturalmente talentosos”, dijo alguna vez Igor Stimac, exentrenador de Croacia y miembro del equipo croata que alcanzó las semifinales de la Copa Mundo hace 20 años.

Luka Ivancic, director ejecutivo del club de fútbol croata HNK Rijeka, le dijo a CNN Sport: “Yo creo que es el talento de los jugadores, la motivación y el trabajo duro, lo que es algo especial. Y hay algo de carácter, seguro”.

De refugiados a la gloria de la Copa Mundo

A pesar de su talento, Croacia es un equipo de acero interior, que viene de cuatro partidos en Rusia y se volvió el segundo equipo en ganar dos rondas de penales en un solo torneo.

El propio Modric se tuvo que recuperar tras haber fallado un penalti en el tiempo extra contra Dinamarca, que habría sellado el partido, para anotar en la tanda de penaltis.

Solo aquellos con nervios de acero pueden mantenerse firmes en una prueba como esta ya que solo unos minutos antes habían fallado una anotación desde los 10 metros.

Modric ha ganado la Liga de Campeones con el Real Madrid cuatro veces en cinco años.

Al jugar tres partidos con tiempo extra, Croacia ha jugado efectivamente 90 minutos más de fútbol en este torneo que Francia.

Antes de la semifinal, el director técnico Alatko Dalic admitió que los brutales partidos de octavos de final habían impactado a los suyos, pero fue Inglaterra, cuyos jugadores suponían estar más frescos y atléticos, el que cayó en la semifinal.

Croacia ganó la independencia en 1991, durante el conflicto que duró hasta 1995 y las personalidades de sus jugadores han sido formados por la sangrienta guerra en los Balcanes.

El papá de Modric se unió al ejército croata, su abuelo recibió un disparo de los rebeldes serbios croatas y su casa fue incendiada.

La familia huyó a Zadar, en la costa Adriática, pero aún así miles de granadas seguían cayendo, y las balas volaban en el aire.

“La guerra me hizo más fuerte”, dijo alguna vez Modric. “No somos gente fácil de quebrantar. Y hay una determinación que muestra eso. Mostrar que podemos tener éxito”.

Vedran Corluka nació en Bosnia, pero llegó a Croacia en 1992. Lovren también fue un niño refugiado después de dejar Bosnia, mientras que Rakotic, el hijo de padres croatas que dejaron su país de origen durante la guerra, creció en Suiza idolatrando a Roben Prosinecki, exmediocampista croata.

En la niñez, estos jugadores pudieron superar desafíos más duros que cualquier otro que se pueda presentar en un campo de fútbol.

Lovren celebra después de la victoria de cuartos de final sobre Rusia.

Juicios, testimonios, problemas

Sin importar el talento y carácter del equipo, los fanáticos de Croacia no esperaban mucho de su equipo, que estaba en el puesto 20 del mundo, y que había terminado segundo en la tabla de clasificaciones de su equipo, detrás de Islandia.

La fase de grupos de la Copa Mundial de Croacia en Rusia 2018 tampoco fue fácil, pues estaban con Islandia, Argentina y Nigeria. Y en octubre de 2017 el país despidió a su anterior entrenador, Ante Cacic después de una serie de pobres resultados.

Los escándalos también habían golpeado al equipo croata.

Damir Vrbanovic, exejecutivo del Dinamo Zagreb y actual ejecutivo de la Asociación de Fútbol de Croacia, fue sentenciado a tres años de prisión en junio por delitos relacionados con el fútbol. Otro que también estuvo involucrado en el juicio fue Zdravko Mamic, exejecutivo del Dinamo considerado la figura más influyente en el fútbol croata. Fue sentenciado a seis años y medio de prisión después de ser encontrado culpable de desviar millones de euros en tarifas de transferencia mientras estaba en el Dinamo.

Las transferencias de Modric y Lovren del Dinamo al Tottenham y Lyon, respectivamente, fueron las más notables. Los jugadores aparecieron como testigos y Modric ha sido acusado de perjurio mientras que Lovren está siendo investigado. CNN contactó a los representantes de para los medios de la selección de Croacia para obtener un comentario de Modric y Lovren, pero no ha recibido una respuesta.

Los fanáticos protestaron por las acusaciones de corrupción en el campeonato europeo hace dos años, lanzando decenas de bengalas a la cancha cuando su equipo ganaba 2-1 ante República Checa.

En 2015, en el estadio Split’s Poljud, una esvástica fue pintada en la cancha antes del partido contra Italia en la Euro 2016.

“No se ha olvidado, seguro”, dijo Sambol sobre el escándalo de Mamic. “Pero cuando jugamos así de bien y estamos en la final, nadie puede hablar de otras cosa en el momento”.

El público lanzó bengalas a la cancha durante el partido del Grupo D entre Croacia y República Checa en la Euro 2016.

El fútbol como una identidad nacional

Croacia es un país famoso por su turismo y su fútbol. Se unió a la Unión Europea en julio de 2013 en la mitad de una recesión de seis años. Aunque está en recuperación, el desempleo juvenil permanece en el 33%, según el Banco Mundial, mientras que la emigración y una población que envejece también plantean problemas.

Tanto como a Inglaterra, el fútbol le ha dado a Croacia algo que la política no ha podido: esperanza. El fútbol siempre ha sido usado para ayudar a forjar la identidad de este joven país.

Su primer presidente, Franjo Tudman, dijo alguna vez: “Las victorias del fútbol forman la identidad nacional tanto como lo hacen las guerras”.

Muchos de los partidos internacionales locales de Croacia se juegan en el estadio Maksimir en Zagreb.

Solo dos miembros del equipo de Croacia juegan en su liga nacional, y los otros están repartidos por toda Europa. Seis jugadores están en Italia, cuatro en España, tres en Alemania y de a uno en Inglaterra, Francia, Rusia, Ucrania y Turquía, entre otros.

El campeonato del domingo le entregará al ganador 38 millones de dólares en dinero, y los segundos recibirán 28 millones de dólares.

Tanto Ivancic y Sambol esperan que los millones de dólares ganados en este torneo puedan ayudar al que el fútbol en Croacia pueda florecer más.

“El problema en Croacia es que tenemos limitaciones con el dinero porque somos un pequeño país”, dijo Ivancic.

Y Sambol agrega: “Si ganamos, incluso si no ganamos, espero que esto ayude con la situación en el fútbol croata, que la recompensa llegue a las manos correctas y no a pocas personas, como ha sido el caso”.

Después de la gloria del miércoles, los fanáticos croatas ahora deben reunirse para una fiesta de una generación y soñar con lo que podría ser, que el enfrentamiento del domingo con Francia no es el final del cuento de hadas.