(CNN) – El secretario de Estado de Estados Unidos Mike Pompeo dio un mordaz discurso contra el liderazgo iraní este domingo, acusando a los ayatolás gobernantes de Teherán de propagar la violencia en todo el Medio Oriente y llenarse los bolsillos con ganancias mal habidas a expensa de los iraníes del común.
“Los ideólogos que llegaron al poder de manera forzada en 1979 y permanecen en el poder hoy en día están conducidos por un deseo de ajustar a toda la sociedad a la Revolución islámica. El régimen también está comprometido a propagar la revolución a otros países, por la fuerza si es necesario”, dijo Pompeo durante un evento altamente anticipado en la Librería Presidencial Ronald Reagan en Simi Valley, California.
El sur de California es hogar de una significativa población de diáspora iraní que viven en Estados Unidos. Muchos de ellos huyeron de Irán después de la Revolución que puso a los ayatolás en el poder.
“Para el régimen, la prosperidad, seguridad y libertad del pueblo iraní son bajas aceptables en el camino para cumplir con la Revolución”, dijo Pompeo.
El secretario de Estado y exdirector de la CIA acusó a varios miembros del liderazgo iraní, incluyendo al ayatolá Ali Khamenei, el supremo líder de Irán, de participar en revolución generalizada.
Según aseguró Pompeo, Khamenei mantiene un fondo de cobertura personal por debajo de la mesa que cuesta 95.000 millones de dólares por el que no paga impuestos y es usado como un “fondo ilegal” por Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC).
La IRGC es una rama armada del país que cuenta con influencia sobre prácticamente cada aspecto de la vida iraní.
“El nivel de corrupción y riqueza entre los líderes del régimen muestran que Irán está siendo dirigido por algo que recuerda más a una mafia que a un gobierno”, dijo Pompeo.
“Esos santos hombres hipócritas han ideado todo tipo de esquemas corruptos para convertirse en algunos de los hombres más ricos del planeta Tierra mientras su gente sufre”, agregó Pompeo.
El discurso del secretario de Estado de Estados Unidos llega horas después de que el presidente Hassan Rouhani les dijera a diplomáticos en Teherán que Estados Unidos “debe entender que una guerra con Irán es la madre de todas las guerras y que la paz con Irán es la madre de todas las paces”, según citó la agencia de noticias estatales IRNA. “No jueguen con la cola del león, porque lo lamentarán eternamente”, agregó Rouhani.
Poco después del discurso de Pompeo, el presidente de Estados Unidos Donald Trump dijo que Irán “sufrirá las consecuencias que pocos a lo largo de la historia han sufrido antes”, si amenazaba a Estados Unidos de nuevo. Aunque el tuit iba dirigido a Rouhani, no está claro si estaba respondiendo a los comentarios de este domingo hechos por el presidente Iraní.
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El discurso de Pompeo fue interrumpido brevemente por manifestantes que gritaban “piensen en los niños”, haciendo referencia a las políticas de inmigración del presidente Donald Trump que han conducido a la separación forzada de niños de sus familias en la frontera sur.
Una vez terminaron, Pompeo dijo “si solo hubiera tanta libertad de expresión en Irán”.
Varios estadounidenses iraníes prominentes estaban entre la audiencia, incluyendo el columnista y exjefe de buró de Teherán de The Washington Post, Jason Rezaian.
Rezaian estuvo varios meses detenido en Irán por lo que muchos creen que fueron cargos falsos de espionaje en nombre de los Estados Unidos.
También en el discurso llamado “Apoyando a las voces iraníes”, estaba Makan Delrahim, exasistente del fiscal general de la división antimonopolio del Departamento de Justicia. Delrahim llegó a Estados Unidos cuando tenía 10 años.
Una nueva campaña de presión
Desde su época en el Congreso, Pompeo ha sido un crítico del régimen iraní y del acuerdo que fue negociado internacionalmente para limitar el programa nuclear de Teherán y someterlo a verificación internacional a cambio de un alivio en las sanciones.
El gobierno de Trump se retiró del acuerdo en mayo. Entre las muchas críticas que hicieron Pompeo y el presidente Trump al acuerdo estaba el que no limitara lo suficiente el comportamiento desestabilizador de Irán en la región, como el financiamiento de los rebeldes hutíes en Yemen y Hezbollah en el Líbano, una poderosa fuerza política en ese país. Estados Unidos considera que Hezbollah es un grupo terrorista.
El gobierno de Trump ahora espera volver a promulgar muchas de las sanciones punitivas que estaban vigentes antes de que se alcanzara el acuerdo de 2015, incluyendo limitar la habilidad de Irán para vender petróleo.
“Le estamos pidiendo a cada país que está cansado del comportamiento destructivo de la República de Irán para que se unan a nuestra campaña de presión. Esto va especialmente para nuestros aliados en el Medio Oeste y en Europa, personas que han sido aterrorizadas por el violento régimen durante décadas”, dijo Pompeo.
“La meta de nuestros esfuerzos es un día ver a los iraníes en Irán disfrutando de la misma igualdad de vida que disfrutan los iraníes en Estados Unidos”, agregó el secretario de Estado.
Rouhani ha alertado que el acuerdo podría derrumbarse e insinuó que Irán podría reiniciar sus esfuerzos nucleares si Estados Unidos volviera a promulgar las sanciones, aunque los firmantes europeos del acuerdo se han comprometido a cumplirlo.
‘Lobos vestidos de ovejas’
En la comunidad internacional muchos consideran a Rouhani y a su ministro de Exteriores Mohammad Javad como dos líderes moderados debido a su apoyo al acuerdo nuclear.
Pero en su discurso Pompeo criticó la noción de que Zarif y Rouhani puedan ser considerados moderados cuando Irán ha continuado con su financiamiento de grupos respaldados por chiítas que han estado involucrados en violencia en toda la región.
Los candidatos presidenciales en Irán deben ser vetados por un cuerpo clerical y una vez sean elegidos como jefe del gobierno responden al Líder Supremo.
“Las metas revolucionarias del régimen y su disposición a cometer actos violentos no han producido a nadie que lidere a Irán y que pueda llamarse remotamente estadista. Algunos creen que el presidente Rouhani y su ministro de Exteriores se ajustan a la ley. La verdad es que no son más que hombres pulidos para el arte internacional de los ayatolás. Su acuerdo nuclear no los hizo moderados, los convirtió en lobos vestidos de oveja”, dijo Pompeo.
“Esos llamados moderados en el régimen aún siguen siendo revolucionarios islámicos violentos con una agenda anti-Estados Unidos y anti-Occidente”, agregó Pompeo.