(CNN) – La pena de muerte nunca es admisible, anunció la Iglesia católica formalmente el jueves, haciendo oficial una posición que el papa Francisco ha articulado desde que se convirtió en pontífice.
El papa Francisco aprobó la modificación de la doctrina católica sobre este tema.
El Vaticano envió una carta a los obispos del mundo haciendo oficial el cambio.
La Iglesia ahora “trabajará con determinación hacia su abolición en todo el mundo”, dijo el Vaticano.
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El portavoz del Vaticano Greg Burke dijo que el cambio era importante, pero que hacía tiempo que se esperaba.
“El punto clave aquí es realmente la dignidad humana, el papa dice que no importa cuán grave sea el delito, nadie pierde nunca su dignidad humana”, dijo.
La declaración del papa Francisco, quien es el líder espiritual de los 1.200 millones de católicos del mundo, puede tener particular resonancia en los Estados Unidos, donde la pena capital sigue siendo legal en 31 estados y como un castigo federal.
Las enseñanzas de la Iglesia católica sobre la pena de muerte han evolucionado lentamente desde la época del papa Juan Pablo II, que sirvió desde 1978 hasta 2005.
En su mensaje de Navidad en 1998, Juan Pablo II deseó “al mundo el consenso sobre la necesidad de medidas urgentes y adecuadas … para poner fin a la pena de muerte”.
Su sucesor, Benedicto XVI, en un documento publicado en noviembre de 2011, hizo un llamado a los líderes de la sociedad “a hacer todo lo posible para eliminar la pena de muerte”.
Francisco escribió en una carta de marzo de 2015 al presidente de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte que “hoy la pena capital es inaceptable, por muy grave que haya sido el crimen del condenado”.
Agregó que la pena de muerte “implica un trato cruel, inhumano y degradante” y dijo que debía ser rechazada “debido a la selectividad defectuosa del sistema de justicia penal y frente a la posibilidad de error judicial”.