(CNN) – Un escalador australiano, atrapado durante una semana en una montaña congelada de Nueva Zelandia, fue rescatado este viernes tras una impresionante hazaña de supervivencia y en medio de una feroz tormenta.
Terry Harch, un soldado de 29 años, fue localizado este jueves después de una “larga y prolongada” operación de búsqueda cuando un helicóptero de rescate lo vio desde una ladera en el Monte Aspiring de la Isla Sur.
Los rescatistas de la organización nacional de búsqueda y rescate de Nueva Zelandia (RCCNZ) dijeron que había “preocupaciones graves” sobre la seguridad de Harch después de que activara su faro de emergencia este lunes, el día en que se suponía que debía salir de la montaña.
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Un equipo de emergencia logró llegar a Harch la noche de este jueves, pero las condiciones de viento, nieve y nubes impidieron un rescate ese día, hasta que este viernes se consiguió rescatar al escalador. Harch sufrió una congelación leve, pero estaba bien.
“Es un gran resultado, no queríamos que el escalador pasara otra noche en la montaña”, dijo el rescatista Neville Blakemore en un comunicado.
Los equipos de rescate, que dijeron que era poco probable que Harch sobreviviera a otra noche solo, elogiaron sus habilidades de supervivencia.
“El escalador se refugió durante las últimas dos noches y claramente ha tomado algunas buenas decisiones para poder sobrevivir al mal tiempo, la fuerte nevada y los fuertes vientos”, dijo este jueves el agente de búsqueda y rescate Geoff Lunt.
Lunt también le dijo a un medio local que es posible que Harch utilizara su entrenamiento militar para sobrevivir, construyéndose un “refugio de nieve”.
El piloto de helicópteros Sean Mullally dijo que las misiones iniciales en la montaña no detectaron ninguna señal de Harch.
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“Volamos alrededor para ver si podíamos encontrarlo, y en la cuarta ronda, el paramédico vio un brazo saludando”, dijo Mullally.
“Es muy afortunado que esté vivo, no creo que hubiera durado otra noche”, le dijo Mullally al New Zealand Herald.
En la última década, más de 30 personas murieron en el Parque Nacional Mount Aspiring, una de las zonas recreativas más populares de Nueva Zelandia para los aventureros, informó la prensa local.