(CNN) – El país sudamericano con el PBI más pequeño está a punto de explotar con petróleo.
ExxonMobil halló petróleo fuera de la costa de Guyana en 2015, y cree que las reservas son grandes. Estimaciones conservadoras proyectan alrededor de 4.000 millones de barriles. Además, algunos expertos creen que hay más en el bloque Starbroek de 6 millones de hectáreas.
Pero la manera en que Guyana se prepare para la ganancia inesperada de un depósito de combustible fósil recién descubierto tendrá grandes ramificaciones para su futuro.
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Para un país con una población de menos de 800.000 personas y un PBI de poco más de 6.000 millones de dólares, el descubrimiento es un cambio de vida.
“Hay una posibilidad realista de que esto transforme la economía”, dice Pavel Molchanov, vicepresidente senior y asociado de investigación de equidad de Raymond James. “Es particularmente impactante para un país pequeño como Guyana”, agrega.
Cuando comience a fluir el primer lote de petróleo, que ExxonMobil espera sea en 2020, Guyana podría cosechar miles de millones casi de inmediato.
Para 2025, ExxonMobil quiere producir 750.000 barriles de petróleo por día.
La historia contiene numerosos relatos de advertencia sobre países que han desperdiciado una súbita oleada de riqueza.
Venezuela apostó por el petróleo en 1980, pero en 1998 el gobierno de Hugo Chávez nacionalizó la industria petrolera y comenzó a desviar los ingresos a programas sociales. El país no reinvirtió en infraestructura petrolera y cuando los precios del petróleo se desplomaron, también lo hizo la economía del país. Ahora, incluso los bienes básicos como alimentos y medicinas deben ser importados. La hiperinflación se está disparando y el FMI pronostica que alcanzará una tasa de 1.000.000% a fines de 2018.
Guinea Ecuatorial también desperdició sus ganancias petroleras, pero a través de la corrupción generalizada. Entre 2000 y 2013, la pequeña nación de África occidental generó 45.000 de dólares millones en ingresos petroleros. Pero siguió siendo uno de los países más pobres porque la dictadura se dedicó al gasto derrochador en Francia.
La corrupción, la infraestructura y las fuerzas de mercado inesperadas también podrían presentar desafíos para Guyana.
La república democrática comprende dos partidos políticos formados por descendientes de esclavos africanos por un lado y descendientes de sirvientes indios contratados por el otro.
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El temor es que el gobierno en el poder pueda favorecer injustamente a sus electores del mismo origen étnicos.
Por el momento, el partido de afroguyaneses, la PNC, dirige el gobierno. Pero hay elecciones en 2020, que podrían decidir quién controla los fondos del mercado.
“No descartaría disturbios civiles, incluso para un país tan pequeño”, dijo Eileen Gavin, analista política de Verisk Maplecroft.
Guyana también debería estar al tanto de la “enfermedad holandesa”, un fenómeno en el que las industrias existentes se olvidan a favor de una nueva. Actualmente, Guyana obtiene la mayoría de sus ingresos de la exportación de oro, bauxita, azúcar y arroz.
Algunos países han manejado bien las ganancias inesperadas, y no han gastado todo de una vez. En particular, Noruega estableció un “fondo petrolero” para invertir los ingresos excedentes para beneficiar a las generaciones futuras.
La mayoría de los expertos coinciden en que el contrato de Exxon con Guyana es favorable para el gigante petrolero. Recientemente, el FMI aconsejó al gobierno guyanés que revise futuros acuerdos, afirmando que sus leyes impositivas están “muy por debajo de lo que se observa en el extranjero”.
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Pero algunos aseguran que es de esperar un contrato a favor de Exxon en este punto, dada la falta de experiencia e infraestructura de Guyana para la extracción petrolera.
“Nunca antes se había encontrado nada en Guyana”, dijo Ruaraidh Montgomery, analista senior de Wood Mackenzie. “Necesitaban ofrecer términos fiscales atractivos para atraer inversionistas”.
Y a medida que se extrae el petróleo y encuentran más, y los riesgos de inversión desaparecen, Montgomery dijo que Guyana, una “cuenca de hidrocarburos de clase mundial”, probablemente endurecería sus futuros contratos.
Por ahora, Guyana está haciendo todo bien en cuanto a la preparación, dijo Gavin. Se espera establecer un fondo soberano de riqueza este año, y se ha unido a la EITI, una organización que ayuda a los países a administrar las reservas de hidrocarburos de una manera fiscalmente responsable.
Pero aún es muy temprano para decirlo. “La prueba de fuego será en 2020, cuando los ingresos comiencen a fluir”, dijo Gavin.
