(CNN) – Un campo de golf en una zona que los habitantes de Dakota del Norte que “Sili-drone Valley” cree que tiene una solución para la baja de membresías a nivel nacional: entrega de comida mediante drones.
A partir del 15 de septiembre, los jugadores del campo de golf King’s Walk en Grand Forks, Dakota del Norte, podrán recibir refrigerios desde drones por solo 3 dólares.
Pedirán refrigerios a través de una aplicación y verán cómo el dron les baja la merienda con una cuerda unos 10 minutos más tarde.
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Al igual que muchos campos de golf, un empleado deambula por la zona en un carrito de bebidas. Pero en días ocupados, los golfistas pueden esperar hasta una hora antes de tener la oportunidad de comprar algo. Sí, pueden surcar los 18 hoyos e ir al restaurante ubicado a mitad de camino, pero sus socios consideran que es mucho pedir en la era de gratificación instantánea.
“Donde quiera que estés, deberías poder obtener lo que quieres en unos minutos”, le dijo a CNNMoney Yariv Bash, presidente ejecutivo de FlyTrex, la startup de logística de drones de Israel que opera el servicio.
FlyTrex ya ha realizado cientos de entregas automatizadas de alimentos en Islandia este año y desea expandirse. Considera que los campos de golf son un mercado natural, y la conveniencia adicional podría ayudar a revitalizar un sector que ha visto disminuir el número de campos de 18 hoyos en EE.UU. un 7% desde 2007.
FlyTrex encontró un socio dispuesto en Grand Forks. La base local de la Fuerza Aérea local se centra en las misiones de drones y la Universidad de Dakota del Norte fue la primera universidad con un grado sobre drones. Keith Lund, presidente y presidente ejecutivo de Grand Forks Region Economic Development Corporation, llama al área “Sili-drone Valley”. Desde 2008, uno de sus empleados se ha centrado exclusivamente en el desarrollo de empresas de drones.
La entrega mediante drones sigue siendo una rareza en Estados Unidos. Las reglamentaciones generalmente restringen el sobrevuelo de personas y requieren que los operadores mantengan sus aeronaves a la vista. Eso hace que los servicios de entrega sean poco prácticos en la mayoría de las situaciones. Y los drones automatizados deben ser monitoreados por un ser humano, lo que hace que los servicios sean costosos para operar.
Los campos de golf lo hacen un poco más fácil, sin embargo. Son espacios abiertos, hay pocas personas y cuenta con amplios campos de visión.
King’s Walk planea comenzar con una prueba de seis semanas con un único dron haciendo entregas en un solo lugar. Si las cosas van bien, y recibe un permiso para sobrevolar personas, se espera agregar puntos de entrega a lo largo del campo.
Palmiscno también escuchó del complejo vecino de softball, cuyos organizadores no rechazan las entregas de drones. Palmiscno imagina a los atletas sentados después de un juego, bebiendo cerveza y con comida entregada por un dron.
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Para evitar ser golpeado por bolas rebeldes, el dron vuela a entres 60 y 90 metros sobre el suelo. Desciende a 35 metros de altura para entregar un producto.
“Si sale bien, podría ser genial”, dijo Palmiscno.