(CNN) – El huracán Florence se ha debilitado a una tormenta tropical pero al parecer se fortalecerá de nuevo y se volverá un gran huracán que amenazaría la costa este de Estados Unidos la próxima semana.
Este miércoles, Florecence se volvió el primer gran huracán de la temporada Atlántica de 2018, con vientos máximos sostenidos de 209 kilómetros por hora, volviéndose un huracán categoría 4, según el Centro Nacional de Huracanes.
Pero el aumento del corte de los vientos sobre el Atlántico abierto —la tormenta se encuentra a más de 1.600 millas de la costa este— ha debilitado a Florence volviéndola tormenta tropical, con vientos de 104 km/h desde las 5 p.m. de este viernes, ET.
El corte de los vientos se disminuirá durante el fin de semana, y Florence podría recuperar una mayor intensidad y volverse huracán categoría 3 o más, a principios de la próxima semana, mientras la tormenta se mueve hacia el noroeste, acercándose a la costa de EE.UU.
Es muy pronto para decir si la tormenta tocará tierra en alguna parte de la Costa Este, o si volverá inofensivamente al mar.
Aún así, hay algunos signos problemáticos en los grandes modelos computarizados que los meteorólogos usan para predecir las trayectorias de los huracanes con una semana o más de anticipación.
Los modelos europeos y estadounidense se han desplazado hacia el oeste, mostrando consistentemente un amenazante huracán llegando peligrosamente cerca de la costa este.
Hay docenas de modelos diferentes y versiones de pronósticos de trayectorias que los meteorólogos tienen entre sus herramientas de pronóstico, y una mayoría aún muestra que el centro de Florence permanece fuera de la costa, pero la mayoría lo muestra lo suficientemente cerca como para causar algún impacto la próxima semana.
Florence debería dirigirse hacia Bermuda a principios de la próxima semana pero estará lo suficientemente cerca como para traer ráfagas de viento y peligrosas condiciones para surfear. Las grandes olas también comenzarán a afectar la costa sudeste de los Estados Unidos, con olas más grandes y fuertes este fin de semana, un fenómeno que aumentará durante la próxima semana.
La trayectoria de Florence depende del desarrollo y movimiento de un número de sistemas climáticos ya que la tormenta se dirige por una gran cadena de alta presión en el este de Estados Unidos y del Atlántico norte, así como por el progreso de un canal de baja presión en todo el país.