(CNN) – La Policía asegura que tiene una confesión del agente de la Patrulla Fronteriza de EE.UU., sobre quien sospechan es un asesino en serie. Sin embargo, todavía quedan muchos cabos sueltos y preguntas por resolver, principalmente si los fiscales buscarán la pena de muerte.
Hasta 90 días podría llevarles a los fiscales determinar si presentarán cargos de asesinato premeditado contra Juan David Ortiz, de 35 años, quien es acusado de matar a cuatro mujeres en y alrededor de la ciudad fronteriza de Laredo, según explicó Isidro Alaniz, fiscal del distrito del condado de Webb, en una conferencia de prensa ese lunes.
Y hay otro cabo suelto: ¿podrían existir más víctimas?
Cuando un periodista le pregunto si tenía certeza de haber identificado a todas las víctimas, el jefe adjunto de la oficina del sheriff del condado de Webb, Federico Garza, respondió: “No estamos seguros (de) eso”.
En ese sentido, añadió que se realizará “una investigación histórica en todos los lugares donde él ha estado para saber si tenemos un patrón de víctimas”.
Garza también proporcionó detalles adicionales sobre lo que ocurrió después de que Erika Peña, la víctima que logró escapar, huyera de Ortiz, quien la retenía amenazada con una pistola. Peña corrió hacia un policía estatal que se encontraba abasteciéndose de combustible en una gasolinera cercana y así descifró prácticamente el caso para las autoridades.
Ortiz, un agente supervisor de la Patrulla Fronteriza con acceso a la inteligencia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, se fue a su casa después de que Peña saltara de su camión alrededor de las 9:14 de la noche el pasado viernes. Y, según dijo Garza, el agente estaba listo para la confrontación: Ortiz tenía numerosas armas en su casa en el norte de Laredo.
“Él estaba cargando todas esas armas creyendo que (los policías estatales) iban a confrontarlo y él buscaba el enfrentamiento”, relató Garza. “Gracias a Dios, eso no ocurrió”.
Ortiz también publicó mensajes de despedida para su familia después de que Peña escapara, en los que les decía a su esposa e hijos que los amaba y que “Doc Ortiz se va. Adiós”, señaló Yanira de León, una portavoz de la Fiscalía del condado de Webb.
Aproximadamente tres horas después de la fuga de Peña, agentes de las fuerzas de seguridad fueron alertados de estar alerta frente Ortiz. Y pasó otra hora antes de que los policías estatales lo encontraran. En ese momento, él mató a dos víctimas más, de acuerdo con una declaración jurada de la policía.
Cuando los policías descubrieron su camioneta en una gasolinera de Laredo, Ortiz había entrado en el lugar para usar el baño, relató Garza. Había dejado una pistola en su vehículo. Los policías lo confrontaron y uno intentó utilizar una pistola de descarga eléctrica en Ortiz, pero él escapó. Desde allí, corrió al Hotel Ava, anteriormente un Ramada Inn, y se escondió en el estacionamiento del sitio.
Cuando un equipo SWAT del condado de Webb y policías estatales lo encontraron alrededor de las 2:34 a.m. del sábado, Ortiz parecía listo para morir, indicó Garza.
“Él trataba de suicidarse con la policía”, describió el funcionario. “Iba a tratar de usar su celular para hacerlo parecer un arma”.
Sin embargo, la policía no cayó en el juego y arrestó a Ortiz, quien posteriormente confesó verbalmente que asesinó a cuatro mujeres entre el 3 de septiembre y el pasado sábado, a quienes recogió en un centro de prostitución en Laredo.
Eligió a sus víctimas, a quienes conocía, basándose en su vulnerabilidad “y la aversión que sentía por las personas de esta comunidad”, dijo Garza.
“En un momento dado, Ortiz logró ganarse su confianza y les disparó brutalmente”, añadió.
Garza identificó a las víctimas como Melissa Ramírez, de 29 años, Claudine Luera, de 42, y Humberto Ortiz, de 28. Según indicó la policía, Humberto Ortiz era una mujer transgénero, quien también se hacía llamar Janelle, como dijo la vocera del fiscal de distrito del condado de Webb, Yanira de León. CNN está intentando confirmar el nombre y el pronombre preferidos de la víctima.
Las autoridades han identificado a la cuarta víctima, pero no revelarán su nombre hasta que sus parientes hayan sido notificados.