(CNN) – Los casos de sífilis congénita —cuando una madre le trasmite la enfermedad a su bebé durante el embarazo o el parto— han superado el doble en Estados Unidos desde 2013, según un reporte publicado este martes por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC.
Ocho de cada 10 mujeres embarazadas que tienen sífilis sin tratar se la trasmitirán a sus bebés a través de la placenta y esto puede llevar a la muerte del feto o del recién nacido en más del 40% de los embarazos afectados, según los CDC.
El número de los casos registrados aumentaron de 362 en 2013 a 918 en 2018, indica el reporte. Cinco estados —Arizona, California, Florida, Louisiana y Texas— representan el 70% de los casos, según los CDC. Los casos adicionales se reportaron en otros 32 estados, sobre todo en los estados del oeste y del sur. El aumento general en la sífilis congénita sobrepasa el incremento nacional en las enfermedades de transmisión sexual, indica el reporte.
Los diagnósticos de la sífilis primaria y secundaria, las etapas más infecciosas de la enfermedad, aumentaron en un 76% en Estados Unidos entre 2013 y 2017, reportan los CDC.
Aunque los índices de sífilis se aceleraron más entre los hombres, que representaron más del 88% de las infecciones en 2017, los índices de esta enfermedad, también están en aumento entre mujeres. El nuevo reporte encontró 2,3 casos por 100.000 mujeres en 2017, lo que aumentó de 1,9 casos diagnosticados por cada 100.000 mujeres en 2016.
Una de cada tres mujeres que dieron a luz un bebé con sífilis en 2016 se hicieron las pruebas durante el embarazo, pero o adquirieron sífilis después de la prueba o no fueron tratadas a tiempo para curar la infección en el neonato, según los CDC.
Los CDC recomiendan que cada mujer embarazada se hagan pruebas en las etapas iniciales de su embarazo para que pueda ser tratada y se prevenga una infección fetal y una posible muerte del bebé. En áreas o estados en los que las tasas de sífilis o de sífilis congénita son altas, las mujeres deben someterse a exámenes de detección repetidos, a las 28 a 32 semanas de embarazo y al momento del parto, además de las pruebas de detección temprana.
El tratamiento para una madre con sífilis es con penicilina, que es curativa y segura tanto para la ella como para el feto. En casos donde la mamá no ha sido tratada o no ha sido adecuadamente tratada, el bebé puede ser tratado ya sea con una simple inyección de penicilina o un tratamiento común de antibiótico durante 10 días.