(CNN Español) – El Gobierno de Bolivia dice que se considera el ‘Canal de Panamá del Siglo XXI’: se trata del tren bioceánico, un proyecto que pretende crear una línea ferroviaria entre Brasil y Perú para conectar todo el continente y cruzar del océano Atlántico al Pacífico por tierra.
La idea lleva gestándose desde hace años, aunque es este cuando los países implicados comienzan a dar más pasos adelante. Esto es lo que sabemos sobre el proyecto:
¿Qué es el tren bioceánico y cuál es su objetivo?
El tren bioceánico es una línea ferroviaria de un total de 3.858,70 kilómetros de longitud que partirá desde Brasil, pasará por Bolivia y culminará en Perú, concretamente en el puerto de Ilo, al sur del país. Así lo explicó a CNN en Español Enrique Carrión, ingeniero del Ministerio de Transportes y Comunicaciones de Perú. Otros países están también interesados en formar parte del proyecto. Así es el caso de Paraguay, que pretende crear unas vías que unan las de su país con el corredor a su paso por Bolivia, indicó Carrión
El objetivo es que sea una línea mixta: que transporte tanto a pasajeros como mercancías, aunque la idea principal de los países que lo impulsan tiene más que ver con el comercio: “posibilitará la exportación e importación reduciendo costes y tiempos de transporte”, dijo el Ministerio de Obras Públicas de Bolivia en un boletín el año pasado.
En concreto, Carrión detalló que se cree que el viaje ahorrará más de 20 días a las exportaciones que salen de Bolivia y, especialmente, de Brasil, con dirección a países de Asia.
¿Cuál es el recorrido?
El tren partirá de Brasil, cruzará Bolivia y terminará en Perú. De los más de 3.800 kilómetros de vías, 1.435 pertenecen a Brasil. Según indicó el ingeniero consultado, todas estas vías brasileñas ya están construidas, pero tendrán que ser rehabilitadas por completo para poder soportar una mayor capacidad.
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En el lado de Bolivia, el corredor pasará por 1.965 kilómetros, divididos en dos ramas: la oriental, de 637 kilómetros, y la andina, de 548 kilómetros. Ambas están construidas pero, de acuerdo a Carrión, también tendrán que ser reformadas. Además, Bolivia deberá construir otros 780 kilómetros de vías para unir ambos ramales, dijo el experto.
Por lo que respecta a Perú, es el país con menor cantidad de vías: tendrá que construir 458,70 kilómetros, todos desde cero, explicó Carrión.
¿En qué fase está el proyecto?
Carrión explicó que, pese a que el proyecto nació en 2016, recién acabó la fase preliminar en la que los tres países elaboraron sus estudios de viabilidad. De hecho, fue en junio de este año cuando firmaron el reglamento que regirá al corredor internacional, un documento que no es público, según dijo a CNN en Español.
El Gobierno de Bolivia informó en la misma fecha de que, durante dicha reunión entre los tres países, se identificaron “tres ejes para trabajar: Infraestructura y Análisis Técnico, “ya que se vio la necesidad de consolidar un estudio de factibilidad integral con la participación de todos los países miembros del Grupo Operativo Bioceánico”; acuerdos y alianzas a nivel académico y, por último, el ámbito financiero “de acuerdo a una idea inicial de llevar adelante una Asociación Público Privada”.
Esos estudios de viabilidad, que tampoco son públicos, valoraban asuntos tanto técnicos como de costos. Así por ejemplo, Carrión explicó que Perú no se unirá al proyecto si no se cumplen ciertas condiciones: pedirá que, al menos, pasen por su puerto 20 millones de toneladas al año “para que el proyecto sea atractivo para el país”, dijo.
¿Cuánto costará?
El presupuesto del proyecto aún no está consolidado. Por un lado, Bolivia informó en septiembre de este año de que el corredor tendría un costo de entre 10.000 y 14.000 millones de dólares en total. Perú, por su parte, estima que gastará alrededor de 7.000 millones de dólares, aunque el ingeniero matizó que aún se llevarán a cabo estudios para ver si puede bajar este monto.
¿Quién lo construirá y gestionará?
Al estar aún en una fase inicial, se desconoce quién gestionará y construirá el corredor. Carrión indicó que, tras la firma del reglamento, el siguiente paso es que los tres países se pongan de acuerdo para contratar a un consultor, que será el que determine unos parámetros técnicos integrados entre todos los países.
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En el informe del consultor, dijo el ingeniero, se especificarán los criterios técnicos de operatividad y los costos, aunque cada país tendrá que gestionar la parte que le corresponda. Hasta que no se tenga este informe, que el ingeniero cree que no llegará hasta mediados-finales de 2019, no se podrán licitar las obras y, por lo tanto, no se sabrá quién será el encargado de su construcción.
Ya son varios los países extranjeros, especialmente europeos, que han mostrado interés en financiar y/o construir el tren, pero aún no hay nada definido, dijo Carrión.
¿Cuáles son los plazos?
De nuevo los plazos dependen del informe que haga el mencionado consultor, de acuerdo a lo que explicó Carrión, que matizó que hablaba como técnico experto en el área y no como político.
Aunque Bolivia estima que la construcción podrá empezar en 2019, y que para 2021 el tren ya estará transportando a más de 13 millones de viajeros anuales, lo cierto es que los plazos no pueden conocerse hasta que dicho consultor, que aún no ha sido contratado, termine su informe, de acuerdo con la explicación de Carrión.