Sao Paulo, Brasil (CNN) – Los brasileños votan este domingo en la primera vuelta de una elección presidencial considerada como la de mayor polarización desde el regreso a la democracia hace tres décadas.
La campaña estuvo marcada por el ascenso de un legislador de ultraderecha, la descalificación para participar en el proceso del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien hizo campaña desde prisión y nuevas revelaciones de la investigación anticorrupción “Lava Jato”, que lleva ya cuatro años y que ha sacudido a los partidos políticos establecidos en la nación de 200 millones de habitantes.
Brasil, además, se encuentra en medio de una prolongada recesión económica, además de un entorno de violencia extrema que vio llegar las tasas de homicidios a niveles récord el año pasado.
El excapitán del ejército y congresista Jair Bolsonaro y el exalcalde de Sao Paulo Fernando Haddad encabezan las encuestas en el grupo de 13 candidatos.
Las encuestas de opinión dadas a conocer antes del cierre de campañas esta semana proyectaban que Bolsonaro alcanzaría un 35% de los votos.
“Me da miedo”, dijo Marcio Correa, un ejecutivo de publicidad en Sao Paulo que no apoya a ninguno de los punteros. “El fascismo está demasiado cerca y es aterrador”.
Bolsonaro, comparado con Donald Trump
Pocos han salido ilesos de los inflamados ataques de Bolsonaro contra el movimiento progresista en Brasil. Constantemente se le compara con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de Filipinas, Rodrigo Duterte.
Ha sido acusado por sus rivales de misoginia y homofobia. Una vez le dijo a una congresista durante un debate parlamentario que ella no merecía ser violada por ser “muy fea”, reportó la televisora brasileña O Globo.
También dijo públicamente que preferiría ver a su hijo “morir en un accidente” que verlo llegar con otro hombre.
Durante un evento de campaña, el mes pasado, en la ciudad de Juiz de Fora, Bolsonaro fue apuñalado en el estómago. El incidente pareció simbolizar el territorio inexplorado al que se dirigía la elección y llevó al puntero al hospital donde permaneció varias semanas.
Bolsonaro comenzó a ascender en las encuestas tras el acuchillamiento, pero esto también provocó una campaña viral en redes sociales conocida como #elenao o “#ÉlNo”.
La semana pasada, miles de personas salieron a las calles en todo Brasil para expresar su rechazo a Bolsonaro, a menudo comparado con Adolf Hitler en carteles y cánticos.
Otros lo ven como el candidato contra lo establecido que drenará el pantano y enfrentará la violencia.
David Lerner, un empresario de Sao Paulo, dijo que respalda a Bolsonaro porque “representa un cambio” para el país.
“Él nunca ha estado en el gobierno (federal). Nunca ha estado involucrado en algún escándalo de corrupción”, dijo Lerner.
Además de elementos conservadores en la policía y las fuerzas armadas, Bolsonaro es respaldado por los poderosos lobbies evangélico y agrícola.
Haddad, en los pasos de Lula
Haddad, exalcalde de Sao Paulo, encabeza la fórmula del Partido de los Trabajadores. Él se convirtió en el candidato por defecto después de que la postulación de su compañero de fórmula, el expresidente Lula da Silva, fuera impedida por el tribunal supremo electoral del país.
Lula encabezaba las encuestas a pesar de estar desde abril en la cárcel, donde cumple una condena de 12 años por corrupción y lavado de dinero.
Claudine Dutra Melo, historiadora, dijo que votaría por Haddad debido a que “no hay otro candidato” que pueda responder al “golpe mediático-parlamentario-judicial” contra políticos populares en el país.
“La gente piensa que el voto por Bolsonaro es un voto de protesta”, dijo, “y no se dan cuenta del riesgo que toman al favorecer este tipo de ideología”.
Una elección que apunta a la segunda vuelta
No se espera que ninguno de los candidatos punteros obtenga el 50% requerido por la ley para ganar, por lo que una segunda vuelta está programada para el 28 de octubre.
El voto es obligatorio en Brasil para todos los ciudadanos de 18 a 70 años. Las personas que no acuden a votar sin alguna justificación enfrentan multas y el riesgo de trabas burocráticas al momento de renovar el pasaporte y otros documentos de identidad.
Al menos 11% de los electores dejan sus boletas en blanco o seleccionan la casilla de indeciso, de acuerdo con estadísticas recientes de Ibope.
Los brasileños también votan el domingo para elegir 27 gobernadores y cerca de 1.600 legisladores.
Kelly McCleary contribuyó con esta historia. Taylor Barnes reportó en Atlanta y Marcia Reverdosa en Sao Paulo.