(CNN) – El presidente Donald Trump dio una promesa escandalosa, aunque legalmente dudosa, en una nueva entrevista, para poner fin de manera unilateral a la ciudadanía por derecho de nacimiento, aumentando su retórica de inmigración de línea dura a una semana para unas elecciones intermedias cruciales.
La promesa de Trump de poner fin al derecho a la ciudadanía para los hijos de no ciudadanos y los inmigrantes no autorizados nacidos en territorio estadounidense la dio en una entrevista con Axios publicada el martes. Tal paso sería considerado como una afrenta a la Constitución de Estados Unidos, que fue enmendada hace 150 años para incluir las palabras: “Todas las personas nacidas o naturalizadas en los Estados Unidos y sujetas a su jurisdicción son ciudadanos de Estados Unidos”.
Trump no dijo cuándo firmaría el decreto, y algunas de sus promesas anteriores de utilizar la acción ejecutiva no se han cumplido. Pero ya sea que el presidente siga adelante con su amenaza o no, el problema se une a una serie de acciones destinadas a llevar el asunto de la inmigración a la mente de los votantes mientras se dirigen a las urnas la próxima semana.
Un día antes, el presidente prometió en una entrevista en Fox News construir ciudades de tiendas de campaña para albergar a los migrantes que viajan a través de México hasta la frontera sur de los Estados Unidos. Su administración anunció el despliegue de 5.200 soldados para proteger la frontera a medida que la caravana continúa avanzando, aunque aún faltan semanas, si no meses, para llegar a la frontera con Estados Unidos. Y el presidente ha advertido de una “invasión” de inmigrantes indocumentados si la frontera no está sellada con un muro.
Sin embargo, la amenaza de acabar con la ciudadanía por nacimiento equivale a otra escalada en el enfoque de la línea dura de Trump sobre la inmigración, que se ha convertido en su tema preferido.
“Somos el único país del mundo en el que una persona entra, tiene un bebé y el bebé es esencialmente un ciudadano de Estados Unidos durante 85 años con todos esos beneficios”, dijo Trump en una entrevista para Axios on HBO.
Varios otros países, incluido Canadá, tienen una política de ciudadanía por nacimiento, según un análisis realizado por el Centro de Estudios de Inmigración, que aboga por reducir la inmigración.
“Es ridículo. Es ridículo. Y tiene que terminar”, agregó el mandatario.
Incluso algunos de los defensores del presidente restaron importancia a las perspectivas de terminar con éxito la ciudadanía por derecho de nacimiento por decreto.
“Bueno, obviamente no puedes hacer eso. No puedes poner fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento con una orden ejecutiva”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, en una estación de radio de Kentucky.
Ryan dijo que implicaría un proceso constitucional “muy, muy largo” para cambiar la Enmienda 14, que fue adoptada en 1868 para proteger los derechos de ciudadanía de los esclavos liberados.
La medida sería inmediatamente impugnada en el tribunal. Algunos de los decreto de inmigración anteriores de Trump, incluido un intento de prohibir la entrada a ciudadanos de algunos países de mayoría musulmana, fueron objeto de un escrutinio legal después de un caótico proceso de redacción. Al mismo tiempo, el presidente se burló de su predecesor, Barack Obama, por tomar acciones ejecutivas para bloquear la deportación de algunos jóvenes inmigrantes indocumentados, un paso que Trump dijo que era una un sobrepaso de las funciones presidenciales.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) rechazó la propuesta de Trump el martes por la mañana.
“El presidente no puede borrar la Constitución con un decreto, y la garantía de ciudadanía de la Enmienda 14 es clara”, dijo Omar Jadwat, director del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU. “Este es un intento transparente y descaradamente inconstitucional para sembrar la división y avivar las llamas del odio antiinmigrante en los próximos días”.
Nota del editor: este artículo ha sido modificado para explicar los alcances y límites constitucionales de la idea de Trump.