(CNN) – En un breve pero apasionado sermón el sábado, el rabino Jeffrey Myers culpó a los políticos por un aumento en la retórica del odio, diciendo que fue la que guió la semana pasada la masacre en su sinagoga en la que 11 judíos fueron asesinados en el peor ataque antisemita en la historia de Estados Unidos.
Myers dijo que entregó ese mensaje personalmente al presidente Donald Trump cuando él y la primera dama Melania Trump visitaron el Árbol de la Vida/O Simcha, el sitio del tiroteo, el martes.
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“Le dije: ‘Señor presidente, el discurso de odio conduce a acciones odiosas. El discurso de odio conduce a lo que sucedió en mi santuario, donde siete de mis congregantes fueron asesinados. Lo vi con mis ojos’”.
Según la policía, el hombre acusado del ataque gritó que quería “matar a judíos”, en parte porque los grupos judíos han estado ayudando a los refugiados a establecerse en Estados Unidos.
Con un chal de oración del color del arco iris y un yarmulke con el tema de Pittsburgh, el rabino hizo evidente su disgusto con Washington, pero también dijo que no “culpa” al presidente ni a “ninguna persona” por el ataque.
Myers también se refirió a las críticas que recibió de sus compañeros judíos que se enojaron de haberse reunido con Trump, quien fue acusado de utilizar palabras antisemitas y retórica odiosa. Trump ha negado repetidamente las acusaciones, señalando que su hija y su yerno son judíos.
“El flagelo del antisemitismo no se puede ignorar, no se puede tolerar y no se puede permitir que continúe”, dijo Trump la semana pasada.
Pero después de reunirse con Trump, Myers dijo el sábado que algunos judíos acusaron al rabino de “ir al lado oscuro”. Uno incluso sugirió que se “no circuncidara”.
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“Le dije: ‘Está bien, ve primero’”, dijo Myers, provocando risas en la congregación. Más seriamente, Myers dijo que aprovechó las lecciones de la tradición judía para dar la bienvenida al presidente.
Más de 600 personas llenaron la Congregación Beth Shalom para el servicio de Shabbat, incluidos miembros de las congregaciones que fueron atacados la semana pasada a poco menos de dos kilómetros de distancia en la sinagoga Árbol de la Vida en Pittsburgh. Los miembros de las tres congregaciones se turnaron para leer la Torá, que abarca los primeros cinco libros de la Biblia hebrea.
Anteriormente, el sábado, los miembros de la afligida comunidad judía de Pittsburgh pasaron un minuto y 11 segundos de silencio, conmemorando a las 11 almas que fueron asesinadas el 27 de octubre.
“Dios no tuvo nada que ver con esto. Esa no es nuestra teología. Los seres humanos tienen libre albedrío. Tenemos una elección entre el bien y el mal. Algunas personas eligen hacer el mal. Nuestro trabajo es asegurarnos de que los que eligen el mal no tengan acceso a los rifles de asalto”, dijo la escritora Beth Kissileff, esposa del rabino de la Congregación New Light.