(CNN Español) – El Gobierno de la Ciudad de México y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) acordaron reforzar el apoyo para prestar atención a los miles de inmigrantes que llegaron a la capital de México como parte de la caravana migrante que partió de varios países de Centroamérica y que aspira llegar a EE.UU..
Para la llegada de estas personas, las autoridades mexicanas dispusieron un albergue en el Estadio Jesús Martínez “Palillo”, que actualmente hospeda a más de 4.000 personas, según la CDHDF. En el lugar hay presencia de miembros de la Secretaría de Seguridad Pública para mantener la seguridad.
LA CHDHF informó que las autoridades se comprometieron a instalar carpas para resguardar a las “niñas, niños, mujeres embarazadas y mujeres”, mientras que los hombres se quedarán en la zona de las gradas del estadio.
En el albergue hay una zona de alimentación para 1.700 personas, se han recibido 3,5 toneladas de frutas y 600 botellas de agua.
La limpieza de los baños estará a cargo del Gobierno de la Ciudad de México, y según la CHDHF, la Oxfam, la organización internacional de ayuda humanitaria, planea instalar 20 sanitarios más.
El albergue está recibiendo donaciones en un centro de acopio en Ciudad Deportiva.
Condiciones médicas
Desde la llegada de los miembros de la caravana migrante a Ciudad de México, se han atendido 141 consultas médicas, 140 consultas psicológicas, 2 urgencias, se han aplicado 60 vacunas de tétanos e influenza y se han detectado enfermedades como colitis, dermatitis, diarrea, y complicaciones respiratorias.
La atención en el albergue es una acción conjunta de organismos mexicanos e internacionales, entre ellos el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Oficina en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y más.
Miles de personas han dejado sus países en Centroamérica en varias caravanas de caminantes en las que muchos aspiran llegar a EE.UU., pues dicen que huyen de la violencia y buscando oportunidades económicas.
Un grupo de inmigrantes salió de Honduras el 13 de octubre hacia la frontera sur de México. Luego se sumó otro grupo de personas también hondureñas, pero algunos también de Guatemala.
La caravana llegó a tener más de 7.000 miembros.