(CNN Business) – El presidente de EE.UU., Donald Trump, parece estar cerrando la puerta a un alto al fuego temporal en una guerra comercial en curso con China justo unos días antes de la próxima cumbre en Argentina.
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El presidente le dijo al diario The Wall Street Journal en una entrevista publicada este lunes que era “muy poco probable” que aceptara una oferta del líder chino Xi Jinping para evitar el plan de Trump de aumentar los aranceles de más de 200.000 millones de productos chinos al 25% en enero.
También advirtió una vez más que estaba dispuesto a imponer una tercera ronda de aranceles a los productos chinos si los dos líderes no logran poner fin a la ruptura comercial cuando se reúnan esta semana en Buenos Aires, Argentina, al margen de la cumbre del G20.
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“Si no hacemos un trato, entonces pondré los (aranceles por) 267.000 millones adicionales”, dijo Trump en la entrevista, agregando que el nivel de los aranceles podría ser del 10% o del 25%.
Trump dijo en la entrevista que podría incluir aranceles sobre productos Apple importados de China, incluidos iPhones y computadoras portátiles. Las acciones de Apple cayeron un 1,5% en las operaciones posteriores al cierre, borrando las ganancias iniciales del día.
“Tal vez. Tal vez. Depende de cuál sea la tasa”, dijo el presidente. “Quiero decir, puedo llegar al 10%, y la gente podría soportar eso muy fácilmente”.
Los aranceles han generado quejas de empresas estadounidenses, que son responsables de pagar los aranceles de importación. También ha generado inquietudes sobre la renovación de la inflación, mientras la Reserva Federal está lista para elevar las tasas de interés en diciembre.
Más de 100 compañías de S&P ya se han preparado durante las ganancias del tercer trimestre para el daño que impondrían las nuevas tarifas en la economía de EE.UU. Múltiples compañías, entre ellas Walmart, el minorista más grande del país, advirtieron que los precios de productos cotidianos como champú, detergentes y productos de papel, como servilletas, serán más caros para los consumidores.
En el período previo a la reunión de líderes de este fin de semana, los asesores de Trump han advertido continuamente a los negociadores de Beijing que las amenazas del presidente deben tomarse en serio.
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El vicepresidente Mike Pence dijo a principios de este mes que Trump no tenía prisa por poner fin a la guerra comercial y estaba dispuesto a “más que duplicar” los aranceles que ya había puesto a 250.000 millones en productos chinos. Estados Unidos “no cambiará de rumbo hasta que China cambie su forma de ser”, dijo Pence en su discurso en la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Papua Nueva Guinea.
La próxima reunión es la única oportunidad inminente para un encuentro directo entre Trump y Xi antes de la fecha límite del 1 de enero, y los inversionistas están buscando ansiosamente señales de una tregua entre los dos lados.
Hablando en la Casa Blanca con reporteros, Trump no dio pistas sobre cualquier posible acuerdo con su contraparte china. “Podría suceder. Tienen que tratarnos de manera justa”, dijo.