(CNN Español) – El juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán continuó este miércoles con el testimonio por tercer día consecutivo de Miguel Ángel Martínez, alias “El Gordo”, uno de los principales trabajadores del Chapo que fue arrestado en México el 8 de junio de 1998 y extraditado en el 2001 a Estados Unidos.
Martínez dijo que él luchó “como gato patas arriba” contra su extradición a Estados Unidos y les pidió a sus abogados en México que sobornaran al juez con 500.000 dólares pero sus esfuerzos fueron inútiles.
¿Le sirvió ese esfuerzo?, preguntó el fiscal. Si hubiera sido efectivo no estaría aquí, respondió Martínez.
Explicó que una vez extraditado decidió cooperar con la justicia de Estados Unidos y como parte de su colaboración testificó en un juicio en San Diego en el 2002 y otro en Arizona en el 2006 (los casos no fueron mencionados).
No obstante aseguró que no tenía pensado colaborar en el actual juicio contra el Chapo, a quien llamaba su compadre, pero decidió hacerlo debido a amenazas contra su vida.
¿Y por qué quiere declarar?, preguntó el fiscal. “Porque ¿cuantos más voy a recibir?”, dijo Martínez antes de la defensa del Chapo pidiera una objeción que fue aceptada por el juez Brian Cogan al considerar que esa respuesta podría generar conclusiones parcializadas del jurado sobre el acusado.
Durante la jornada de hoy la fiscalía presentó 11 grabaciones de conversaciones entre Martínez con Enrique Ávalos, quien era el enlace del Cartel de Sinaloa en EE.UU.
En una de las llamadas del 13 de junio de 1994 hablan sobre la posibilidad de rentar una bodega de 33.000 pies en Los Ángeles para guardar unas carrotanques para el transporte de aceite vegetal que también eran usados para camuflar cocaína enviada desde México a Estados Unidos.
En otra llamada del 23 de agosto de 1994 , “El Gordo” y el doctor hablan de un cargamento de 7 toneladas de cocaína camuflada en tarros de chiles jalapeños que les había sido decomisada antes de entrar a EE.UU.
Dijeron que pese a eso, Ávalos se enteró que un amigo suyo había ido a comprar jalapeños de otra marca en una tienda de Los Ángeles y que le habían salido 16 kilos de cocaína, así que fueron a esa tienda a comprar todo el cargamento de jalapeños que tenían.
Así se percataron que alguien más estaba usando su misma técnica para ingresar drogas a Estados Unidos.
MIRA: La estricta seguridad en el juicio al Chapo no permite que artistas dibujen el rostro de un testigo