(CNN) – Senadores estadounidenses han reprendido al gobierno del presidente Donald Trump después de que este negara un informe de la CIA sobre el asesinato del periodista Jammal Khashoggi. El Senado votó a favor de cortar la ayuda militar a Arabia Saudita en la guerra en Yemen.
Senadores de ambos partidos —incluyendo al senador republicano de Carolina del Sur, Lindsay Graham— parecieron estar furiosos después de una sesión informativa a puerta cerrada con el secretario de Estado, Mike Pompeyo, quien defendió la respuesta del gobierno al asesinato de Khashoggi, diciendo que el informe no fue “un reporte directo” que conectara al príncipe heredero de la corona saudí Mohammad bin Salman con el asesinato.
En medio de frustraciones persistentes, los senadores votaron 63-37 a favor de avanzar en una resolución a la que se opuso el gobierno con el fin de recortar el apoyo estadounidense a los saudíes en Yemen.
Pompeyo y el secretario de Defensa, James Mattis, viajaron al Capitolio para una sesión informativa con senadores para hablar sobre Yemen. En esta reunión los funcionarios hicieron énfasis en la importancia en la relación entre EE.UU. y Arabia Saudita y defendieron la respuesta del gobierno en el asesinato de Khashoggi. Pero la sesión pareció haber fracasado.
El propósito de la reunión del miércoles fue delinear el papel de Estados Unidos en Yemen, una reunión que ha adquirido una importancia adicional a medida que ha crecido la fuerza de una resolución para cortar la ayuda militar estadounidense a Arabia Saudita por su papel en la brutal guerra civil en ese país.
Al menos en parte, la reunión fue diseñada para hacer retroceder la resolución, a la que el gobierno de Trump se opone.
Pero horas después de la sesión, el Senado votó para avanzar en esa resolución —que fue impulsada por el senador independiente de Vermont, Bernie Sanders, el senador republicano de Utah Mike Lee y otros— lo que terminó con el apoyo de Estados Unidos a la guerra liderada por los Saudíes en Yemen.
Aunque el proyecto de ley aún puede ser modificado por enmiendas o por el propio gobierno, el voto ilustra el nivel del descontento en el Congreso por la audiencia del miércoles.
Graham, que dijo que no está satisfecho con los testimonios de Pompeo y Mattis, les dijo a los reporteros que cambió su voto en la resolución de Yemen porque estaba “enojado”.
“Cambié de opinión porque estoy enojado”, dijo Graham, que siguió renegando de cómo el gobierno manejó la situación de Khashoggi. “La manera como la administración la ha manejado no es aceptable”.
Él habló este miércoles con la Casa Blanca sobre sus preocupaciones. “Les dije, escuchen, es muy obvio para mí que somos una rama igual, ustedes han hecho sus evaluaciones sobre lo que muestra inteligencia, y me gustaría hacer las mías. La única manera en la que puedo hacer esa evaluación es siendo informado. Si es creíble que el príncipe heredero fue cómplice, entonces tomaré medidas respecto a eso”.
Esas acciones, dijo Graham, podría incluir suspender la venta de armas y el apoyo de la guerra en Yemen.
Senadores de ambos partidos dejaron claro antes de esa reunión que intentan pedir detalles sobre el asesinato de Khashoggi, incluso aunque el gobierno Trump se haya negado a enviar a la directora de la CIA, Gina Haspel, para que se uniera a la reunión.
Pompeyo le dijo a los reporteros que “no hay un reporte directo” que conecte al príncipe saudí con el asesinato de Khashoggi.
Mattis hizo eco de esto indicándoles a los reporteros que “no tenemos evidencia de que el príncipe de la corona estuviera involucrado” en el asesinato. Mattis dijo que él mismo leyó todos los reportes de inteligencia y transcripciones.
Pero cuando se le preguntó si era verdad que la CIA había pedido alta confidencialidad, Mattis solo dijo: “tienen que ir a la CIA”.
Un alto funcionario estadounidense le dijo a CNN la semana pasada que aún no hay evidencia que implique al príncipe heredero directamente en el asesinato y que la evaluación de inteligencia está en curso. Funcionarios de inteligencia han dicho que la CIA le presentó al presidente una evaluación basada en la confianza dados los hechos de la situación.
Aunque fuentes le dijeron a CNN que la CIA ha establecido con alta confianza que el príncipe dirigió el asesinato de Khashoggi, que fue llevado a cabo por miembros del círculo íntimo de bin Salman, el hecho de que no llegaran a una conclusión final le da a la Casa Blanca una salida.