(CNN Español) – El coliving o convivencia se ha convertido en un modelo alternativo de residencia que atrae cada vez más a un público muy diverso, pero que busca lo mismo: vivir en un lugar que ofrezca flexibilidad, movilidad y confort sin que el costo afecte el bolsillo.
En muchas de las grandes ciudades de Estados Unidos, Europa y Asia, varias empresas ofrecen por un solo monto mensual habitaciones —por estancias cortas o largas— en modernos y atractivos espacios comunes, servicios de lujo como lavandería y spa y una variedad de actividades recreativas que crean la sensación de comunidad.
Para Carlos Reinaga, director de proyectos de Ollie —una de las pioneras en el mercado estadounidense—, se trata de ofrecerle a las personas un lugar seguro, donde pueden tener todas las comodidades a un precio cómodo. Dice que la empresa se guía por el concepto que han llamado “las 4 C: comodidad, costo, convivencia y comodidad”. De momento, Ollie tiene dos locaciones en Nueva York: Carmel Place, en Manhattan y Alta, en Long Island City. También están presentes en Pittburgh y tienen planes de expandirse a Los Ángeles y Boston en los próximos dos años.
Los inversionistas identificaron el potencial del negocio y esto ha facilitado que emprendimientos similares se multipliquen. En Estados Unidos We Work, líder en el mercado del trabajo cooperativo, apostó a We Live, de momento disponible sólo en Nueva York y Washington DC, mientras que Common, además de ofrecer servicios en esas ciudades, está presente en San Francisco, Chicago, Seattle y Los Ángeles. Y éstas son apenas algunas de las iniciativas que venden el concepto de una nueva forma de vivir en comunidad.
El fenómeno del coliving ha proliferado con mayor velocidad en las grandes ciudades donde las start-up abundan, los espacios de trabajo compartido están aumentando y el costo de la vivienda es muy elevado.
El concepto del “todo incluido” que ofrece el coliving puede terminar siendo más costoso que una renta tradicional. Sin embargo, sus promotores insisten en que si se toma en cuenta que las propiedades se encuentran en privilegiadas locaciones, los servicios e instalaciones son de primera y los residentes tienen a su disposición una variada agenda de actividades sociales que crean la sensación de comunidad, la inversión vale la pena.
En su informe sobre los pronósticos para 2018, la empresa de investigación de mercados Euromonitor Internacional identificó al coliving como una de las diez principales tendencias globales de consumo para este año. Y resulta atractivo no solamente para el segmento poblacional de los milénicos, sino también para aquellos que tienen más de 65 años. La razón, explica Euromonitor, es que, en su esencia, “el coliving apuesta a los valores de la economía compartida como estilo de vida: las personas comparten espacios e instalaciones comunes para ahorrarse dinero e inspirar ideas de cooperación o proveer condiciones de vida confortables y más aceptables.”
Un concepto similar a los dormitorios universitarios, solo que en modernos edificios acondicionados con la tecnología, las comodidades y el mobiliario más atractivo del mercado. Y sus residentes no son los adolescentes que se están iniciando en la vida adulta y estudiando para construir su futuro, sino personas de distintas edades que buscan un estilo de vida más sencillo, con una mayor interacción social que les permita sentir que pertenecen a una comunidad.