(CNN) – En la extraña y maravillosa historia de las carreras de caballos, Frank Hayes ocupa un lugar único.
El 4 de junio de 1923, Hayes, un joven de 22 años (o 35 según algunos diarios de la época) ganó en el Hipódromo Belmont en Nueva York, la única carrera de su trayectoria, montando al caballo Sweet Kiss.
También se convirtió en la única persona en ganar una carrera a pesar de estar muerta.
Brooklyn Hayes, un ayudante de establo que pasó a ser jinete sustituto, logró lo impensable al ganarle sorpresivamente a Gimme, el favorito de los aficionados. De por sí, eso sorprendió a la multitud. Pero lo que siguió fue aún más impactante.
Hayes se cayó de la montura tras cruzar la línea de llegada.
El médico de la pista, John A. Voorhees, se acercó rápidamente para examinar a Hayes, según los informes de ese entonces. Inmediatamente lo declaró muerto. El diagnóstico fue que había sufrido un ataque cardíaco.
“La muerte ganó la carrera en el Hipódromo Belmont ayer de manera sensacional”, tituló el Brooklyn Daily Eagle.
“El esfuerzo y la emoción resultaron ser excesivos”, dijo el New York Daily News, que también describió a Hayes como “alguien apreciado y favorito en la sala de monturas y en el establo, orgulloso de su vocación.”
Sweet Kiss nunca volvería a competir. De hecho, la sabiduría tradicional dice que se ganó el apodo de Sweet Kiss of Death, o “dulce beso de la muerte” en inglés.
Sweet Kiss ganó un total de US$ 1.775 en premios, según datos de la Biblioteca Keenland sobre los años para los cuales tenía estadísticas de carreras para este caballo.
Pasaron más de 95 años, y aún no está claro exactamente en qué momento murió Hayes.
“Nuestra documentación acerca de Hayes es limitada”, le dijo el jefe de bibliotecarios Roda Ferraro a CNN.
“El hecho de que tengamos una fotografía de Hayes montando ese día a Sweet Kiss en pleno salto es bastante increíble, si tenemos en cuenta que los fotógrafos para los cuales tenemos un archivo de fotos no se especializaban en carreras de vallas.
El Récord Mundial de Guiness afirma que el jinete murió durante la carrera.
Ferraro dice que “a pesar de la muerte súbita, Hayes de alguna manera se quedó en la montura lo suficiente como para que su caballo, que era una apuesta arriesgada, saltara la última valla y cruzara la línea de llegada en primer lugar.
Hubo informes contradictorios en ese momento respecto de la causa de muerte del jinete. Algunos dicen que pudo haber sido causada por el entusiasmo de la carrera, otros señalaron el fallo cardíaco como resultado de haber reducido su peso a menos de 60 kilos.
“Tuvo la dura tarea de bajar 4,5 kg en 24 horas”, explicó el Buffalo Morning Express. “Esta mañana estuvo varias horas en la calle, trotando para bajar el peso excedente. Se esforzó, transpiró, no bebió agua y cuando se subió a la montura para dar comienzo a la carrera, estaba débil y cansado”.
Una semana después, Hayes fue enterrado vistiendo la misma ropa que llevaba durante su primer triunfo, también el último para él.