(CNN) – Los dos pescadores habían quedado varados en su bote durante casi tres semanas. Estaban a la deriva, sin combustible, con poca agua dulce y sobreviviendo con los peces que conseguían atrapar.
Estaban esperando un temprano milagro navideño.
Su salvación llegó este viernes de una forma inesperada: un enorme crucero con 11 cubiertas, un comedor, cafetería y parrilla especial, cuatro bares, un “spa de vitalidad” y un muro de escalada.
El crucero Empress of the Seas de la empresa Royal Caribbean descubrió a los dos marineros varados en un pequeño barco la noche del viernes, a medio camino entre Gran Caimán y Jamaica, dijo el portavoz Ted Miller a CNN.
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El encuentro fortuito solo fue posible porque el crucero había sido desviado de Cienfuegos, Cuba, a Ocho Ríos, Jamaica, debido a las inclemencias del tiempo, dijo.
El crucero detectó una señal de luces a las 7 p.m. del viernes y luego redujo la velocidad y se movió hacia la pequeña embarcación. El crucero contactó con los centros de rescate de Gran Caimán y Jamaica, pero dijeron que no podían proporcionar asistencia, dijo Miller.
Apenas unos minutos antes de las 10 p.m., el crucero bajó un bote más pequeño y rescató a los dos pescadores, dijo Miller.
Los dos marineros recibieron agua y atención médica a bordo del barco y no hubo heridos, dijo Miller.
Los navegantes habían zarpado originalmente de Costa Rica. Mientras dormían durante la noche, el bote se alejó de sus aparejos de pesca debido al mal tiempo, dijo Miller. Se les acabó el combustible al intentar regresar, añadió.
James Fleet, el meteorólogo jefe de Royal Caribbean, tuiteó más detalles y fotos del rescate. Dijo que los pescadores le dijeron a la tripulación del crucero que solo tenían suficiente comida y agua para siete días. El agua era el problema principal, y trataron de pescar en busca de alimento.
Uno de los pescadores estaba tan débil que no podía caminar, escribió Van Fleet.
Los marineros fueron sacados del crucero en Ocho Ríos, Jamaica para recibir atención médica. La tripulación del crucero les dio 300 dólares para comprar ropa y comida cuando salieran del hospital. “Si no hubiéramos cambiado el itinerario, nunca hubiéramos estado en ese lugar en ese momento. A veces necesitas un poco de suerte para un milagro”, escribió Van Fleet en Twitter.
