(CNN) – Un viajero con un arma de fuego subió a un vuelo del aeropuerto internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta y voló al aeropuerto internacional Narita el 3 de enero, según un comunicado de la Administración de Seguridad del Transporte.
“La TSA ha determinado que no se siguieron los procedimientos estándar y un pasajero pasó por un control de TSA estándar con un arma de fuego en el aeropuerto internacional de Hartsfield-Jackson la mañana del 3 de enero”, indica el comunicado.
Delta Airlines también emitió un comunicado a la CNN, diciendo que “tras la divulgación del cliente, la aerolínea informó del incidente a la TSA”.
La violación de seguridad se produjo dos semanas después del cierre del gobierno, durante el cual los agentes de TSA han tenido que trabajar pero no han recibido los cheques de pago. CNN informó por primera vez el 4 de enero, un día después de la violación, que cientos de agentes de la TSA de al menos cuatro de los principales aeropuertos se habían reportado como enfermos y no habían ido a trabajar.
Sin embargo, la TSA desestimó las sugerencias de que el cierre del gobierno contribuyó a la caída de la seguridad y dijo que había una cantidad normal de empleados trabajando ese día.
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“La percepción de que esto podría haber ocurrido como resultado del cierre parcial del gobierno sería falsa”, dijo TSA. “La tasa de ausencias no programadas del personal del TSA el jueves 3 de enero de 2019 fue de 4,8% en comparación con 6,3% el año pasado, jueves 4 de enero de 2018. De hecho, la tasa de faltas fue más alta hace un año en esa fecha “.
La TSA señaló que “responsabilizará adecuadamente a los implicados”.
Los inspectores de la TSA han tenido problemas para detectar armas incluso en ausencia de un cierre. En 2015, el administrador en funciones de la TSA fue reasignado después de que un informe revelara que los inspectores no detectaron explosivos y armas en casi todas las pruebas que realizó un equipo encubierto en docenas de aeropuertos.
Alrededor de 51.000 agentes de la TSA se encuentran entre los 800.000 empleados del gobierno que trabajan sin sueldo o sin permiso durante el cierre. El Sindicato de Controladores de Tráfico Aéreo, el Sindicato de Inspectores de Seguridad Aérea y varios otros grupos y expertos en viajes aéreos han emitido declaraciones condenando las diversas consecuencias del cierre, pero la TSA y expertos en aviación han dicho que volar es seguro.
“Los estándares de seguridad NO se han vulnerado ni se han puesto en peligro”, dijo Michael Bilello, asistente del administrador de asuntos públicos de la TSA en Twitter.
En un intento por aliviar el dolor financiero causado por el cierre del gobierno, la TSA anunció el domingo que pagaría un día a los que estaban de servicio al día siguiente de la finalización del financiamiento y también otorgaría bonificaciones de 500 por el trabajo durante la temporada de viajes.
“Si bien me doy cuenta de que esto no es lo que se te debe por tu arduo trabajo … y por lo que mereces, espero que estas acciones alivien algunas de las dificultades financieras que muchos enfrentan”, escribió el administrador de la TSA David Pekoske.