(CNN Español) – Tras dos días de ocurrida la explosión en un oleoducto de Tlahuelilpan, estado de Hidalgo, México, las labores de rescate, reconocimiento y auxilio a los sobrevivientes y deudos no se detenía.
Este domingo, en dos conferencias de prensa desde Palacio Nacional, por la mañana y por la tarde, Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, y algunos de sus funcionarios dieron detalles de los avances.
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El secretario de Salud, Jorge Alcócer, indicó que la cifra de muertos ascendió a 85 personas. “Había dicho que hay 66 hospitalizados, ahora son 60. También hubo dos altas. Entonces hay 58 mexicanos todavía hospitalizados”, agregó el funcionario en conferencia de prensa este domingo por la tarde.
De los sobrevivientes, un menor de edad fue trasladado a Estados Unidos y otros dos serán llevados en las próximas horas a dicho país, preciso Omar Fayad, gobernador del estado de Hidalgo. Asimismo, precisó que hay 59 cadáveres aún no identificados.
“A las familias de estos fallecidos seguiremos hasta el final apoyándolos en lo que fuera necesario para que puedan transitar en lo que quizás son los momentos más amargos que puedan transitar”, agregó Fayad.
En tanto, el fiscal general Alejandro Hertz Manero prometió total protección a aquellas personas que colaboren con dar con los responsables de la toma ilegal de los ductos. “No estamos tratando de generarle un problema o una situación de peligro a alguien que nos quiera ayudar”, refirió.
De otro lado, López Obrador indicó que eran de conocimiento público lo existencia de tomas clandestinas de ductos de gasolina. “Era común saber sobre el número de tomas clandestinas en cada ducto, en cada estado. PEMEX tiene esa información y nunca se hizo nada”, dijo el mandatario y agregó que habrá investigaciones al respecto. “Claro que se va aplicar la Ley en extinción de dominio”, agregó el mandatario. “No luché para llegar aquí para convertirme en alcahuete de corruptos”, dijo en otro pasaje de su alocución. “No vamos a ocultar nada”, remató.
Asimismo, el presidente de México insistió en la tercera conferencia de prensa sobre la explosión en Hidalgo que su gobierno luchará contra el robo de combustible y la corrupción en general. “Tenemos que acabar con la impunidad. De los delitos cometidos en México, solo se atiende el 1% de lo denunciado. 99% de impunidad”, dijo AMLO.
Consultado por la prensa, López Obrador indicó que este lunes presentará un plan para mejorar el transporte de combustibles en México. “Esto va a ayudar mucho a normalizar el abasto y a no tener que mantener abiertos los ductos si están plagados de tomas clandestinas”, argumentó el mandatario.
Sobre la explosión en Hidalgo
El Gobierno de Hidalgo dijo que “a las 17:04 horas se recibe reporte al 911 de Emergencias sobre fuga de hidrocarburo en carretera Tlaxcoapan-Tlahuelilpan, en inmediaciones de la localidad de San Primitivo, municipio de Tlahuelilpan”.
Según un comunicado de la Presidencia de México, “de acuerdo a los primeros reportes, cientos de personas recolectaban gasolina que se había fugado de un ducto en la comunidad de San Primitivo, cuando se registró una fuerte explosión”.
El contexto de la explosión
La explosión se produce cuando las estaciones de servicio en varios estados mexicanos y la capital del país se han agotado durante casi dos semanas.
El gobierno de López Obrador cerró tuberías clave en un esfuerzo por acabar con el robo de combustible. Según el mandatario, esto le costó al país un estimado de 3.000 millones de dólares en 2018.
En tanto, los conductores en México buscan soluciones. Los miembros de la familia se turnan para esperar largas colas en busca de gasolina. Algunos revisan las redes sociales para obtener pistas sobre qué estaciones están abiertas. Otros simplemente han decidido dejar sus coches en casa.
Pemex dijo que un nuevo sistema de distribución de gas tendrá beneficios a largo plazo que superarán cualquier costo a corto plazo. Asimismo, comunicó dijo que la explosión no afectaría la distribución de gasolina en la Ciudad de México.
Las autoridades han culpado al robo de combustible de anteriores explosiones en México. En 2010, un gasoducto explotó en el estado de Puebla, dejando 28 muertos y decenas de heridos.