(CNN Español) – En Tlahuelilpan hay tantos muertos que ya no los entierran, sino que estén pensado en desenterrarlos. La tragedia sigue después del horror. Después de que más de 90 personas murieran quemadas por la explosión de una toma clandestina en un ducto de Pemex, ya no hay espacio para sepultar a los fallecidos.
Los primeros han tenido suerte, según el Presidente Municipal, Juan Pedro Cruz, porque la capacidad de este lugar está casi al tope. Tanto que señaló a CNN que algunos de los deudos están pensando en desenterrar a sus muertos, los que han cumplido más de 7 años de fallecidos, para poder tener un espacio.
Otra solución es conseguir un nuevo predio contiguo, agrega.
“Ayer se me acercó un ciudadano y me dijo: ¿en dónde entierro? Y yo le dije: pues aquí, como los usos y costumbres, donde te guste”, nos contó.
“Afortunadamente existía un baldío, en el sentido de que solamente son tierras de cultivo. Como ustedes ven acaban de sacar la cosecha”, añadió.
Y ese es el lugar que piensan habilitar.
“Tan solo aquí en Tlahuelilpan son como 30 desaparecidos, más los otros”, dice Cruz.
De Tlahuelilpan y otros lugares cercanos hay 71 desaparecidos tras la explosión, de los que solo 65 han presentado denuncia ante Ministerio Público, según cifras del gobierno de Hidalgo.
Quién se iba a imaginar, dice un vendedor de frutas próximo al camposanto, que aquí no íbamos a tener ni para enterrar a nuestros muertos.