(CNN) – Cuatro voluntarias enfrentan una posible condena en prisión después de dejar comida y agua en un refugio nacional de vida silvestre de Arizona donde inmigrantes indocumentados han muerto intentando ingresar a Estados Unidos.
Las voluntarias, que forman parte del ministerio No More Deaths (No más muertes) de la Iglesia Unitaria Universalista de Tucson, podrían ser condenadas a hasta seis meses de prisión y recibir una multa de hasta US$ 500 luego de que el magistrado federal Bernardo Velasco las declarara culpables.
Las voluntarias – Natalie Hoffman, Oona Holcomb, Madeline Huse y Zaachila Orozco – fueron acusadas de ingresar a un refugio nacional de vida silvestre sin permiso y de abandono de propiedad, según un comunicado del grupo de ayuda.
Otros cinco voluntarios de No More Deaths son acusados de “esfuerzos para colocar alimentos y agua para salvar vidas” dentro del Refugio Nacional de Vida Silvestre Cabeza Prieta, dijo el grupo de ayuda. Esos voluntarios tendrán juicios en febrero y marzo.
Cabeza Prieta es el área silvestre más grande de Arizona, que abarca 325.000 hectáreas de paisaje aislado y accidentado del Desierto de Sonora. Las autoridades estadounidenses y mexicanas lanzaron una investigación conjunta en 2001 después de que al menos 14 migrantes murieron en un solo incidente después de cruzar la frontera por el refugio. Probablemente fueron abandonados en el desierto por contrabandistas de personas, dijeron las autoridades en ese momento.
No More Deaths dice que 155 migrantes han muerto en el área desde 2001.
Garrafas de agua y latas de frijoles
Hoffman también fue acusada de operar un vehículo de motor en un área silvestre. Todos los cargos son menores. La fecha de la sentencia debe establecerse la próxima semana.
“Este veredicto desafía no solo a los voluntarios de No More Deaths, sino a las personas de conciencia en todo el país”, dijo Catherine Gaffney, voluntaria de No More Deaths, en un comunicado. “Si dar agua a alguien que muere de sed es ilegal, ¿qué humanidad queda en la ley de este país?”.
Velasco dijo en su dictamen que el refugio está “plagado de municiones explosivas sin detonar, los desechos del ingreso ilegal a Estados Unidos y el tráfico vehicular de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos”. También señaló que el agua y los alimentos que dejan los voluntarios “erosionan la decisión nacional de mantener el refugio en su naturaleza original”.
Uno de los voluntarios que aún espera ser juzgado es Scott Warren, quien, según el grupo, también enfrenta cargos por conspiración y delito graves relacionados con su “trabajo de ayuda humanitaria”. Su juicio será a fines de mayo.
Una declaración jurada en apoyo de la citación de Hoffman, Holcomb, Huse y Orozco dijo que las cuatro voluntarias entraron al área designada sin autorización en agosto de 2017 para dejar garrafas de agua y latas de frijoles.