Nueva York (CNN Business) – La relación diplomática entre Estados Unidos y Venezuela está en ruinas, y esta semana alcanzó un nuevo mínimo.
A pesar de las crecientes tensiones entre la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el gobierno de Nicolás Maduro, las dos naciones aún comparten un eslabón crucial: el petróleo.
Estados Unidos es el mayor y más importante cliente petrolero de Venezuela, con el 39% de las ventas de la nación de la OPEP el año pasado, según ClipperData. Y Venezuela fue la cuarta mayor fuente de petróleo extranjero que fluyó a América en octubre pasado.
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Ahora, esa estrecha relación petrolera está bajo una enorme presión. La Casa Blanca dio el miércoles el dramático paso de reconocer al líder de la oposición venezolana Juan Guaidó como el presidente legítimo del país sudamericano. Maduro respondió rompiendo relaciones con Estados Unidos.
Lo que es más importante para el mercado del petróleo es que el presidente Trump está considerando tomar una serie de medidas para castigar a Maduro, incluyendo posibles sanciones petroleras, dijeron fuentes a CNN.
Las sanciones contra la industria petrolera de Venezuela darían un golpe asombroso a la economía del país, pero también tendrían implicaciones importantes para Estados Unidos. La pérdida de barriles venezolanos podría elevar los precios del crudo y exprimir las refinerías estadounidenses que reciben cientos de miles de barriles de petróleo venezolano cada día.
“Estados Unidos se dañará a sí mismo si aplica estas sanciones a Venezuela”, dijo Matt Smith, director de investigación de recursos de ClipperData.
El petróleo es la “sangre” de la economía venezolana
La producción de petróleo de Venezuela ya se había desplomado a un mínimo de 30 años debido a la rápida decadencia de su industria energética. RBC Capital Markets predijo que la producción de Venezuela caería hasta medio millón de barriles por día en 2019. Pero la firma advirtió que las sanciones de Estados Unidos podrían hacer que esa cifra aumentara en varios cientos de miles de barriles adicionales.
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Las sanciones petroleras profundizarían el caos económico en Venezuela, que depende de las exportaciones de petróleo para el 90% de sus ingresos.
“La rápida evolución de la situación en Venezuela parece acercarse a algún tipo de punto de inflexión”, escribió Helima Croft, directora global de estrategia de recursos de RBC, en una carta a sus clientes.
Los otros principales clientes petroleros de Venezuela son China y la India. Pero no obtiene dinero en efectivo por esas ventas. Las entregas se realizan a cambio de pagos a la enorme deuda venezolana.
“Las sanciones cortarían el flujo de sangre de la economía de Venezuela”, dijo Smith.
El país ya enfrenta un desastre humanitario. El PIB de Venezuela se ha desplomado un 37% entre 2012 y 2017, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Se prevé que la inflación alcanzará la impresionante cifra de 10 millones por ciento en 2019.
¿Tomará Trump una postura firme?
Hasta ahora, el mercado petrolero ha tenido una reacción moderada esta semana ante el caos en Venezuela. Eso ocurre probablemente porque es muy incierto lo que sucederá después.
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Trump ha sido un comodín para el mercado petrolero el año pasado. Temiendo que el precio del barrill llegara hasta los US$ 100, Trump adoptó una postura más suave de lo esperado respecto a las sanciones contra Irán. Ese enfoque amable dejó al mercado del petróleo con exceso de oferta, lo que ayudó a hacer caer los precios.
“Hay muchas dudas en el mercado de que Trump apretará el gatillo de las sanciones petroleras” dirigidas a Venezuela, dijo Joe McMonigle, un ex funcionario del Departamento de Energía durante la presidencia de George W. Bush.
Pero McMonigle, ahora analista de alto nivel de políticas energéticas de Hedgeye Potomac Research, cree que es muy probable que Trump imponga sanciones.
McMonigle advirtió que las sanciones aumentan el riesgo de una crisis mayor, como una guerra civil o el cese de las operaciones de la compañía petrolera estatal de Venezuela.
“Podría provocar que toda su producción de petróleo se detenga y el caos en el país”, dijo McMonigle.
Las refinerías de EE.UU. dependen del crudo venezolano
Analistas dijeron que las duras sanciones estadounidenses contra la industria petrolera venezolana causarían alzas en los precios.
El problema es que a pesar de que la producción de petróleo de Estados Unidos se ha disparado a niveles récord, Estados Unidos no es autosuficiente. Las refinerías de la Costa del Golfo no pueden operar solo con el petróleo de esquisto estadounidense. Para producir gasolina, combustible para aviones y otros productos, las refinerías requieren de una buena dosis de crudo pesado. Han llegado a depender del crudo barato y extrapesado encontrado en Venezuela.
Lo que explica que, aunque la producción de petróleo de Venezuela ha disminuido drásticamente, el país aún envió 506.000 barriles por día a Estados Unidos en octubre, según las estadísticas más recientes de la Administración de Información Energética. Los únicos países que enviaron más crudo a Estados Unidos fueron Canadá, Arabia Saudita y México.
Las sanciones de EE.UU. sobre Venezuela podrían aumentar el costo del crudo pesado, causando un revés a las refinerías estadounidenses, advirtieron analistas. Tendrán que encontrar crudo pesado en otro lugar.
Los mayores importadores estadounidenses de crudo venezolano el año pasado fueron Citgo, Valero y Chevron, según Rystad Energy. (PDVSA, la petrolera estatal venezolana, es propietaria mayoritaria de Citgo).
“Las sanciones convertirían a las refinerías de la costa del Golfo de Estados Unidos en el mayor perdedor”, escribió el jueves en un informe la analista de Rystad Energy Paola Rodriguez-Masiu.
Chevron, que tiene operaciones en Venezuela, declinó hacer comentarios sobre la situación en ese país.
“Las operaciones de Chevron en Venezuela continúan y la compañía está comprometida con el desarrollo energético del país de conformidad con todas las leyes y regulaciones aplicables”, dijo Chevron en un comunicado.
La recuperación sería lenta, aun sin Maduro
Y Venezuela dependen de los productos estadounidenses para mantener a flote su industria petrolera. El crudo venezolano es tan pesado que debe mezclarse con nafta, una combinación de hidrocarburos líquidos que se usa para diluir el petróleo y poder transportarlo.
Las sanciones estadounidenses podrían bloquear la venta de diluyentes estadounidenses a Venezuela. Si bien Venezuela podría encontrar un sustituto en otro lugar, probablemente sería más caro y más lejano.
No está claro si la presión externa sobre Maduro hará que pierda su control sobre el poder. Hasta ahora, los principales líderes militares en Venezuela han continuado apoyándolo y también ha recibido respaldo de Turquía, Rusia y China.
Croft, de RBC, advirtió que la producción de petróleo de Venezuela podría verse afectada por un largo tiempo, incluso si el gobierno de Maduro colapsa.
“El camino de retorno para Venezuela será extremadamente arduo dado lo profundo del desastre económico y humanitario”, dijo.