(CNN Español) – Después de que pasaran 13 días sin recoger basura en La Paz, Bolivia, las toneladas de desechos acumulados en las calles ya amenazaban en convertirse en una emergencia sanitaria.
Sin embargo, los alcaldes de los municipios colindantes involucrados en el conflicto que ocasionó esta acumulación, con mediación del gobierno nacional de Bolivia, llegaron a un acuerdo y este miércoles se reanudó la recolección de basura.
La acumulación empezó el 15 de enero cuando un deslizamiento en el basurero de basura conocido como Alpacoma, en La Paz, provocó el desbordamiento de 200.000 toneladas de deshechos y 10 millones de litros de agua contaminada que fueron arrastrados por unas 10 hectáreas de terreno, afectando el municipio de Achocalla, al suroeste de La Paz, cruzando el límite de un predio hasta llegar al río Alpacoma, según informó el Ministerio del Medio Ambiente y Agua.
Autoridades del Ministerio de Ambiente explicaron que la saturación de agua acumulada por la falta de tratamiento de la basura, que estaba en la fase de descomposición, provocó el deslizamiento.
Inmediatamente después del desastre, que fue tildado por el Ministerio del Medio Ambiente y Agua como el mayor desastre ambiental registrado en los últimos años en Bolivia, residentes de Achocalla iniciaron un bloqueo en los puntos de acceso al basurero pidiendo su cierre definitivo. Pero está acción también ocasionó la acumulación de miles de toneladas de basura en las calles de La Paz.
Después de varias manifestaciones de residentes que les exigían a las autoridades municipales que se recogiera la basura de las calles y la creciente amenaza de una crisis sanitaria, el presidente Evo Morales anunció que mediaría entre los alcaldes de La Paz y de Achocalla.
Morales logró un acuerdo este martes después de reunirse con los alcaldes Luis Revilla, de La Paz, y Damaso Ninaja, de Achocalla, además de vecinos y otras autoridades en la residencia de la presidencia. Las partes acordaron utilizar el botadero de Alpacoma por dos meses más, y pactaron otros compromisos.
Según publicó la Agencia Boliviana de Información, el acuerdo establece 10 puntos, entre ellos, que la alcadía de La Paz deberá presentar un plan de cierre de ese basurero de basura en 30 días y su cierre definitivo en 60 días. Como parte del acuerdo, la municipalidad de La Paz debe realizar mantenimiento al sitio del desastre y realizar una auditoria para establecer las causas, efectos y responsabilidades sobre ese desastre.
El acuerdo también establece que la alcaldía de La Paz debe monitorear la calidad del agua y el aire en ese sector y abandonar cualquier acción legal contra autoridades y dirigentes sindicales del municipio de Achocalla.
Finalmente el acuerdo exige la realización de gestiones para la identificación de un nuevo sitio de disposición final para los residuos sólidos de La Paz.
Después de lograr el acuerdo, el gobierno anunció que al menos 1.000 miembros de las Fuerzas Armadas iniciarían por la noche un operativo para recoger la basura acumulada.
En la madrugada del martes, el presidente Evo Morales realizó una verificación de estas acciones. Durante su recorrido Morales dijo que la limpieza de la ciudad es una fase humanitaria y adelantó que más adelante las autoridades deben ubicar un nuevo botadero de basura que estará a cargo de la alcaldía de La Paz.
Una vez logrados esos objetivos, Morales dice se debe ver hacia la industralización de la basura para convertirla en energía y solucionar de manera estructural el tema de los residuos sólidos que genera la ciudad.