(CNN) – El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, anunciaría este viernes la suspensión de la participación de Estados Unidos en un tratado de control de armamento con Rusia que ha sido un elemento central de la seguridad europea desde la Guerra Fría, según dos funcionarios estadounidenses y múltiples fuentes diplomáticas familiarizados con el asunto.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y sus altos funcionarios han señalado durante meses que están listos para retirarse del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), el cual Estados Unidos y Europa acusan a Rusia de violar desde 2014.
La suspensión plantea dudas sobre una reanudación de la carrera de armas con Moscú y ha inquietado a los aliados europeos.
Esto pone en marcha un periodo de 180 días para completar el retiro a menos que Rusia regrese al cumplimiento del acuerdo firmado en 1987.
Los misiles de crucero con ojiva nuclear incluidos en el tratado bilateral pueden volar entre 500 y 5.000 kilómetros, lo que los hace una amenaza para Europa, donde las autoridades instan a Estados Unidos y Rusia a continuar las conversaciones, incluso cuando consideran sus próximos pasos y admiten tener poco o ningún optimismo de que el tratado se puede salvar.
A principios de este mes, la subsecretaria de Estado para Control de Armas y Seguridad Internacional, Andrea Thompson, dijo que Rusia tenía hasta el 2 de febrero para cumplir, y si no cumplen, Estados Unidos suspenderá sus obligaciones con el tratado.
El jueves, Thompson se reunió con el viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Ryabkov, en Beijing y este dijo que “no hubo progreso” en las conversaciones sobre el tema, según el medio estatal ruso TASS.
“Desafortunadamente, no hay progreso. La posición de Estados Unidos sigue siendo bastante dura y del tipo de un ultimátum”, dijo Ryabkov, según TASS.
“Le dijimos a los Estados Unidos que es imposible mantener un diálogo en condiciones de un intento de chantaje hacia Rusia”, agregó.
‘Todo más peligroso’
La salida de Washington del acuerdo hará que “todo sea más peligroso”, dijo a CNN el exsenador Sam Nunn, copresidente de la organización Nuclear Threat Initiative.
Nunn y otros analistas apuntan a la posibilidad de que EE.UU. se movilice para instalar sistemas de misiles en Europa para defenderse de Rusia, lo que implica la posibilidad de una confrontación directa o incluso accidentes trágicos. Es probable que Rusia use la retirada de Estados Unidos como una excusa para desplegar sistemas en otros lugares, dijeron analistas, posiblemente desencadenando una carrera armamentista de sistemas previamente prohibidos.
Europa está “preocupada por la retirada estadounidense, en particular porque le quita la presión a Rusia y probablemente le permita a este desarrollar y desplegar aún más este tipo de armas, que amenazan, fundamentalmente, a europeos y no a estadounidenses “, señaló Jeff Rathke, presidente del Instituto Estadounidense de Estudios Alemanes Contemporáneos de la Universidad Johns Hopkins.
La perspectiva de la disolución del Tratado INF fue uno de los factores en la decisión del 24 de enero de mantener su reloj simbólico del Juicio Final a dos minutos de la medianoche, tan cerca del punto simbólico de aniquilación como lo ha sido desde 1953, en lo más álgido de la Guerra Fría.
“Nos acercamos a una dirección en la que no hemos estado en 40 años: no hay límites o reglas de control de armamentos que ambos sigamos y eso es muy peligroso”, dijo Lynn Rusten, directora de control de armamentos y no proliferación del Consejo Nacional de Seguridad durante el gobierno de Obama y ahora vicepresidenta de Nuclear Threat Initiative.
Funcionarios y legisladores estadounidenses han expresado su preocupación de que el tratado le permita a China obtener una ventaja militar, dado que Beijing no está sujeto a los límites del Tratado INF sobre misiles de alcance intermedio que actualmente restringen a Estados Unidos.
“La historia de la carrera armamentista ha sido una en la que una de las partes trata de obtener ventaja sobre la otra y nunca funciona”, dijo Rusten. “Ni nosotros ni los aliados estamos más seguros como resultado. Un uso sería devastador. Y además es una gran cantidad por encima”.
Por el momento, tanto Washington como Moscú se han afianzado en sus posturas.
Thompson, quien ha estado dirigiendo las conversaciones con los rusos, dejó una carta a sus contrapartes cuando la última ronda de conversaciones terminó a principios de este mes.
Ella dijo a los periodistas que detallaba lo que deben hacer los rusos para volver al cumplimiento: desechar todo el sistema de misiles que están desarrollando.