(CNN) – Detrás de él, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, estaba sentada vestida con una blusa y una chaqueta blanca. Frente a él, un grupo de legisladoras vestía una variedad de trajes blancos y sus rostros lucían visiblemente poco impresionados. Incluso su hija Tiffany fue fotografiada en blanco, y en las redes sociales se especulaba que la elección pudo haber sido más que una coincidencia
El discurso del estado de la Unión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se inundó con el color blanco.
La enérgica declaración, iniciada por el Grupo de Trabajo de Mujeres Demócratas de la Cámara de Representantes, mostró a docenas de legisladoras que coordinaron sus atuendos como una muestra de solidaridad entre las mujeres. Las demócratas que participaron incluyeron a la recién elegida Alexandria Ocasio-Cortez, representante de Nueva York, quien llevaba una capa blanca, y a la representante Ilhan Omar de Minnesota, quien vestía chaleco y pantalones blancos con hijab azul y camisa roja.
Incluso la representante Dean Phillips de Minnesota se unió a la convocatoria y acudió a la cámara con una chaqueta blanca con solapas negras y un botón que decía “ERA sí” (una referencia a la Enmienda de Igualdad de Derechos). Según reportes, moños fueron entregados a los hombres menos modernos.
El movimiento dejó al descubierto el contraste entre los dos partidos, creando una división palpable en la cámara, mientras llamaba la atención sobre la elección de conjuntos negros de Melania e Ivanka Trump. Pero el papel del color blanco en la política estadounidense antecede a los desacuerdos de hoy por más de un siglo.
En particular, el color está asociado con el movimiento sufragista. Las primeras promotoras del derecho al voto de las mujeres vestían de blanco como símbolo de pureza, a menudo junto con el morado por la dignidad y el verde por la esperanza. Las sufragistas también usaron el blanco para asegurar a los observadores que sus protestas no eran agresivas.
Según la representante Lois Frankel de la Florida, presidenta del mencionado grupo de trabajo, la medida del martes fue un guiño obvio al movimiento.
“Usar el blanco sufragista es un mensaje respetuoso de solidaridad con las mujeres en todo el país y una declaración de que no soltaremos nuestros derechos duramente ganados”, dijo a CNN antes del discurso del martes.
El blanco ha seguido sirviendo como símbolo para las mujeres en la política. Shirley Chisholm, la primera mujer negra en ser elegida para el Congreso, vestía de blanco al ser juramentada en 1969. Geraldine Ferraro hizo lo mismo cuando fue nombrada como la primera mujer nominada al cargo de vicepresidente de Estados Unidos.
En años recientes, Hilary Clinton a menudo usaba un traje blanco con pantalón, destacando cuando aceptó la nominación presidencial de su partido en 2016.
Y esta no es la primera vez que Trump se encuentra con un mar de blanco: en 2017, una colección de mujeres demócratas sincronizó sus atuendos para su discurso conjunto ante el Congreso para aumentar la conciencia sobre los derechos reproductivos y la igualdad de remuneración, entre otros temas relacionados con las mujeres.
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