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(CNN Español) – Desde que fue planteado en 2009, el Proyecto Integral Morelos, que tenía por objetivo generar energía eléctrica para el estado, ha estado marcado por la polémica.

Este domingo, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue recibido con protestas en Cuautlá, Morelos, de personas que se oponen a que la termoeléctrica entre en operación.

López Obrador anunció este 8 de febrero que se haría una consulta pública para que se decida si entra en operación la obra ya terminada. La consulta se fijó para el 23 y 24 de febrero y se hará en todo el estado de Morelos y algunos municipios de Tlaxcala y Puebla.

¿De qué se trata el proyecto y por qué ha causado polémica?

La obra

El Proyecto Integral Morelos (PIM) incluye la construcción de dos centrales termoeléctricas en Huexca, Morelos, y un gasoducto de 160 kilómetros.

La construcción fue encargada a tres empresas españolas: Elecnor, Enagas y Abengoa. El proyecto atraviesa tres estados (Tlaxcala, Puebla y Morelos) y la inversión total fue de cerca de 1.600 millones de dólares.

El objetivo

La obra se planteó para generar energía eléctrica para el estado, pues es la única entidad en México que no produce su propia electricidad, afirma Notimex.

Según Hugo Eric Flores, delegado del Gobierno federal en el estado de Morelos, si el proyecto se cancela, el gobierno tendría que comprar energía a empresas extranjeras.

“Si no se utiliza la termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad de una empresa de la nación, en vez de tener la luz para alumbrar todo Morelos, tendríamos que seguirle comprando la luz a las empresas extranjeras. Así de claro”, explicó AMLO este domingo.

El problema ambiental

López Obrador hizo referencia a dos puntos que preocupan a los pobladores sobre la termoeléctrica: que no haya agua suficiente para operarla y que se contamine el agua.

“La especialista de Conagua, Blanca Jiménez, ella me dice: ‘No hay problema, no se va a agotar el agua, ni se va a contaminar el agua’. Y le creo a ella”, dijo López Obrador.

El agua para la termoeléctrica sería el agua residual que será tratada y luego integradas al caudal del río Cuautla, según explicó Flores, afirma Notimex.

Organizaciones como el Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local, una asociación civil sin ánimo de lucro, habían afirmado que la obra generaría escasez de agua en la región.

El plan de AMLO

Según anunció este domingo López Obrador, en caso de que se apruebe la puesta en operación de la termoeléctrica en la consulta planeada, el presidente promedió que buscará un organismo internacional para certificar la calidad del agua.

“Ese es el compromiso. Venimos a decirles que en el caso de que se apruebe, de que sí empiece a operar la termoeléctrica, va a ser a partir de un certificado de la Unesco, de la ONU, para que quede claro que no hay contaminación del agua”, dijo.

Además, dijo que propone reducir la tarifa de la electricidad en los municipios por donde pasará el gasoducto:

La respuesta

El Congreso Nacional Indígena–Concejo Indígena de Gobierno rechazó la propuesta de AMLO. “El Presidente de la República, aprovechando ventajosamente el tener a los medios y a una numerosa población desinformada a su favor, ya hizo pública su postura a favor del proyecto de despojo, pretendiendo que, una vez más, como ocurrió con la consulta para trasladar el Aeropuerto de Texcoco a Santa Lucía, o con la del Tren Maya, la decisión ya tomada por él reciba la “aprobación del pueblo””, afirmaron en un comunicado.

“Consideramos un grave a ataque a los derechos de los pueblos, naciones, tribus y barrios indígenas y de la sociedad civil de toda la región el precedente que dejará esta pseudo consulta, pues legitima el despojo y la represión en contra de los pueblos que no estén de acuerdo con sus megaproyectos de muerte”, añaden.

Esta sería la tercera consulta popular del gobierno de AMLO, que comenzó su administración preguntándoles a los mexicanos si estaban de acuerdo con continuar la construcción del aeropuerto en Texcoco, y luego realizó otra consulta sobre la construcción del Tren Maya.

En la consulta del aeropuerto, los votantes eligieron la opción de rehabilitar el actual aeropuerto de la Ciudad de México y el de Toluca, en el Estado de México, y construir dos pistas en la base militar de Santa Lucía, también en ese estado. Y la consulta del Tren Maya fue avalada con el 89,9% de votos a favor. Unas 900 mil personas votaron, un poco más de un por ciento de los 89 millones de votantes registrados.