Nota del editor: la doctora Leana S. Wen es médica de emergencias y presidenta de Planned Parenthood Federation of America y de Planned Parenthood Action Fund. Las opiniones expresadas en este comentario son propias de la autora.
(CNN) – El jueves, la Corte Suprema Justicia de EE.UU. bloqueó temporariamente una ley de Luisiana que podría requerir que un doctor tenga privilegios de admisión en un hospital que esté a menos de 48 km del centro en donde realice el aborto.
Esta es una ley sin fundamento en la medicina. Los abortos son seguros. Según un informe de 2012 del Centro Nacional para la Información de Biotecnología, el aborto tiene un historial de seguridad de más del 99% por cada 100.000 procedimientos realizados. Otros procedimientos de pacientes externos que son igual de seguros no están legislados de esta manera. Esta ley podría traer como resultado que todo el estado de Luisiana tenga solamente un centro de salud que brinde a mujeres todo el espectro de atención médica reproductiva.
Si bien el presidente de la Corte Suprema John Roberts fue uno de los cinco miembros de la corte que votó para bloquear la ley, más de una decena de otros casos están a un paso de la Corte Suprema y podrían llegar a disminuir las protecciones proporcionadas por el caso judicial Roe versus Wade.
La histórica sentencia judicial de 1973, que declara que la decimocuarta enmienda constitucional protege el derecho de la mujer a tener un aborto, está bajo amenaza. Y si fuera revocada, 25 millones de mujeres - o una de cada tres en edad fértil - podrían residir en un estado sin acceso, según la investigación dirigida por Planned Parenthood con la organización In Our Voice: National Women’s Reproductive Agenda.
Ese parece ser el objetivo del presidente Donald Trump. Estuve sentada en el balcón de la Cámara de Representantes durante el discurso del Estado de la Unión, enojada e indignada, mientras el presidente le pedía al Congreso aprobar leyes que restrinjan los abortos seguros y legales. También criticó legislaciones estatales que buscan proteger el acceso a atención médica.
Trump redobló la apuesta en un evento de campaña posterior en el que continuó mintiéndole al pueblo estadounidense, asustando a los espectadores, y avergonzando a las mujeres y sus familias. No repetiré lo que dijo porque es deliberadamente engañoso y diseñado para manipular. Soy médica y presidenta del principal proveedor de atención médica reproductiva del país: estoy obligada a indicar los hechos.
Hecho número 1: el aborto es un procedimiento médico seguro y legal que también es muy común. Basado en una investigación de 2014, una de cada cuatro mujeres estadounidenses se harán un aborto para cuando cumplan 45. Es parte del espectro completo de atención médica reproductiva y no se le debería tratar de manera distinta de cualquier otro procedimiento médico.
Hecho número 2: Un 99% de los abortos se llevan a cabo antes de la vigésima primera semana. Los abortos que se dan tarde en el embarazo se deben con frecuencia a circunstancias extremas y atenuantes tales como cuando la vida de la mujer corre peligro, cuando ha habido un diagnóstico fetal severo, o cuando el embarazo no es viable.
Como médica, traté a mujeres en muchas circunstancias distintas.
Tuve a una paciente que se enteró durante su segundo trimestre que los gemelos que esperaba no tenían sus diafragmas, y por lo tanto nunca desarrollarían sus pulmones. Si ella llevaba el embarazo a término, los gemelos se hubieran asfixiado al nacer. Ella tomó la decisión sumamente personal, sumamente dolorosa, sumamente difícil de terminar su embarazo.
Mi trabajo como médica es brindarles a las pacientes la información y servicios que necesitan para tomar las mejores decisiones para ellas y sus familias. La medicina es compleja y cada situación es distinta. Mi trabajo es guiar y apoyar durante los momentos de necesidad. Confío en las mujeres. Estas son decisiones extremadamente difíciles que necesitan ser tomadas por ellas, en consulta con su médico. Los políticos no deberían tomar decisiones médicas personales para otras personas.
Hecho número 3: En su discurso, el presidente Trump utilizó un lenguaje con carga emocional y médicamente imprecisa para caracterizar incorrectamente proyectos de ley en Nueva York y Virginia. Miremos la información fáctica respecto de estos dos textos legislativos.
El proyecto de ley introducido en Virginia, que pasó a comisión, revocaría las restricciones al acceso al aborto, incluyendo un período de espera de 24 horas y el requerimiento de que tres médicos autoricen abortos de embarazo avanzado. No hay razones médicas para estas restricciones. Los períodos de espera no tienen fundamento en la medicina. Son un intento por juzgar, avergonzar y coaccionar. Y la autorización de tres médicos sería una carga injusta para pacientes con emergencias que ponen en riesgo sus vidas. Como médica en una sala de urgencias, yo sé que cuando la salud o la vida de una mujer corren peligro en el medio de la noche, es difícil encontrar a tres médicos que vengan a verla, en particular en zonas rurales y con menos servicios.
El mes pasado, en el cuadragésimo sexto aniversario de Roe versus Wade, Nueva York aprobó la Ley de salud reproductiva, que protege el acceso a abortos al nivel estatal, incluso si la decisión histórica llega a ser revocada, y elimina el aborto del código penal.
Además, estados en todo el país están introduciendo más legislaciones para revocar restricciones. En Nuevo México, la Cámara de Representantes estatal votó el miércoles pasado por derogar una ley que convertía en delito de cuarto grado la realización de un aborto en el estado por parte de un médico. Estos esfuerzos son un intento por asegurarse de que las mujeres tengan el mejor cuidado médico disponible.
Desafortunadamente, desde 2011 hemos vistos más de 400 limitaciones aplicadas al aborto, incluyendo convertirlo en delito si se detecta un latido del corazón. Lo que suele ocurrir a partir de la sexta semana y, con frecuencia, antes de que la mayoría de que las mujeres sepan que están embarazadas.
A pesar de esto, nunca ha estado tan fuerte el apoyo por Roe versus Wade como la ley de la nación. Una encuesta reciente de PerryUndem, una firma de investigación de opinión pública, muestra que el 73% de los encuestados no quiere que la decisión sea anulada.
Votantes de todo el país le entregaron a los funcionarios electos el mandato en la última elección de proteger y expandir el acceso a la atención médica reproductiva - incluyendo el derecho a un aborto seguro y legal. Siete cámaras legislativas estatales pasaron a tener mayorías que apoyan la salud reproductiva y Kansas, Wisconsin, Michigan y Minnesota se unieron a otros 21 estados con gobernadores que apoyan la salud reproductiva. Electores en estados republicanos y en otros que tienen una tendencia republicana como Idaho, Nebraska y Utah votaron por expandir Medicaid.
Los estadounidenses han dejado claro que quieren más atención médica y no menos, y entienden aquella certeza que conocemos los que estamos en el sector médico: que la atención médica reproductiva y la atención médica femenina equivalen a atención médica.
Dada la amenaza para Roe versus Wade, los estados son una barrera crítica, razón por la que los defensores de la atención médica reproductiva están dando un paso al frente para aprobar leyes que expandan el acceso a abortos seguros y legales. Ya estamos celebrando triunfos, pero no nos detendremos hasta que cada persona en este país tenga acceso al cuidado que necesita.
Hay una cosa que me dejó esperanzada durante el discurso del presidente Trump. Miré a la Cámara de Representantes recién electa, con la mayor cantidad de mujeres, la más diversa, y la mayoría más fuertemente a favor de salud reproductiva en la historia reciente de nuestro país. Me siento honrada de estar en esta lucha con ellas y de brindar, proteger y expandir la atención médica reproductiva para todas, aún frente a las mentiras y ataques incesantes del representante público con el más elevado cargo político en el país.
Planned Parenthood fue fundado bajo el ideal de que la mujer es la dueña de su cuerpo y que sin eso nunca podrá ser verdaderamente libre e igual. Desde hace más de 100 años hemos luchado por defender estos valores y eso no ha cambiado actualmente. Hoy más que nunca hay mucho en juego y el costo es la vida de las mujeres. Juntos con nuestros funcionarios electos y nuestros 12 millones de partidarios, seguiremos luchando por nuestros pacientes - en las cortes, en cada estado, en las urnas, y en la Casa Blanca - por cada medio posible, para que podamos seguir proporcionando atención médica, pase lo que pase.