(CNN Español) – Algunas organizaciones internacionales de ayuda humanitaria como la Cruz Roja, la ONU y Caritas, el brazo humanitario de la Iglesia católica, no se unieron a los planes de la oposición, liderada por el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, para llevar la ayuda humanitaria desde Colombia a Venezuela.
Este lunes en CNN en Español, la diputada de la Asamblea Nacional Dignora Hernández dijo que tanto la ONU como la Cruz Roja han tardado demasiado para reconocer que en el país hay una emergencia humanitaria.
“En Venezuela, la Cruz Roja y Naciones Unidas han tardado mucho para reconocer que vivimos en una emergencia humanitaria compleja”, dijo Hernández en Café CNN.
“Venezuela no vive en este instante una crisis cualquiera. Vive una emergencia humanitaria compleja”, agregó la diputada.
Pero, ¿por qué estas dos organizaciones no se han sumado a la iniciativa de Juan Guaidó para llevar la ayuda humanitaria que está en Colombia?
Por sus principios: neutralidad, imparcialidad e independencia. La oposición culpa al gobierno de Nicolás Maduro de la emergencia humanitaria que se vive en el país, mientras el oficialismo no admite tal crisis, y dice que es por cuenta del bloqueo de Estados Unidos que escasean las medicinas y alimentos.
“Estados Unidos ha bloqueado nuestra economía, el costo de este bloqueo es de más de 30.000 millones de dólares y nos están enviando la llamada ayuda humanitaria por 20 millones de dólares? ¿Qué es esto? Te estoy asfixiando, te estoy matando y luego te estoy dando una galleta”, dijo el ministro de Exteriores Jorge Arreaza a reporteros en la ONU a mediados de febrero, a las afueras del Consejo de Seguridad.
Cruz Roja
Por ejemplo, la Cruz Roja le dijo a CNN que la iniciativa organizada por la oposición venezolana es muy política.
“La acción de la Cruz Roja está basada en dos principios: humanidad y neutralidad. La neutralidad es la parte más importante en situaciones como esta”, explicó Francesco Rocca, presidente de la Federación Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.
Rocca explicó que él está convencido de que Venezuela debe recibir ayuda humanitaria, pero que esa operación debe ser un esfuerzo concertado y solo puede ser efectivo bajo un acuerdo de las dos partes, dice.
Y en un comunicado emitido el 4 de febrero, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y Media Luna Roja en Colombia reafirmaron sus principios de imparcialidad, neutralidad e independencia, y dijeron que no se involucrarían en la entrega de la ayuda humanitaria que está en Colombia.
“Con el fin de garantizar el cumplimiento de su misión exclusivamente humanitaria y de acuerdo con los principios fundamentales de imparcialidad, neutralidad e independencia, no puede participar en las iniciativas de entrega de asistencia planteadas para Venezuela desde Colombia, sin que exista un acuerdo previo con el Movimiento”, dice el comunicado.
La Cruz Roja y la Media Luna Roja dijeron que seguirían con su apoyo a la población vulnerable en Colombia, incluyendo población migrante.
Hablando ante periodistas en Caracas, Venezuela, el pasado 8 de febrero, el presidente del CICR, Francesco Rocca, dijo que el enfoque de la Cruz Roja en Venezuela y en todo el mundo es reprender a las necesidades de la gente, sin importar su estatus social o puntos de vista políticos.
Rocca pidió que se respeten los principios de esa organización.
“Este compromiso con principios humanitarios —neutralidad, imparcialidad e independencia— significa que los voluntarios de la Cruz Roja son confiables y capaces de llegar a comunidades y personas que los necesitan. Nuestro trabajo no es político. No nos politicen”, dijo Rocca desde Caracas.
La Cruz Roja dice que tiene más de 2.600 voluntarios activos en todo el país y opera en ocho hospitales y 38 clínicas ambulatorias. En 2018, la Cruz Roja proporcionó atención a más de un millón de venezolanos en el país.
ONU
La Organización de Naciones Unidas, ONU, eligió no tomar parte en el conflicto e hizo un llamado a ambas partes para que desescalen las tensiones.
Este domingo, en un comunicado, el secretario general de la ONU expresó su “preocupación” por la violencia registrada en el país el fin de semana, y pidió “que se evite la violencia a toda costa y que no se utilice fuerza letal en ninguna circunstancia”.
“El secretario general apela a la calma e insta a todos los actores a reducir las tensiones y hacer todo lo posible para evitar una mayor escalada”, dice el documento.
Entre tanto, el 14 de febrero, el portavoz del secretario general de la ONU, Stephane Dujarric, dijo a los reporteros que “la ayuda humanitaria no debe ser politizada por ninguna parte”.
El presidente Nicolás Maduro dijo hace unas semanas en la televisión pública que los venezolanos no necesitaban limosnas de nadie, pero ese patriotismo no evitó que Maduro aceptara 9 millones de dólares de la ONU en noviembre de 2018 para fondos de emergencia.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres reiteró a finales de enero su preocupación por el impacto que la crisis ha tenido en el pueblo venezolano.
Sin embargo ante una solicitud que había hecho Juan Guaidó —que para ese entonces recién se había proclamado presidente interino de Venezuela— de enviar más ayuda humanitaria a Venezuela, la ONU dijo que estaba dispuesto a reforzar la ayuda humanitaria a Venezuela, pero que era necesario el “consentimiento y la cooperación” del gobierno de Nicolás Maduro.
Guterres subrayó que el reconocimiento de Gobiernos no es una función de la Secretaría General de la ONU, sino de los estados miembros y que en su relación con los Estados miembros respeta “las decisiones” de la Asamblea General y el Consejo de Seguridad.
El caso de Caritas internacional
“La actuación social de la Iglesia siempre se ha regido por los principios de la ayuda humanitaria internacionalmente reconocidos: humanidad, independencia y honestidad en el trabajo de acompañamiento y auxilio a los más afectados”, dijo la organización Caritas Internacional, que es el brazo humanitario de la Iglesia católica, en un comunicado el 4 de febrero.
Sin embargo, en un comunicado del 21 de febrero, la Conferencia Episcopal de Venezuela dijo que esa organización estaba dispuesta a participar “en la recepción y distribución de la ayuda humanitaria, aportando su experiencia y capacidades”.