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Abrams anuncia nuevas sanciones para Venezuela y pide mantener la presión en el país
03:14 - Fuente: CNN

Washington (CNN) – Seis semanas después de que Juan Guaidó se declarara presidente de Venezuela, los legisladores de Estados Unidos batallan ante la posibilidad de que el impulso detrás de su movimiento político pueda frenarse y frente a la cuestión de cómo responder a medida que la crisis se extiende a toda la región.

Una razón: el pueblo venezolano, que una vez residió en el país más rico de América Latina, podría estar demasiado débil por el hambre para salir a las calles por mucho más tiempo, dijo una experta a la subcomisión de Relaciones Exteriores del Senado sobre América Latina.

“Las personas que mueren de hambre no se movilizan en las calles”, dijo el jueves a la subcomisión Cynthia Arnson, directora del Programa de América Latina en el Centro Wilson. “Hay un hambre generalizada”.

‘Estancamiento dañino’

El asediado presidente Nicolas Maduro no muestra signos de perder el apoyo crítico de las élites y los militares desde la declaración de Guaidó el 23 de enero, y los expertos advierten que la situación podría estar llegando a un “estancamiento dañino”: un enfrentamiento que ninguno de los dos puede ganar y en el que ninguno aceptará dar marcha atrás.

El callejón sin salida plantea una prueba para la administración de Trump, cuyo agresivo desafío al Gobierno de Maduro tiene un amplio apoyo bipartidista e internacional, pero aún no ha podido quitarle a Maduro la base de su poder. Ahora, el tiempo y el sufrimiento diario en Venezuela, donde la persona promedio perdió casi 11 kilos el año pasado y el 90% vive en la pobreza, según el presidente de la subcomisión, Marco Rubio, se están convirtiendo en obstáculos.

“La oposición generalizada que el presidente Guaidó ha podido movilizar podría no durar”, dijo Arnson a los congresistas, uno de los cuales hizo la comparación con el presidente de Siria, Bashar al-Assad, quien se aferró al poder a pesar de los años de intentos de Estados Unidos para destituirlo.

Mientras que el Gobierno de Maduro cree que puede esperar a que termine esta crisis, dijo Arnson, cuando se trata de Guaidó, de 35 años, “el tiempo podría no estar de su lado”.

‘No lo vamos a olvidar’

Rubio dejó en claro que Estados Unidos mantendrá su campaña contra Maduro, hablando directamente a los venezolanos a los que dijo que “el mundo libre no los olvidará. Maduro cree que puede esperar a que pase, pero no lo vamos a olvidar”. Y agregó que Estados Unidos se mantendrá en la lucha “todo el tiempo que sea necesario”.

El republicano de Florida calificó al Gobierno de Maduro como “un claro peligro y amenaza” para Estados Unidos, mientras que el senador demócrata Ben Cardin, de Maryland, y otros señalaron los peligros para la región, mientras olas de desesperados venezolanos buscan refugio en los países vecinos. Las consecuencias económicas tendrán ramificaciones políticas a más largo plazo, advirtió Arnson, señalando el aumento de los partidos populistas en Europa a raíz de los flujos de inmigrantes de Siria e Irak, devastados por la guerra.

El senador republicano John Barrasso, de Wyoming, hizo referencia a Siria, señalando que “el mundo vio al Gobierno de Assad mantenerse en el poder apoyado por Rusia e Irán”, países que también respaldan a Maduro.

La comparación volvió a aparecer más tarde en la audiencia cuando Arnson dijo que “es posible que (el Gobierno de Maduro) sobreviva al igual que la Siria de Assad ha sobrevivido”, recurriendo a aliados como Rusia y Libia en busca de apoyo y volviéndose más represivo.

Hallar una puerta de salida

La clave, subrayó la experta, es encontrar formas prácticas de proporcionar “una puerta de salida a los aliados con el gobierno. … Ese es el tema clave … en el que debemos centrarnos. ¿Cómo podemos lograrlo? ¿Qué combinación de premios, castigos, visas, rampas de salida contemplamos?”, preguntó.

Esas consideraciones pueden requerir dejar de lado las cuestiones de justicia inmediata contra los abusadores dentro del gobierno, subrayó Arnson. Las consideraciones son necesarias, dijo, porque la situación está llegando a un punto muerto.

“Pondría sobre la mesa si existe un estancamiento dañino a la mano”, dijo Arnson. “Creo que lo hay”.

Hasta la fecha, los funcionarios han usado la posibilidad de algún tipo de clemencia, subrayando que su campaña de sanciones y la revocación de visas a altos funcionarios venezolanos y sus familias puede revertirse para aquellos que expresen su lealtad a Guaidó.

Elliott Abrams, representante especial de EE.UU. para Venezuela (izq.) y el administrador de USAID, Mark Green.

“Las sanciones se pueden eliminar. Las revocaciones de visas se pueden revertir”, dijo a la subcomisión Elliott Abrams, enviado especial del Gobierno estadounidense para Venezuela, y agregó que tanto Estados Unidos, como Guaidó y sus partidarios, están abiertos a trabajar con quienes logren un cambio.

“También dejamos en claro que nunca es demasiado tarde para cambiar”, dijo Mark Green, director de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional. “Brindaremos puertas de salida a quienes apoyen el cambio democrático en Venezuela y hagan lo correcto para el pueblo venezolano”.

Eric Farnsworth, vicepresidente del Consejo de las Américas, dijo que Estados Unidos debería “ir con mayor fuerza tras los activos que la gente tiene fuera de Venezuela, esas son ganancias que no se han obtenido”. Farnsworth sugirió que Estados Unidos trabaje con otros países para cancelar las visas de los miembros de la élite venezolana favorable a Maduro que han llevado a sus familias y su dinero fuera del país.

“Trabajar con países de todo el mundo para presionar a estas personas y sus familias”, dijo.

Arnson sugirió una serie de ofrecimientos de paz para facilitar el retiro del apoyo a Maduro. Dijo que Estados Unidos podría dejar en claro que el ascenso de Guaidó “no requiere el fin del chavismo”, la ideología política de izquierda que lleva el nombre del exlíder venezolano Hugo Chávez, pero que debe integrarse en un sistema democrático.

La opción militar

Arnson agregó que Estados Unidos podría dejar claro que un cambio de liderazgo político “no requiere una purga inmediata de los militares venezolanos o la extradición de oficiales a Estados Unidos para enfrentar cargos”. También dijo que Estados Unidos debería hacer énfasis en la necesidad de celebrar elecciones libres y justas que incluyan observadores internacionales y, eventualmente, lleven a reformas.

Hablar de una intervención militar – algo que los legisladores demócratas plantearon repetidamente – es una mala idea, dijo Arnson, aunque reconoció que esto estaba dirigido, en parte, a presionar al Gobierno de Maduro.

“Creo que continuar hablando de una opción militar … es irresponsable”, dijo. Agregó que esto podría desencadenar una guerra regional y ser un incentivo para que la guerrilla colombiana y otros grupos tomen las armas.

Abrams y Green negaron que hubiera planes para la intervención de soldados estadounidenses.

Green dijo que no había asistido a ninguna reunión donde se hubiera discutido una opción militar. Abrams agregó que “ciertamente no es deseable y no es el camino que está tomando la administración”. Cuando Rubio le preguntó si “el 100%” de su tiempo lo pasaba buscando una transición pacífica hacia la democracia, Abrams dijo: “Sí, eso es correcto”.

Jennifer Hansler y David Siegel de CNN contribuyeron con este informe.