(CNN) – Paul Njoroge y su suegro John Quindos Karanja se alejaron del lugar donde sus esposas e hijos murieron con bolsas de tierra en sus manos.
Tres generaciones de su familia viajaban en el vuelo de Ethiopian Airlines a Kenia que se estrelló la semana pasada, solo minutos después del despegue en Addis Abeba, Etiopía, matando a las 157 personas a bordo.
La esposa de John Quindos Karanja, Ann Wangui Karanja; su hija, Carol Karanja; y los tres hijos de Carol Karanja, Ryan Njoroge, 7, Kellie Pauls, 4 y Rubi Pauls, de 9 meses, estaban en el avión. Viajaban a Kenia desde Canadá, donde vivían Carol Karanja y sus hijos.
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Ann Wangui Karanja regresaba a casa después de viajar a Canadá para visitar a sus nietos y a su hija, que trabajaba como contadora en una empresa de energía. A la llegada de la familia a Kenia, John Quindos Karanja se habría reunido con Rubi, quien nació en Canadá, por primera vez.
Paul Njoroge lloró a su suegra, esposa e hijos en el lugar del accidente y reflexionó sobre sus últimos momentos.
“Cuando pienso en el avión que se viene abajo y en lo que ella pensó, ella debió pensar en mí y en cómo voy a vivir. Y los niños, deben haber llamado a su mamá, deben haberle gritado a su pap “, dijo a CBC, cadena canadiense afiliada a CNN. “Nunca me dejará. Nunca me dejará”.
Un familiar de una víctima del accidente de Ethiopian Airlines transporta tierra desde el lugar del accidente en una bolsa en Addis Abeba, Etiopía.Identificar los cuerpos de las víctimas del accidente podría demorar hasta seis meses, dijo la ministra de Transporte de Etiopía, Dagmawit Moges. Ella dijo que se están recolectando muestras de ADN de miembros de la familia para ayudar en la identificación.
Sin restos de sus familiares para llevar a casa, Njoroge y Karanja tomaron tierra en su lugar.
“Esto es solo tierra del área, por lo que en caso de que no se obtenga nada del ADN, habré conseguido que este sea un recuerdo de las personas que amé”, dijo Karanja a la salida.
Es todo lo que pueden hacer por ahora, pero no les trae paz.
“Queremos ir a casa con ellos. Esa es la única manera en que podemos cerrar esto. No puedo tener ningún otro cierre”, dijo Njoroge a CBC.
Njoroge y su esposa crecieron en una zona rural de Kenia y fueron a la universidad mientras enviaban dinero a sus familias, dijo CBC.
Se mudaron a Bermudas, pero más recientemente ella y los niños vivían en Ontario, Canadá, según el CBC. Njoroge no se unió a ellos en su viaje a Kenia.
“Reservé los vuelos para ellos”, dijo. “Y yo estaba rastreando los vuelos”.
Njoroge lloró a su esposa, quien dijo que era “todo”.
“Ella es más que una esposa, es más que una madre”, le dijo a CBC. “Porque todo lo que hemos recibido, es a través de ella”.
Ahora, la familia ha comenzado una recaudación de fondos de GoFundMe para ayudar con los gastos del funeral y los viajes para que la familia pueda participar en la identificación del ADN y, con suerte, llevar a sus seres queridos a casa.
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